Vinicius, la carta ganadora que brilló en Riad y hace soñar al Real Madrid

El brasileño llegó a este compromiso con hambre. Con mucha hambre. No solo de ganar, sino también de ser importante, de ser el arma letal de su equipo y la llave del Real Madrid. Y vaya si lo consiguió. Estuvo mucho tiempo de baja por lesión y previo a eso no atravesaba su mejor momento goleador, por lo que esta final era el escenario ideal para retomar confianza.

Como si estuviera en la playa de Copacabana. Así juega Vinicius. Para algunos es provocativo, para otros no. Algunos están de acuerdo, otros no tanto. Pero lo cierto es que su estilo y su manera de jugar lo convierte el mejor extremo del mundo en la actualidad y ante el Barcelona lo demostró.

Ante los ojos del mundo, el delantero brasileño convirtió tres goles en apenas 40 minutos. Para encontrar a un futbolista de esa nacionalidad que haya marcado un hat-trick en El Clásico, hay que revolcarse 30 años atrás, cuando Rivaldo hizo lo propio con la camiseta del Barcelona en el triunfo 5-0 de los culés en la temporada 1993/94.

En el primero de los tres, con Bellingham de socio, con quien formó una dupla insaciable. En el segundo, con Rodrygo, su gran compatriota. Y el tercero de penal, provocado por él. Tres goles para subir la moral de su equipo, levantar a su gente, dar un golpe encima de la mesa y para homenajear a Cristiano en cada uno de los festejos.

Nunca se da por vencido, esa es la gran virtud de Vini. En los últimos duelos ante el Barcelona, perdió la partida ante Ronald Araújo pero hoy fue completamente distinto. Los horrores defensivos del Barça contribuyeron de cierto modo a la gran actuación del brasileño, pero no fue la principal razón. El Vinicius motivado es el Vinicius más peligroso.

Es una pieza indispensable en el esquema de Ancelotti. Lo fue la temporada anterior con el esquema 4-3-3 y lo sigue siendo esta campaña con el dibujo táctico 4-4-2. Se desempeña muy bien en esta nueva faceta, interpretando a la perfección en qué momento ubicarse como segundo delantero y cuando pegarse a la línea, además de entenderse por excelencia con Rodrygo y Bellingham.

El delantero brasileño pasó una buena parte de la temporada lesionado y, así y todo, con estos tres goles en la final de la Supercopa suma nueve en total y cuatro asistencias en la presente temporada. Todo en 16 encuentros.

Equivale a poco más de un gol cada dos encuentros, aún por debajo de los registros del año pasado, pero está escrito y es evidente de que Vini y sus números mejorarán aún más en 2024.