El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sorprendió con un discurso cargado de reproches hacia el empresariado nacional durante su presentación en el 61° Coloquio IDEA. Ante un auditorio compuesto por ejecutivos, economistas y funcionarios, planteó que “el Estado ya hizo su parte” al eliminar regulaciones y trabas burocráticas, y que ahora es el turno del sector privado de “poner en marcha la economía real”.
“Les dimos la libertad y no hacen nada”, lanzó Sturzenegger, en una frase que sorprendió a muchos de los presentes. “Después de eliminar normas, trámites y registros innecesarios, esperábamos ver un impulso en la contratación, en la inversión, en la toma de riesgos. Sin embargo, seguimos viendo cautela. La libertad sin acción no sirve”, insistió. El tono del ministro fue más directo que en otras ocasiones y dejó entrever cierto malestar en el Gobierno con el ritmo de respuesta empresarial frente a la desregulación económica.
“El Estado se retiró del medio”
En un tramo del discurso, Sturzenegger destacó el trabajo de su cartera en el marco del DNU 70/2023 y la Ley Bases, que dieron inicio a un proceso de desregulación profunda en distintos sectores. “El Estado se retiró del medio, dejó de ser un obstáculo. Hoy los empresarios tienen las herramientas para crecer sin que nadie les diga cómo hacerlo”, subrayó.
Según el ministro, desde diciembre se eliminaron más de 10.000 requerimientos normativos, registros y trámites a nivel nacional. “Argentina era un país donde la burocracia pesaba más que la productividad. Hoy tenemos una economía más liviana, más abierta, más previsible”, sostuvo. Sin embargo, reconoció que esa simplificación normativa “no alcanzará si los actores económicos no cambian su mentalidad”.
La reforma laboral pendiente
Durante su exposición, Sturzenegger desglosó los cuatro ejes centrales de la reforma laboral que impulsa el Gobierno. El primero, señaló, es la elevada carga impositiva sobre el trabajo, que, según advirtió, "asfixia" la creación de empleo formal. “Se discuten mucho las retenciones, pero casi nadie pone el foco en los impuestos que castigan la contratación”, lanzó ante los empresarios.
El segundo punto de su diagnóstico apuntó a las distorsiones acumuladas en los convenios colectivos, donde se incorporaron “peajes” o costos extra que terminan funcionando como “impuestos privados”. “Las convenciones colectivas obligan a pagar conceptos que nada tienen que ver con el salario ni la productividad. Son 100% ilegales”, enfatizó, recordando que el Decreto 149/25 los prohibió expresamente y que esa medida le valió tensiones con cámaras empresarias y sindicatos.
En tercer lugar, el ministro retomó su reclamo hacia el sector empresario por no avanzar en el diseño de sistemas propios de cese laboral, pese a tener libertad normativa para hacerlo. “El año pasado pedí que levantaran la mano quienes lo habían hecho, y nadie la levantó. Este año ya ni lo pregunto: sé que no lo hicieron”, ironizó, cuestionando la falta de iniciativa del sector privado.
Por último, reclamó transparencia en las negociaciones colectivas, especialmente en lo relativo a los aportes y contribuciones que se canalizan hacia el Estado o los gremios. Según denunció, en algunos sectores como Camioneros esos “peajes” equivalen a más de un millón de pesos por trabajador al año, mientras que en Encargados de edificio la cifra ronda los $1,3 millones. “Esos costos los terminan pagando los ciudadanos, como quienes abonan expensas en sus departamentos”, concluyó el ministro de Desregulación.