Trump reaviva dudas sobre el papel de EEUU en el mundo

Este domingo, Trump presumió de la buena acogida que recibió en el Grupo de los 20; sin embargo, el mandatario paseó por la cumbre con apretones de manos incómodos y sin conseguir llamar la atención de Corea del Norte ni de China. Trump dedicó una amplia franja de tiempo a reunirse con Putin, un adversario tradicional de EEUU.

Su encuentro con el presidente ruso, que debía durar 30 minutos, sobrepasó las dos horas y marcó el paso de EEUU por Hamburgo. La nación norteamericana se quedó en solitario y fuera de las declaraciones a favor de la lucha del cambio climático y de la libertad comercial. En otras palabras, Trump no tomó la voz cantante en la cumbre.

Para dar su versión de los hechos, el mandatario estadounidense recurrió a Twitter, donde dijo que es momento de "avanzar" en una relación "constructiva" con Rusia después de haber "presionado duramente" a Putin al cuestionarlo sobre los supuestos ciberataques que influyeron en el resultado de las elecciones en las que ganó.

Trump comenzó la reunión cuestionando al mandatario ruso sobre el asunto pero nunca lo acusó; el presidente se limitó a decir,: "voy a poner punto a esto, ¿lo hiciste tú o no? Según The New York Times, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, se quedó impactado por la forma en la que Trump trató a Putin luego de aconsejarle que fuese duro con el mandatario ruso.

Durante el plenario ocupado por los 20 líderes mundiales, Trump dejó las discusiones en manos de su hija mayor, que no es miembro del gabinete y se limitó a guardar silencio, para acudir a reuniones bilaterales.

En definitiva, la cumbre del G20 sirvió para que Rusia y China se propusieran como contrapunto a EEUU que, aunque es aliado tradicional de Europa, abandonó el consenso con los países desarrollados y emergentes sobre el cambio climático y la promoción del comercio para adoptar una actitud solitaria.