Una nena de 13 años, la cuarta de seis hermanas que perdió hace dos años a su padre, se convirtió en noticia este miércoles después de que se descubrió que robó útiles escolares y fue atrapada.
Su madre, Natalia Castilla, una mujer de 36 años residente en el barrio Malvinas de General Pico, en La Pampa, contó que ella lo hizo porque pensó que le aliviaría la situación económica difícil por la que atraviesa su familia.
Ese día, Natalia recibió una llamada que la dejó atónita: su hija de 13 años había sido detenida por intentar sustraer una caja de marcadores y otra de lápices de un local ubicado en la calle 20, entre 15 y 13. Sin dudarlo, Natalia se dirigió de inmediato a la Comisaría 4°, donde su hija estaba siendo retenida en espera de su llegada.
Al llegar, la niña no pudo contener las lágrimas al ver a su madre. Con un corazón afligido, le pidió perdón, le dijo que estaba arrepentida y le explicó que pensó que al robar estaba ayudando a aliviar la difícil situación económica por la que atravesaba su familia.
Antes de este incidente, Natalia había enfrentado dificultades para comprar los útiles escolares necesarios para todas sus hijas debido a limitaciones económicas. A pesar de ello, había logrado adquirir algunos materiales, pero no lo suficiente para cubrir todas las necesidades.
Tras llegar a su casa, la madre de la nena cuenta que tuvo una charla con su hija, en la que Juana le dio su versión de los hechos. “Ella creyó que me iba a aliviar la situación a mí, que quedé viuda hace dos años y estoy sin trabajo fijo. Pero jamás se imaginó que podía pasar todo esto. Yo siempre le he inculcado que robar está mal y que es preferible pedir, aunque dé vergüenza, y no tomar las cosas que no son de uno”, le dijo al sitio Infobae.
Por la gran repercusión que tuvo el caso, Natalia recibió todo tipo de ayuda. “Es impresionante la cantidad de gente que se solidarizó. Estoy muy agradecida. Recibimos carpetas, guardapolvos, mochilas, zapatillas... De hecho, lo que me sobró se lo voy a dar a otras familias que sé que también necesitan”, aseguró.
Acerca de su situación laboral, la mujer explicó que no tiene un trabajo en relación de dependencia porque eso le dificulta llevar adelante las tareas de crianza y del cuidado del hogar. “Las chicas tienen todas horarios distintos: la de 9 años va a la primaria; las de 11, 13 y 17 a la secundaria y, en el medio, tengo que ocuparme de llevarlas y traerlas del colegio y hacerles la comida”, explicó a Infobae. También contó que, de vez en cuando, le surgen “changas” para cuidar adultos mayores o hacer algún servicio de catering, ya que es buena cocinera.
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