El 5 de mayo de 2025, los senadores nacionales cobraron su sueldo correspondiente al mes de abril, que incluyó un neto de 7,6 millones de pesos, tal como lo indican los recibos de sueldo a los que accedió El Observador en exclusiva. Este pago se da en el contexto de la discusión no resuelta sobre el futuro de sus dietas. A pesar de que el congelamiento de estas dietas venció el 31 de marzo, los legisladores no han llegado a un acuerdo final sobre un nuevo esquema salarial, y la cuestión sigue pendiente.
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La polémica por los haberes de los senadores no es un asunto reciente. Desde el inicio de la gestión de Javier Milei y el ascenso de su bloque libertario, los sueldos de los legisladores nacionales comenzaron a estar bajo el foco de la discusión pública. En abril de 2024, el Congreso aprobó, a puertas cerradas y con consenso entre oficialismo y oposición, un nuevo esquema de dietas que aumentaba considerablemente los salarios de los senadores. Este acuerdo implicaba un aumento importante en la cantidad de módulos utilizados para el cálculo de las dietas, sumando 4.000 módulos en total, en lugar de los 2.500 que se usaban previamente. De estos 4.000 módulos, 2.500 correspondían a la dieta básica, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo para aquellos senadores que no vivían en la Ciudad de Buenos Aires.
El aumento fue significativo. Con la aplicación de este sistema, los senadores pasaron a cobrar en aquel momento unos $7 millones brutos por mes, una cifra muy superior a los valores anteriores. Además, se incorporó una dieta adicional a las 12 habituales, correspondiente a un aguinaldo extra, lo que generó un debate tanto en la opinión pública como entre los propios legisladores. Sin embargo, la polémica se desató cuando los aumentos se vincularon a una paritaria que había sido cerrada en los sectores legislativos, lo que generó aún más tensiones.
La situación se agravó cuando, a mediados del año pasado, el presidente Javier Milei y su círculo cercano comenzaron a criticar fuertemente los aumentos salariales en el Congreso, especialmente en un contexto económico donde el ajuste fiscal era uno de los ejes del gobierno. En agosto de 2024, como respuesta a estas críticas, se impuso un congelamiento de las dietas de los senadores, que se extendió inicialmente hasta el 31 de diciembre de ese mismo año. Esta medida, aunque respaldada por la mayoría de los legisladores, no hizo desaparecer las tensiones internas, y la discusión sobre el aumento volvió a surgir en enero de 2025.
La reactivación del conflicto
El conflicto salarial se reactivó a principios de 2025, cuando en enero, el Senado aprobó una resolución firmada por la vicepresidente Victoria Villarruel que extendía el congelamiento de las dietas hasta el 31 de marzo. Este congelamiento afectaba tanto a los senadores como a los empleados legislativos. Sin embargo, a finales de marzo, el congelamiento llegó a su fin, y con ello, se reactivó el cálculo de las dietas basado en el valor del módulo, que es el parámetro utilizado para determinar los salarios de los legisladores.
El 1 de abril de 2025, el valor del módulo pasó de $2.225,25 a $2.285, lo que significó un incremento en las dietas de los senadores. A partir de ese aumento, el sueldo bruto mensual de los senadores alcanzó los $9,1 millones, lo que se traduce en un neto que podría rondar entre los $6,5 y $8 millones, dependiendo de los descuentos por impuestos y otros conceptos. Este incremento se basó en las paritarias cerradas en abril por el gremio de empleados legislativos APL (dirigido por Norberto Di Próspero).
El sueldo de abril y la incertidumbre en el Senado
A pesar de que la cuestión de las dietas sigue sin resolverse de manera definitiva, los senadores ya han percibido el sueldo correspondiente al mes de abril, que en el caso de la documentación obtenida se observa que asciende a $7,6 millones netos, entre dietas y gastos de representación. La cifra final es un neto luego de descuentos como el impuesto a las ganancias y otros cargos relacionados con las dietas y beneficios adicionales.
La próxima sesión, que se llevará a cabo este miércoles 7 de mayo, podría ser una nueva oportunidad para que los senadores aborden este tema, aunque nada parece indicar que los bloques vayan a tomar un postura pública y expresa sobre esta cuestión.