Tensión frente a casa de Cristina Kirchner: manifestantes tiraron vallas y policía de la Ciudad reprime

Casi 20 horas después de que se montara el "operativo de limpieza y control" en la esquina del barrio de Recoleta, un grupo de militantes derribó varias vallas, lo que obligó a los uniformados a terminar de retirarlas y formar un cordón judicial para contener a la multitud con el saldo de policías y manifestantes heridos, y cuatro detenidos, entre ellos diputados oficialistas de la provincia de Buenos Aires. 

Allí registraron los primeros enfrentamientos en el barrio de Recoleta. Manifestantes de la marcha que se daba a unas cuadras de la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, lograron evadir el vallado y acercarse hasta su domicilio. Otro grupo comenzó a enfrentarse con la Policía, que comenzó a reprimirlos. Actualmente intentan contenerlos con camiones hidrantes y gas pimienta. 

Los manifestantes se reúnen hace días en las inmediaciones de su casa para demostrarle apoyo, luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera pena de prisión para ella en la causa Vialidad y la tildara de "jefa de la asociación ilícita" de la que participaba también Lázaro Báez. Para hoy, tenían previsto movilizarse en Parque Lezama, pero sobre las 15 horas lo suspendieron y decidieron hacerlo frente a la casa de la vicepresidenta. 

La palabra de Alberto Fernández

 La palabra de Mauricio Macri 

La carta de Cristina

En un breve comunicado, pasado el mediodía Fernández de Kirchner se pronunció contra las vallas que instaló el Gobierno de la Ciudad —que encabeza el macrista Horacio Rodríguez Larreta—. Allí manifestó que desde que dejó de ser presidenta en 2015, en forma "permanente" tenía a simpatizantes macristas, a los que tildó de "muy violentos", reuniéndose en la puerta de su casa. 

"En todos esos años, la policía del Sr. Larreta nunca intervino. Es más, cuidaban y garantizaban esas actitudes. Hemos llegado a ver, en el caso del Instituto Patria, a un policía de la Ciudad que confraternizaba con un energúmeno que me prometía la horca. Hoy amanecí con la esquina de mi casa literalmente sitiada (...) Quieren prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres, que tienen lugar ante la ya inocultable persecución del partido judicial", expresó.