Francisco Adorni, el hermano del vocero presidencial y legislador porteño electo, Manuel Adorni, asumió recientemente la presidencia del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF), un cargo de gran jerarquía en el Ministerio de Defensa. Su designación se produjo luego de que Bettina Surballe dejara el cargo para asumir la presidencia del Instituto de Obras Sociales de las Fuerzas Armadas (IOSFA), una de las principales obras sociales del país.
El nuevo presidente del IAF, contador público con experiencia en la Municipalidad de Ezeiza y en la Subsecretaría Administrativa del Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires, ya formaba parte del Ministerio de Defensa desde principios de 2024, inicialmente como asesor y luego como auditor interno. Este ascenso a la presidencia del IAF implica un notable avance en su carrera dentro de un sector clave del gobierno.
En su comunicado oficial, el Ministerio de Defensa destacó que esta designación es parte de un "proceso de saneamiento y transformación" que comenzó en diciembre de 2023, con el objetivo de optimizar la gestión en varias de sus dependencias. El ministro Luis Petri, quien lidera esta reestructuración, subrayó que la llegada de Francisco Adorni responde a una "decisión estratégica" para garantizar la continuidad de estos avances. Esta medida ocurre en medio de una serie de reformas en distintas áreas del ministerio, algunas de las cuales generaron controversia.
Un ministerio en transformación
El Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares, organismo clave en la vida de los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, gestiona los pagos a los aproximadamente 300.000 retirados y pensionados de las Fuerzas Armadas. Este instituto es responsable de manejar los aportes y pensiones de los militares, quienes, a diferencia de los trabajadores civiles, no se jubilan sino que pasan a retiro, lo que implica una estructura financiera y administrativa muy particular.
La gestión de Francisco Adorni deberá abordar varios desafíos. Entre ellos, destaca la situación de la IOSFA, que atraviesa una grave crisis financiera, con una deuda superior a los 120.000 millones de pesos, y la necesidad de reestructurar el préstamo de 40 millones de pesos otorgado por el IAF a la obra social. Además, el IAF tiene una importante cartera de inversiones y préstamos, en su mayoría hipotecarios, que deberá gestionar de forma eficaz para evitar mayores complicaciones.
El contexto en el que se realiza este nombramiento está marcado por una serie de tensiones internas dentro del Ministerio de Defensa, especialmente relacionadas con la gestión de Luis Petri. En los últimos meses, varios funcionarios clave en el ministerio renunciaron, incluyendo a Roberto Fiochi, quien estuvo al frente del IAF hasta noviembre de 2023, y a Bettina Surballe, quien pasó al IOSFA. La situación generó una creciente preocupación entre los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad.
Desafíos en la obra social y en la construcción de viviendas
La grave situación económica que atraviesa la IOSFA, con deudas impagas y problemas en la provisión de servicios, es una de las principales preocupaciones de Francisco Adorni en su nuevo cargo. La obra social, que cuenta con más de 500.000 afiliados, es la tercera más grande del país, detrás del PAMI y el IOMA. Sin embargo, su situación financiera es alarmante, y el nuevo presidente del IAF deberá trabajar estrechamente con los responsables de la IOSFA para encontrar soluciones viables a su creciente endeudamiento.
Uno de los temas que Adorni también deberá afrontar es la tasa de interés del préstamo otorgado al IOSFA, que actualmente se encuentra en un 52%. Este préstamo forma parte del endeudamiento de la obra social, que fue un tema de discusión entre los miembros de la gestión actual. Según las declaraciones de Petri, la reducción de la tasa es una prioridad para evitar que la deuda crezca aún más.
Otro desafío significativo para el Ministerio de Defensa es la situación de la empresa constructora de la Armada, COVIARA, que actualmente está atravesando una crisis financiera y laboral. Según fuentes cercanas al Ministerio, COVIARA cuenta con 38 empleados que no cobraron sus sueldos de manera regular, y la empresa tiene una deuda de 1.200 millones de pesos con proveedores. En este contexto, el ministro Luis Petri anunció que se cerrará la empresa, argumentando que "el Ministerio de Defensa no está para construir viviendas". Este cierre se enmarca dentro de una serie de reformas más amplias que buscan reducir el gasto público y optimizar el funcionamiento de las Fuerzas Armadas.