26 de octubre 2025 - 9:05hs

La idea no es improvisada. En la Casa Rosada ya trazaron el mapa del nuevo “zócalo” de poder: Provincias Unidas más los peronistas no kirchneristas. Con ellos quieren construir la mayoría que le permita a Milei aprobar leyes sin la intermediación de Macri ni del PRO, a quienes dan por “adentro” en términos de acompañamiento básico. “La gobernabilidad es con los gobernadores”, repiten en el primer piso en donde barajan la chance de invitar a los mandatarios provinciales a la gira por los Estados Unidos en noviembre.

Javier Milei, lejos de Mauricio Macri y cerca de los gobernadores dialoguistas

Ese esquema se apoya en una lectura de dos tiempos. Tiempo uno: el domingo. El oficialismo necesita un resultado razonable para oxigenar el clima interno y terminar de ordenar quién manda en la mesa política. Tiempo dos: desde el lunes, acelerar las rondas con Ignacio Torres, Claudio Poggi, Leandro Zdero, Gustavo Valdés, Rogelio Frigerio, Alfredo Cornejo, Carlos Sadir, Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro, más los mandatarios peronistas pragmáticos. La señal que quieren emitir es institucional: acuerdos federales, agenda compartida y un puente permanente con el Congreso.

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No es solo una preferencia doméstica: Estados Unidos pidió previsibilidad y reformas votadas, no únicamente blindajes defensivos. En ese tablero, en el oficialismo reconocen que el PRO alcanza para sostener vetos, pero el desafío es sumar votos positivos para transformar el programa en leyes. Ese “cambio de chip” es el que Milei pretende cristalizar en la segunda mitad del mandato.

El presidente Javier Milei junto a los gobernadores en la Casa Histórica de Tucumán, tras la firma de Pacto de Mayo
Gobernabilidad: Javier Milei acelera los contactos con los dialoguistas para no depender de Mauricio Macri.

Gobernabilidad: Javier Milei acelera los contactos con los dialoguistas para no depender de Mauricio Macri.

El Gobierno seduce a los gobernadores y mantiene lejos al PRO

El elenco para esta fase está definido. Guillermo Francos oficiará de primer interlocutor político. Lisandro Catalán coordinará la ingeniería del Interior, y Santiago Caputo bajará línea de estrategia y prioridades, con foco en las reformas que puedan construirse con mayorías variables. El objetivo es rearmar puentes que se dañaron en los meses de pulseada con las provincias y, sobre todo, ordenar la conversación: menos Twitter, más telefonazos y borradores de proyectos que nazcan con piso de acuerdos, no con promesas a posteriori.

¿Cuál es la agenda posible? Fiscales y administrativas que los gobernadores están dispuestos a discutir: alivio normativo para inversiones, modernización estatal, marcos para infraestructura con cofinanciamiento y capítulos de seguridad (cooperación judicial, crimen organizado, fronteras). En el radar aparece también un paquete de gobernanza presupuestaria que le dé al Ejecutivo herramientas de gestión sin desfinanciar a las provincias. El mensaje es “ganar-ganar”: Milei no cede la brújula anti-casta, pero reconoce que la gobernabilidad se construye con poder territorial sentado a la mesa.

Mauricio Macri, por ahora en silencio

El punto más sensible es político: Macri. En Balcarce 50 sostienen que el expresidente ya dio su apoyo y que cualquier entendimiento futuro será institucional, no de cogobierno. Además, el pedido de cambios en el Gabinete encendió alarmas en el mundo Milei y fortaleció la decisión de cerrar la puerta a un acuerdo de dependencia con el fundador del PRO. La prioridad pasa por estabilizar el vínculo con los mandatarios que pueden aportar votos en ambas cámaras.

Mauricio Macri Guillermo Francos
Gobernabilidad: Javier Milei acelera los contactos con los dialoguistas para no depender de Mauricio Macri.

Gobernabilidad: Javier Milei acelera los contactos con los dialoguistas para no depender de Mauricio Macri.

El plan reconoce errores y corrige. En el oficialismo admiten que competirles a los gobernadores en elecciones locales fue un tiro en el pie que dinamitó acuerdos y generó desconfianza. La rectificación es explícita: recomponer con todos los dialoguistas, con un calendario de reuniones que no dependa del humor de la coyuntura. Aun con un domingo áspero, la hoja de ruta del lunes no cambia: reconstruir y concretar.

El timing importa. Milei quiere mostrar velocidad política: anunciar la ronda con gobernadores, exhibir compromisos temáticos y, en paralelo, enviar al Congreso un primer paquete “acordado” para medir musculatura legislativa sin dramatismo. Si ese debut sale bien, el Gobierno gana aire, disciplina interna y narrativa de eficacia. Si sale mal, reajustará el orden de prioridades, pero no volverá a la dependencia de un aval personal de Macri.

La apuesta es clara: federalizar la gobernabilidad y convertirla en una mayoría de trabajo. Si el oficialismo logra que los mandatarios se sientan socios de un proceso la segunda mitad del mandato puede tener una arquitectura más estable: menos épica improvisada y más política profesional. La mesa Milei–Francos–Catalán–Caputo ya tomó nota. Desde el lunes, todas las sillas apuntan a las provincias.

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