El banco de inversión JP Morgan publicó un informe con proyecciones optimistas sobre la inflación en Argentina para 2025, a pesar de la actual incertidumbre económica. Según el reporte, si el gobierno argentino logra implementar un plan de estabilización efectiva, la inflación podría descender de manera significativa en los próximos años. El informe indica que, bajo condiciones favorables, la inflación mensual promedio podría situarse en el 2% durante 2025, lo que implicaría una tasa de inflación interanual de aproximadamente 35% hacia finales de ese año.
La proyección de JP Morgan está basada en una serie de supuestos económicos que, de cumplirse, permitirían este descenso en los precios. Entre las medidas destacadas por el banco se encuentra la unificación del mercado cambiario, así como la implementación de un "régimen cambiario sostenible", que generaría un "shock de credibilidad" y consolidaría una tendencia de desaceleración inflacionaria. Los analistas señalan que este tipo de políticas, si se adoptan con rapidez y eficacia, podrían llevar a que la inflación mensual se estabilice en torno al 2% el próximo año, con una tasa interanual significativamente más baja que los niveles actuales.
Sin embargo, JP Morgan también advierte que este escenario no está asegurado y enfrenta riesgos importantes. El informe señala que la demora en la liberación de los controles de capital podría dificultar el proceso de estabilización y aumentar la brecha cambiaria, lo que generaría presiones adicionales sobre la inflación, especialmente de cara a las elecciones legislativas de octubre de 2025. “El riesgo radica en posibles demoras en la liberación de los controles de capital”, alerta el informe, lo que podría repercutir negativamente en la economía y complicar los esfuerzos de control inflacionario.
Proyecciones para el cierre de 2024
Antes de llegar a los pronósticos alentadores para 2025, JP Morgan ofrece una evaluación del escenario inflacionario para el cierre de 2024, que presenta desafíos considerables. El banco estima que la inflación mensual promediará un 3,7% en el último trimestre de 2024, con un leve repunte hacia finales de año. Este aumento de la inflación estaría ligado a la transición hacia un nuevo conjunto de políticas económicas, entre ellas la unificación del mercado cambiario. Este proceso, según el informe, es crucial para la estabilización de la economía, pero podría generar volatilidad en los precios a corto plazo.
El informe destaca que la tasa de inflación interanual para diciembre de 2024 rondaría el 125%, lo que refleja las dificultades actuales para controlar el aumento de los precios. Esta cifra marca una diferencia notable respecto a los pronósticos más optimistas para 2025, en los cuales la inflación interanual se reduciría a cerca del 35%, siempre y cuando se implementen las reformas necesarias.
“Se espera que la inflación mensual promedie un 3,7% en el cuarto trimestre de 2024”, se lee en el informe, lo que representaría una ligera mejora respecto a los niveles de inflación observados en meses anteriores, pero aún lejos de los objetivos a largo plazo.
Factores que impulsan la desaceleración de la inflación
El principal motor de la desaceleración inflacionaria prevista por JP Morgan para 2025 es la implementación de un marco de políticas más creíble, respaldado por un programa de estabilización económica. El informe subraya que uno de los aspectos clave para lograr esta reducción en la inflación es la eliminación gradual de los controles de capital. Los analistas consideran que avanzar hacia una mayor libertad en los mercados y ajustar los "precios relativos" son condiciones indispensables para consolidar una desinflación sostenible.
La credibilidad de las políticas económicas será un factor determinante para reducir la inflación a largo plazo. Sin embargo, JP Morgan advierte que el proceso de desinflación no será inmediato ni fácil de alcanzar. El informe alerta sobre el riesgo de que la demora en la implementación de las reformas estructurales necesarias podría exacerbar las presiones inflacionarias a corto plazo. A pesar de estas advertencias, JP Morgan mantiene una perspectiva optimista para el mediano y largo plazo. “En un contexto de programa de estabilización y un régimen cambiario sostenible que impulse un shock de credibilidad, se vislumbra un margen para que la inflación desacelere a un nivel promedio mensual del 2% durante 2025”, afirma el reporte.
Por otro lado, el informe también recoge algunos datos alentadores de la economía argentina en los últimos meses. Según el banco, los primeros datos de octubre muestran una nueva desaceleración en la inflación mensual, que se situó en torno al 3,1%. Esta baja en la inflación está vinculada principalmente a la moderación en los precios de los alimentos, que aumentaron solo un 0,6% en la primera semana del mes, y a la caída en los precios del gas y los combustibles, que registraron una disminución del 4,5% y 1% mensual, respectivamente.
A pesar de estas señales positivas, JP Morgan considera que será difícil que la inflación mensual baje del 3% en el corto plazo. El informe sostiene que “lograr una inflación mensual por debajo del 3% en los próximos meses podría ser un desafío”, dada la actual estructura económica y las políticas vigentes.
Riesgos y desafíos hacia el 2025
Aunque el escenario proyectado por JP Morgan para 2025 es relativamente optimista, los riesgos que enfrenta la economía argentina siguen siendo elevados. El informe destaca que la implementación de un programa de estabilización será clave para consolidar una desinflación sostenible, pero advierte que las demoras en la eliminación de los controles de capital y la unificación del mercado cambiario podrían comprometer estos avances.
Además, el banco señala que las elecciones legislativas previstas para octubre de 2025 podrían añadir incertidumbre política, lo que podría afectar el rumbo de las reformas económicas necesarias. JP Morgan advierte que los retrasos en la ejecución de estas políticas podrían resultar en un aumento de la inflación en un contexto preelectoral, afectando la estabilidad económica a corto plazo.