Contexto
¿Por qué el Senado tratará los pliegos de Lijo y García Mansilla?
El 3 de abril, la Cámara Alta debatirá la nominación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como jueces de la Corte Suprema, una de las apuestas más ambiciosas del gobierno de Javier Milei en materia judicial. La postulación de ambos magistrados se dio en el marco de un intento por reformar el máximo tribunal y dotarlo de jueces con un perfil alineado a la nueva administración.
Sin embargo, la forma en la que se llevó adelante el proceso generó un fuerte rechazo. Milei intentó imponer sus candidatos mediante un decreto en febrero, lo que encendió alarmas en sectores de la oposición y dentro del propio oficialismo, dado que la Constitución exige que estos nombramientos sean aprobados por el Senado. Aunque García Mansilla asumió de facto, la falta de acuerdo en la Cámara Alta dejó a Lijo fuera de la Corte.
¿Por qué Villarruel postergó la sesión?
El interbloque de Unión por la Patria (UP) había solicitado una sesión especial para rechazar los pliegos de inmediato, pero Victoria Villarruel, como presidenta del Senado, fijó la fecha para dentro de 15 días. La jugada le da tiempo al Gobierno para intentar negociar apoyos y evitar un revés legislativo que podría debilitar aún más su capacidad de maniobra en el Congreso.
Según trascendió, la postergación fue acordada con sectores aliados al oficialismo, que consideran que el Ejecutivo aún no tiene los votos necesarios para aprobar las nominaciones. De hecho, desde la UCR le sugirieron al Gobierno retirar los pliegos para evitar un fracaso en el recinto.
¿Qué chances tiene el Gobierno de lograr la aprobación de los pliegos?
El panorama es adverso para el oficialismo. Para aprobar las nominaciones de Lijo y García Mansilla se necesita una mayoría especial de dos tercios del Senado. Actualmente, esa mayoría no está garantizada.
El kirchnerismo y gran parte de Unión por la Patria rechazan de plano ambas designaciones. Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, del PRO, firmaron dictámenes en contra, y dentro del radicalismo hay una fuerte resistencia, especialmente tras el intento de nombrar a los jueces por decreto.
Además, legisladores que en otras circunstancias podrían haber acompañado al oficialismo, como Luis Juez, también manifestaron su oposición. “La importancia institucional y el conflicto de poderes que se puede desatar si las cosas se hacen de cualquier manera ameritan una sesión convocada con temario fijo y mínimas reglas de juego acordadas”, advirtió el senador cordobés.
Si la votación se realizara hoy, el rechazo sería un hecho. Por eso, la Casa Rosada apuesta a ganar tiempo y negociar con legisladores de provincias aliadas que puedan inclinar la balanza.
¿Qué otros temas se podrían tratar en la sesión?
Además de los pliegos de Lijo y García Mansilla, hay otros proyectos pendientes en la agenda legislativa que podrían entrar en discusión. Uno de ellos es la ley de Ficha Limpia, que busca impedir que personas con condenas firmes puedan ser candidatas a cargos electivos. La iniciativa ya tiene media sanción de Diputados, pero en el Senado requiere una mayoría especial de 37 votos afirmativos, algo que por ahora no está asegurado.
Otro tema pendiente es la emergencia en Bahía Blanca, una iniciativa impulsada por la senadora Juliana Di Tullio (UP) tras el fuerte temporal que azotó a la ciudad. Este proyecto tiene dictamen de consenso y podría ser aprobado si se incluye en el temario de la sesión del 3 de abril.
¿Qué impacto tendría una derrota del Gobierno en esta votación?
Si el Senado rechaza los pliegos de Lijo y García Mansilla, sería un golpe significativo para el Gobierno de Milei, que ya enfrenta dificultades para consolidar su agenda legislativa. Perder esta votación implicaría no solo un retroceso en su intento por modificar la Corte Suprema, sino también una señal de debilidad política en el Congreso.
El oficialismo aún no ha logrado consolidar una mayoría estable en el Senado, y este episodio podría profundizar sus dificultades para avanzar con futuras reformas judiciales y económicas. Además, una derrota en esta instancia fortalecería a los sectores opositores, que podrían utilizar el rechazo de los pliegos como una demostración de la fragilidad del Gobierno en el ámbito legislativo.
¿Qué hará el kirchnerismo si el oficialismo intenta avanzar con los pliegos?
Desde UP analizaron la posibilidad de auto convocarse para rechazar los pliegos antes de la fecha fijada por Villarruel, pero descartaron la idea por falta de quórum. Argumentaron que algunos legisladores estaban fuera del país y que el feriado del lunes próximo dificultaba la convocatoria.
En el PRO, en tanto, anticiparon que "por ahora" el 3 de abril darán quórum, lo que permitiría que la votación se lleve a cabo. Sin embargo, dentro del oficialismo hay incertidumbre sobre el desenlace. Si el rechazo es inminente, el Gobierno podría optar por retirar los pliegos antes de llegar a la votación para evitar una derrota.
Cómo sigue
El 3 de abril será una fecha clave para el Gobierno y su estrategia en el Senado. En estos 15 días, la Casa Rosada deberá definir si mantiene la apuesta por Lijo y García Mansilla o si, como sugieren sectores de la oposición, retira los pliegos para evitar una votación adversa.