A tres días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro prohibió el ingreso del periodista argentino Jorge Pizarro, quien este jueves fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, en la ciudad capital de Caracas, para ser deportado. Pizarro había viajado para realizar la cobertura periodística de las elecciones para Radio Rivadavia cuando las autoridades migratorias lo retuvieron, lo sometieron a varios interrogatorios y finalmente decidieron rechazarlo “por no cumplir con los requisitos para el ingreso al país”.
Y es que, en las primeras elecciones en las que Maduro enfrenta posibilidades ciertas de perder en las urnas, el régimen limitó las visas de periodistas y las acreditaciones. En efecto, El Observador intentó infructuosamente acreditar periodistas y obtener los visados correspondientes y chocó contra la barrera burocrática. Según pudo saber este medio, el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información abrió las acreditaciones en el mes de abril, únicamente durante una semana, como un modo de evitar el trabajo de periodistas independientes de medios extranjeros. A principios de julio, varios embajadores de diferentes países destinados en Caracas reclamaron infructuosamente al régimen que volviera a abrir las acreditaciones.
Las elecciones presidenciales en Venezuela se llevarán a cabo en un clima enrarecido, en el que el dictador venezolano advirtió que sobre la posibilidad de un "baño de sangre" si gana la oposición. Y es que, por primera vez en dos décadas de chavismo en el poder, los vientos de cambio se perciben en toda la sociedad venezolana, que sigue los comicios con expectativa pero también con escepticismo, por la posibilidad de que el régimen ejecute maniobras de fraude o desconozca los resultado de la elección, algo que fue advertido por el presidente brasileño Lula da Silva. También el ex presidente argentino Alberto Fernández advirtió que Maduro deberá acatar el resultado de las urnas, lo que le valió que la dictadura venezolana lo "desinvitara" como veedor.
Según contó Pizarro en comunicación con la radio en la que trabaja, cuando se disponía a realizar el trámite de ingreso al país, lo apartaron de la fila. "Pensé que era una cuestión de rutina hasta que una señorita que tenía un uniforme color azul marino con un ploteo verde flúo bastante desagradable y un escudo que decía Ministerio Público y Popular me interrogó severamente, sin explicarme por qué. Esa señorita me pasó a otra persona de civil, que me volvió a hacer, inexplicablemente, casi el mismo interrogatorio", explicó.
Tras ser sometido a diversos interrogatorios, los oficiales amenazaron con detenerlo: “Cando osé decirle por qué me preguntaban tantas veces lo mismo si yo había contestado siempre igual, y no había ningún motivo para trastabillar porque las preguntas eran bien puntuales, prácticamente por haberle preguntado eso casi me pone preso. Me dijo que las preguntas las hacía él, que yo no podía responderle nada, excepto lo que él me dijera”.
“Ahí por primera vez entendí lo que estaba pasando. A partir de ahí me interrogaron 10 veces, básicamente son las mismas ocho preguntas, me sacaron 14 fotos en escenarios distintos, me retuvieron el pasaporte, me llevaron a una oficina de Aislamiento y Deportación, y me hicieron grabar un video”, comentó. Y sobre la grabación, detalló: “En ese video, que fue en un cuartito de 2x2 todo blanco, con una cámara en el techo que te apunta, hay un escritorio, una silla en la que solo te podés sentar cuando te permiten, sino todo tuve que hacerlo de pie, y cuando me senté me dijeron ‘usted tiene que grabar un video diciendo quién es, a qué vino y qué pretende hacer acá'”.
“Las acreditaciones para venir acá se entregaban hasta el mes de abril, y no había excepción alguna. La Embajada venezolana en Buenos Aires no daba muchas respuestas y sólo te sugería que cuando llegaras aquí te presentaras ante la autoridad electoral para validar quién eras, de dónde venías, a qué empresa representás, cuál es tu misión y validarte profesionalmente. Eso lo iba a hacer en las primeras horas del día de hoy, pero no llegué porque me mantuvieron en esa sala, me separaron de mi mochila, me sacaron mis celulares, me sacaron la ropa que tenía, durante 6 horas no me dieron ni un vaso de agua, yo tenía que tomar una medicación y no me lo permitieron, y prácticamente no me dejaron ir al baño”, relató.
Finalmente, Pizarro fue deportado en un vuelo de la aerolínea Copa Airlines, la misma con la cual llegó a Venezuela vía Panamá.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) emitió un mensaje de rechazo: “Repudiamos enérgicamente la detención y posible deportación del periodista Jorge Pizarro. Reclamamos a las autoridades de Venezuela la habilitación sin condicionamientos a todos los periodistas enviados a ese país a cubrir las elecciones del próximo domingo”.
