23 de diciembre 2025 - 18:07hs

El desembarco en el club azulgrana se da en el medio de la avanzada del Gobierno contra Tapia y su mano derecha, Pablo Toviggino, una pelea que la Casa Rosada eligió convertir en bandera y que ya atravesó comunicados, denuncias cruzadas y una ofensiva política sostenida. De concretarse la avanzada, el oficialismo tendría un asiento en la AFA. En Balcarce 50 sostienen que el fútbol argentino funciona como un sistema de poder paralelo: mueve recursos, construye influencia territorial y administra lealtades. Milei, que llegó a la Presidencia prometiendo romper con la “casta”, ahora busca disputar ese tablero desde adentro.

El Gobierno se mete en la pelea por la presidencia de San Lorenzo

La apuesta con Pareja tiene un objetivo inmediato y otro más ambicioso. El corto plazo es competir -en principio, en las elecciones previstas para mayo de 2026- y construir una lista que no sea testimonial. El largo plazo, en cambio, es mucho más sensible: que un dirigente libertario pueda expresar la postura de la Casa Rosada dentro de la AFA y romper la hegemonía dirigencial que el oficialismo identifica con Tapia y su entramado. Dicho de otro modo: el Gobierno quiere dejar de pelear contra la AFA desde afuera y empezar a generar volumen político dentro del sistema que hoy cuestiona.

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El contexto en San Lorenzo no era algo que el Gobierno podía desaprovechar. La derrota de Lammens, que intentó volver a ser presidente interino y perdió ante Sergio "Chiche" Costantino. El legislador porteño fracasó en su regreso pero se candidateó en la derrota. Para Milei esta situación le permite competir en un año no electoral contra el kirchnerismo bajo el paraguas del fútbol. De yapa, confrontar con el PRO, partido con el que está identificado el actual mandamás azulgrana.

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El Gobierno impulsa la candidatura de Sebastián Pareja en San Lorenzo tras la derrota de Matías Lammens.

El Gobierno impulsa la candidatura de Sebastián Pareja en San Lorenzo tras la derrota de Matías Lammens.

La salida del ex presidente Marcelo Moretti generó una situación de acefalía en San Lorenzo por lo que la asamblea se reunió de forma extraordinaria para votar una fórmula que lleve adelante el proceso de elecciones internas. La fecha se estipuló para mayo. Costantino se impuso por cuatro votos a Lammens. Pareja, quedó lejos pero con ganas de construir su candidatura.

El trasfondo de la pelea entre Javier Milei y Claudio Chiqui Tapia

En ese marco, la Casa Rosada empezó a “poner toda la carne al asador” para ordenar el armado, sumar apoyos, garantizar músculo de campaña y, sobre todo, darle a Pareja una plataforma que lo saque de la lógica partidaria tradicional y lo coloque en el registro que la vida de los clubes exige: gestión, resultados deportivos, infraestructura, cuentas claras y un discurso creíble frente al socio. En el oficialismo repiten que no se trata de “intervenir” ni de “colonizar” un club, sino de competir en una elección. Pero al mismo tiempo no ocultan el sentido político del movimiento: San Lorenzo es un escenario de alto impacto y, por su peso histórico, permite proyectar un mensaje hacia el resto de la dirigencia del fútbol.

Sebastián Pareja
El Gobierno apuntala la candidatura de Sebastián Pareja como presidente de San Lorenzo.

El Gobierno apuntala la candidatura de Sebastián Pareja como presidente de San Lorenzo.

El condimento interno que vuelve la elección particularmente explosiva es el menú de rivales. Por un lado aparece Matías Lammens, legislador porteño de Unión por la Patria, con trayectoria conocida en el club y con un perfil que inevitablemente nacionaliza la contienda. Por el otro, el actual presidente interino Sergio “Chiche” Constantino, ligado al PRO, que puede intentar capitalizar el argumento de la experiencia y el “orden” institucional frente a dos ofertas que, cada una a su modo, arrastran identificación partidaria. Con ese tablero, San Lorenzo se transforma en una elección de club con formato de PASO: se discute la gestión, sí, pero también se discute poder.

En el entorno de Milei creen que esa nacionalización juega a favor. La lógica es simple: si la contienda se vuelve un plebiscito político, LLA prefiere estar en la cancha y no mirando desde la tribuna. Además, el oficialismo ve una oportunidad táctica: instalar la idea de que el fútbol necesita auditoría social, profesionalización y un corte con prácticas de la vieja política. En privado, algunos libertarios lo plantean en términos más crudos: “Los clubes son la última caja y el último territorio masivo que la política tradicional controla sin competencia real”.

Karina Milei Manuel Adorni Claudio Tapia
El Gobierno apuntala la candidatura de Sebastián Pareja como presidente de San Lorenzo.

El Gobierno apuntala la candidatura de Sebastián Pareja como presidente de San Lorenzo.

La Libertad Avanza debuta en la política dentro de los clubes y se pone la AFA como objetivo

Sin embargo, en la misma Casa Rosada reconocen que el riesgo es alto. La política interna de un club grande no se parece a la lógica electoral partidaria: hay padrón, hay rosca barrial, hay subagrupaciones, hay historia, y hay memoria. La marca Milei moviliza adhesiones pero también genera rechazo, y en un ámbito tan pasional como San Lorenzo eso se potencia. Por eso, el plan -según reconstruyen cerca del armado- es que Pareja tenga un discurso “de club” y no una campaña convertida en sucursal de la grieta nacional. La dificultad será sostenerlo cuando la candidatura nace, precisamente, por una decisión política.

En paralelo, la jugada reacomoda piezas en el conflicto con Tapia y Toviggino. Hasta ahora, el Gobierno desplegó su ofensiva desde el plano público, judicial y comunicacional: denuncias, presión política, instalación mediática de sospechas y un discurso persistente contra “las mafias” del fútbol. Con una candidatura en un club grande, el oficialismo suma otra herramienta: mostrar que su pelea no es solo retórica, sino que busca disputar representación real en el sistema. Y, si logra sumar presencia en órganos de decisión, el mensaje a la AFA es todavía más directo.

San Lorenzo busca salir de su crisis institucional

San Lorenzo, por su historia y por su peso, es una vidriera perfecta para ese experimento. Si Pareja logra armar competitividad, LLA podrá venderlo como “el inicio” de una nueva etapa: la política libertaria en el fútbol. Si fracasa, el costo también es claro: quedará expuesto que el oficialismo puede ganar elecciones nacionales pero no necesariamente entiende la cocina del poder deportivo. En términos de Milei, sería una derrota en un territorio simbólico que él mismo decidió transformar en frente de batalla.

Por eso, en el Gobierno lo describen como un test: no solo de Pareja, sino del propio proyecto libertario. La pregunta de fondo es si La Libertad Avanza puede traducir su narrativa de cambio a un mundo donde la lealtad se construye con resultados del domingo, asambleas calientes, obras que se ven y cuentas que cierran. La Casa Rosada cree que sí. Y por primera vez, eligió demostrarlo compitiendo en el lugar donde la política argentina siempre quiso estar: en el fútbol.

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