El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, apuesta a que Javier Milei sea su socio en América Latina para frenar la avanzada de China durante los próximos cuatro años. En Mar A Lago, residencia del republicano que se convirtió en su comando de transición, ven con preocupación la proliferación de administraciones "de izquierda" y planean una contraofensiva.
Trump quiere compensar la cantidad de administraciones que tienen perfiles ideológicos desde el centro hasta la izquierda en América Latina y para eso busca consolidar la creación de espacios que hagan un contrapeso durante los próximo cuatro años. "No va a ser una intervención directa", le dijo a El Observador un integrante del equipo de campaña del presidente electo de los Estados Unidos.
La relación que Donald Trump busca con Javier Milei
Milei y Trump se vieron personalmente sólo una vez durante el encuentro de la CPAC a principio de año. En esa reunión se tomaron las únicas imágenes de ellos juntos que hay. Sin embargo, el entorno del presidente electo de los Estados Unidos pondera al mandamás argentino y lo tiene presente como una figura de la derecha a nivel internacional. De ahí el creciente interés por el líder de La Libertad Avanza (LLA).
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Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ve en Javier Milei un socio para frenar el avance de China.
Los vínculos con Argentina se extienden a lo largo y a lo ancho de la campaña de Trump. Su recientemente nombrada jefa de Gabinete, Susan Summerall Wiles, quien además se encargó de comandar la campaña a nivel nacional, conoce a la perfección a la administración de Milei. Su hija forma parte de la consultora y estudio jurídico Continental Strategy. El dueño de la firma, Carlos Trujillo, posee una oficina en Buenos Aires en sociedad con el senador provincial del PRO, Alex Campbell. El exconcejal de San Fernando está anotado como uno de los nombres en danza para ser embajador en Estados Unidos.
Las conexiones en Estados Unidos que favorecen a Javier Milei
El canciller argentino Gerardo Werthein tiene un rol clave por el acercamiento que generó entre Milei y el dueño de X, el empresario Elon Musk, que se convirtió en esta campaña en uno de los lugartenientes de Trump. El presidente argentino cultivó, gracias a ese vínculo, una relación directa con el también mandamás de Tesla e incluso fue a una de las plantas de la automotriz en Texas.
El estratega de Trump, Dick Morris, también conoce a la perfección a Milei ya que fue él quien comenzó hace décadas a trabajar con los espacios de centro derecha y derecha en la Argentina. Por todas estas conexiones, y más aún, es que el entorno del republicano tiene al presidente argentino en el centro de la escena.
Otro punto de contacto entre ambas administraciones será la energía. Trump, de acuerdo a lo que reconstruyó este medio, apuesta a la exportación de petróleo y gas como una forma de dominio en la geopolítica en detrimento del poder militar. Milei tiene en ese rubro una de las políticas para aumentar el comercio del país con el mundo.