El jefe del Estado argentino, Javier Milei, está interesado en organizar en Buenos Aires una reunión cumbre con líderes de la región que apoyaron la resolución de la OEA contra el régimen de Nicolás Maduro, que se autoproclamó ganador en las elecciones presidenciales de su país pero aún no mostró las actas que lo avalan.
El Presidente pretende diferenciarse de aquellos presidentes que muestran ambiguedades como su par de Brasil Inacio Lula da Silva o el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, que en la última búsqueda de consenso para un pronunciamiento de la OEA prefirieron abstenerse en la votación en contra de Maduro.
La oposición en ese país, que lidera la dirigente proscripta Corina Machado, asegura haber ganado los comicios del último domingo cuyo candidato fue Edmundo González Urrutia.
Milei quiere posicionarse como referente en América Latina frente a la crisis en Venezuela. Desde que estalló la crisis en Venezuela, el domingo de las elecciones, marcó una posición muy dura en contra del dictador Maduro por desconocer los resultados, y en el entorno presidencial admitieron que, más allá de la ideología libertaria, el Presidente busca posicionarse estratégicamente como “líder regional” frente a Occidente.
Especialmente, en contraposición a Lula da Silva, el mandatario brasileño, que mantiene una postura cautelosa. Fuentes de la Casa Rosada informaron que empezaron conversaciones con sus pares de los países que firmaron la resolución fallida de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra el chavismo, con el fin de desarrollar un documento conjunto en paralelo y, posiblemente, convocar a una cumbre con los jefes de Estado para marcar posición de manera contundente.
“Estamos conversando para armar una cumbre con todos”, dijeron en la Casa Rosada, en referencia a los líderes de los países de la región que, además de la Argentina, impulsaron junto a Estados Unidos y Canadá una iniciativa conjunta para pedirle a la Cámara Nacional Electoral venezolana publicar las actas.
Por ahora se reservaron los detalles de esos diálogos, pero en América Latina votaron a favor de la medida en el organismo continental Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Uruguay y Argentina.
“Javier se quiere posicionar lógicamente como el líder de defensa de la democracia ante el mundo libre. Lula ya eligió de qué lado de la historia quiere pararse”, deslizó un importante colaborador del mandatario argentino que sigue de cerca el desarrollo de la política exterior del gobierno nacional.
La canciller Diana Mondino reconoció a Edmundo González como presidente electo en un tuit, una postura que la Casa Rosada pensaba adoptar después de que estuvieran a salvo los seis refugiados en Caracas, y que la Casa Rosada salió a desmentir, a través de la propia Cancillería, minutos después, para evitar ponerlos en riesgo.
Mondino lleva desde el domingo la voz cantante del Gobierno sobre el tema Venezuela, a pesar de los roces con Javier y Karina Milei por la gestión diplomática de hace un mes. La funcionaria había sido enviada como representante del país a la sesión especial de la OEA para plantear la postura de la Argentina sobre los fraudulentos comicios.
En el último texto de la OEA impulsado por Milei hubo mayoría de votos pidiendo la exhibición de las actas
El texto planteaba la necesidad de que se den a conocer todas las actas de la elección, como pidieron muchos países, pero agregaba la participación de "organismos de observación independientes", lo que fue considerado una "intromisión en los asuntos internos" de Venezuela.
Una resolución que exigía a las autoridades de Venezuela publicar de inmediato las actas de las elecciones del domingo no alcanzó no obstante los votos necesarios para ser aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), luego de que se abstuvieran naciones como Brasil, Colombia y México.
En la sesión extraordinaria de la OEA celebrada en Washington, el texto contó con 17 votos a favor, ninguno en contra, 11 abstenciones y cinco ausencias, impidiendo alcanzar la mayoría absoluta de los miembros del organismo panamericano requerida para la aprobación.
El texto instaba al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que el lunes por la madrugada proclamó la victoria del presidente Nicolás Maduro en unos resultados rechazados por la oposición, que "publique inmediatamente los resultados de la votación" en cada mesa electoral.
El documento también exigía que "se lleve a cabo una verificación integral de los resultados en presencia de organizaciones de observación independientes para garantizar la transparencia, credibilidad y legitimidad de los resultados". Esta fue la frase que rompió el consenso dentro del organismo, ya que países como Brasil y Colombia pedían que fuera suprimida para dar su voto a favor. Según informaron fuentes diplomáticas a la agencia EFE, Perú y Panamá se negaron a retirarla y "bloquearon la negociación".
Votaron a favor de la resolución Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, la República Dominicana, Surinam y Uruguay. Se abstuvieron Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía. No participaron en la sesión Dominica, México, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tobago, además de Venezuela, ausente desde hace tiempo.