Lo habitual es relacionar el centro de la Ciudad de Buenos Aires con la avenida Corrientes y su cartelera teatral. Tal vez porque sea una de las capitales teatrales más importantes a nivel mundial detrás de Broadway y el West End londinense. Pero hay otras actividades para realizar tanto o más atractiva que esa y que es muy porteña también: visitar las cúpulas de Buenos Aires.
No hay información oficial pero se estima que son alrededor de 300, sobre todo concentradas en el casco histórico, que mezclan distintos estilos arquitectónicos como el árabe, español, el ruso, art nouveau, neogótico. Son un signo de la Belle Époque de la ciudad de fines del siglo XIX y comienzo del XX. Nos recuerda aquel símbolo de la burguesía y ese anhelo de mostrar estatus y progreso.
El proyecto Noche de Cúpulas propone visitar algunas de las más simbólicas que son parte del patrimonio urbano y sumarle una propuesta artística con jóvenes actrices, performers, directores y dramaturgos de la escena independiente argentina. Ya se recorrieron, copa de vino en mano, la del edificio La Inmobiliaria del barrio de Monserrat construida en 1910, la del elegante Palacio Bencich, la cúpula Mono Giraud en el edificio del Ferrocarril Central de Córdoba en San Martín 201 y otras.
Este sábado 12 y domingo 13 le toca el turno al Palacio Barolo. Celebrando los 102 años de esta joya de la arquitectura inspirada en la Divina comedia de Dante Alighieri. Justamente, este paseo por el cielo y el infierno será guiado por la poesía de la escritora uruguaya Marosa Di Giorgio, de la mano del director Juan Parodi, la actriz Vanesa Maja y el músico Gonzalo Gamallo. La vista más bella de Buenos Aires mira a su mellizo montevideano, el Palacio Salvo, en una Invocación divina.
Las visitas se producen en tres horarios: sábado 12 de julio a las 17:30, 19:30 y 21 horas. Domingo 13 a las 17, 18:30 y 20 horas. La duración de la experiencia es de 60 minutos y quien la ha realizado, confiesa que de ahora en más, cuando camina por la ciudad, eleva su mirada al cielo porteño y sus mágicas cúpulas.