Cuando se apagaron las luces del estadio y empezaron a mostrar edificios siendo derrumbados, el ambiente se empezó a excitar. Algo de la mística libertaria estaba empezando a sentirse ante la inminente llegada del presidente Javier Milei.
Las puertas del escenario se abrieron y el mandatario irrumpió desatado, escoltado por su custodia, cantando “Panic Show” de La Renga, una canción que se convirtió en marca registrada del mileísmo. El ingreso, sin embargo, se extendió más de lo previsto: entre los pogos y la euforia del público, varias personas tuvieron que ser asistidas. Era una escena más cercana a un recital de rock que a un acto político.
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"Les quiero dar las gracias a quienes hicieron esto posible. Y en especial al triángulo de hierro, a Karina Milei y a Santiago Caputo" fue una de las primeras frases que Milei pronunció. Y procedió a agradecerle primero a la agrupación juvenil que responde a su hermana, La Púrpura, y luego a Las Fuerzas del Cielo, los jóvenes que responden al joven estratega. Un dato no menor: los afines a Karina estaban ubicados, en su mayoría, en las plateas del estadio, mientras que los liderados por Caputo y el "Gordo" Dan, se encontraban en el campo. ¿Un intento de evitar disturbios entre las facciones libertarias?
El show de la "Banda Presidencial" duró una hora, donde sonaron clásicos del rock argentino, con algunas letras reversionadas para darle aun más una épica mileista al evento. Gestos hacia los propios y hacia quienes acompañan no faltaron: con Diego Santilli, quien ahora encabeza la lista de diputados en Provincia de Buenos Aires, tuvo su momento mano a mano donde lo abrazó ante la mirada de todo el arco político presente.
Una vez que finalizó la performance de Milei y su banda, quien tomó el escenario fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, para darle paso a Agustín Laje, uno de los intelectuales más cercanos al presidente. Una exposición poco relevante, en especial porque el estadio se descomprimió al punto tal de que parecía que se estaba terminando el evento. En el interín, Javier Milei fue a prepararse para lo que sería, ahora sí, la presentación de "La Construcción del Milagro".
Para cuando finalizó, el reloj había superado las dos horas. Nadie va a saber explicar por qué fue tan largo, pero al presidente lo vinieron a ver de todos lados del interior: de norte a sur, de este a oeste, los aficionados se organizaron con las jurisdicciones locales de La Libertad Avanza y acudieron a la capital de la Argentina a presenciar a su líder cantar y presentar un nuevo libro. Desde la cúpula del poder les hicieron valer el viaje que hicieron, y les dieron lo que vinieron a buscar: show.