La Federación que agrupa a los trabajadores del petróleo, el gas y el biocombustible está en pie de guerra y amenaza con una medida de fuerza que puede impactar de lleno en el abastecimiento de combustible.
La reacción del gremio tiene que ver con la intransigencia de la Secretaria de Trabajo. Al igual que pasó con Comercio, desde el Ejecutivo no quieren avalar el acuerdo firmado entre los representantes de los trabajadores y las empresas.
Por estas horas la negociación paritaria se encuentra por el momento estancada y la cuenta regresiva, rumbo a una medida de fuerza que se desarrollaría el próximo 20 de mayo, ya está en marcha.
En el ámbito de discusión paritario trabajadores y empresarios acordaron un 11% de recomposición salarial, para cerrar la paritaria 2024/2025 y como primer paso de la paritaria de este año. Sin embargo, la Secretaría de Trabajo a cargo de Julio Cordero advirtió que no se homologará un incremento que supere el 1%.
“El sector empresario mantiene aún una deuda sin resolver de la paritaria 2024/2025, que culminó el 31 de marzo pasado, y tampoco ha mostrado interés en avanzar en acuerdos salariales del nuevo periodo, que comenzó en abril de 2025”, señaló la Federación sindical en un comunicado.
El caso aparece calcado a lo que sucede con el sindicato de Comercio que conduce Armando Cavalieri. Acuerdo entre partes y un freno que impone el Estado.
Desde la CGT siguen en silencio, pero con atención las negociaciones paritarias. En ese marco, la preocupación por la conflictividad que crece dentro de los gremios es notoria. “Se están fortaleciendo la oposición en los gremios. Hay conflictos en la UTA, en Comercio, en la UOM, en muchos de los sectores con más afiliados”, confía uno de los dirigentes que sigue con rigurosidad los conflictos gremiales.
La CGT, las paritarias y los conlfictos internos
Desde de la CGT advierten que el Gobierno no contempla la variable interna de los gremios que es lo que va a llevar a la profundización de los conflictos. “Cada vez que no homologan una paritaria están obligando a los gremios dialoguistas a endurecer la posición”, detallan desde la central obrera.
En el caso puntual de la Federación de Petroleros la sangre puede llegar al río el próximo martes. Hasta ese día esperarán los dirigentes. Si no hay homologación habrá paro en las refinerías.
Los representantes de los trabajadores, como sucedió en Comercio, llevan negociaciones paralelas con las empresas para intentar destrabar el conflicto. En ese marco, YPF ya avisó que si no hay homologación no pagará el acuerdo.
Más allá de las charlas mano a mano con las distintas empresas el gremio no abandonará el dialogo y apuesta a tener una respuesta favorable antes del martes.
La amenaza concreta, en caso de no lograr un acuerdo, tiene que ver con un paro que, de extenderse, podría afectar el abastecimiento en todo el país. Por lo menos así lo plantean los dirigentes del sector.