El partido de vuelta entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana fue escenario de una verdadera batalla cuerpo a cuerpo: el choque entre barrabravas obligó la suspensión del encuentro, seguida de la inmediata expulsión de ambos equipos de la competencia.
Según el reporte de la agencia Noticias Argentinas, el caos comenzó cuando seguidores del conjunto chileno, ubicados en la tribuna alta, comenzaron a arrojar proyectiles hacia los hinchas del "rojo" que se encontraban en la parte baja, lo que desató una feroz respuesta.
La Conmebol oficializó la suspensión del encuentro apuntando a la "falta de garantías de seguridad por parte de Independiente" y derivó el caso al tribunal de disciplina. Por su parte, el presidente del club de Avellaneda Néstor Grindetti calificó el comportamiento de los simpatizantes trasandinos como "repudiable" y denunció que "destrozaron los baños".
El presidente de Chile, Gabriel Boric, también se hizo eco de los enfrentamientos registrados en el estadio Libertadores de América: “Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La justicia deberá determinar los responsables”.
En su cuenta de X, el jefe de Estado continuó: “Ahora nuestra prioridad como gobierno es conocer el estado de nuestros compatriotas que han sido agredidos, asegurar su atención médica inmediata y que a quienes están detenidos se les respeten sus garantías. Para ello estamos trabajando con embajada, consulado, Cancillería y Ministerio del Interior”.
120 detenidos y un herido grave
En sus primeras declaraciones tras los incidentes, el embajador chileno José Antonio Viera-Gallo informó que 9 personas fueron internadas: 8 chilenos y uno argentino, este último herido de gravedad.
“Los incidentes son graves, hay heridos de ambas partes, algunos con arma blanca”, amplió en dialogo con radio Cooperativa de Chile.
El partido fue suspendido en el minuto 48, cuando el marcador estaba 1-1. Lo más grave ocurrió al momento de que se desalojara casi por completo la tribuna Pavoni alta, donde se encontraban los fanáticos chilenos. Sin medir advertencias, ingresó un centenar de barras de Independiente a golpear e incluso apalear a los rivales.
Durante el ataque, un hincha de la "U" saltó al vacío. Otros salieron desnudos y ensangrentados hacia el exterior, donde también se vivieron diversos choques.