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Cancillería trabaja en el rediseño del servicio exterior

El ministerio examina la posibilidad de incorporar más funcionarios diplomáticos así como la redistribución de misiones en el mundo
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20 de mayo de 2018 a las 05:00
Una foto actual del servicio exterior uruguayo comparada con una imagen de la década del 70 deja una conclusión sorpresiva en el contexto de un estado que no deja de engordar. En más de 40 años se mantuvo estable la cantidad de funcionarios que tienen el trabajo de representar y defender los intereses del país frente al mundo.

Ese número se sitúa en el entorno de las 400 personas de las cuales alrededor del 50% cumplen sus funciones fuera de fronteras. ¿Necesita la cancillería de un servicio exterior más numeroso para hacer frente a sus desafíos? "Probablemente sí", dijo el director general de la Secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador Carlos Amorín a El Observador.

Para el jerarca es un hecho que el país "no tiene capacidad para estar en todos lados" y por este motivo la cúpula de la cancillería está haciendo un análisis prospectivo a los efectos de determinar si es necesario agrandar el servicio exterior y si el país debería tener más embajadas en el mundo. El estudio también examina la distribución de esos recursos.

"Es un tema de planificación. Estamos empezando a pensar para que quede para la próxima administración, sea cual sea. La idea es pasar raya el año que viene y dejar un estudio sobre el despliegue humano y el lugar para que pueda ser tomado en cuenta", dijo el número tres de ese ministerio, quien afirma que lo que se intenta es encontrar un balance entre pensar la carrera y el día a día.

El número limitado de funcionarios hace difícil la especialización técnica. Si bien la experiencia acumulada va generando determinados perfiles es imposible que un diplomático uruguayo pueda apostar a una sola área de conocimiento. "Por la cantidad de gente que tenemos no se puede decir: usted se dedica a esto y nada más", dijo Amorín.

En la actualidad Uruguay tiene representación ante organismos regionales e internacionales, embajadas, consulados generales y consulados de distritos. Los funcionarios del servicio exterior se desempeñan básicamente en las tres primeras formas de representación mencionadas. Al día de hoy el país tiene 205 funcionarios desplegados en 55 embajadas (de las cuales 52 tienen oficinas consulares) y 28 consulados generales, según un relevamiento hecho por El Observador en base información publicada en la web de cancillería.

Los cónsules de distrito suelen ser honorarios e ilustres desconocidos con le excepción de Ivan Eginsson, el representante uruguayo en Islas Feroe que los uruguayos conocieron gracias a una publicidad en la que se mostraba su fanatismo por la selección uruguaya de fútbol.

El otro cónsul honorario que podrá despertar algún eco es Frank Baxter, exembajador estadounidense en Montevideo durante la presidencia de George W. Bush. Baxter, cuyo enamoramiento por Uruguay hizo que se terminara comprando una casa en Punta del Este, es cónsul de distrito en Sacramento.

El único país en el que Uruguay tiene cónsules de distrito que son funcionarios de la casa es Brasil, donde la red consular es más amplia que en cualquier otro país (13 en total).

La representación ante los organismos internacionales está en Washington (OEA), Nueva York (ONU), Ginebra (allí hay dos delegaciones una para la OMC, Unctad, OMPI y el CCI, y otra para la ONU), París (OCDE y Unesco), Roma (FAO) y Viena (ONU y OIEA).


La mayoría de las embajadas tienen, al menos, dos funcionarios. Pero hay varios destinos
–catalogados como "difícilies"– en los que solo está el embajador: Angola, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Palestina, Guatemala, Nicaragua, Qatar y Rumania.

Estados Unidos, Brasil, Suiza, Argentina y China son los estados en donde se encuentran las representaciones diplomáticas más fuertes, ya sea por los organismos multilaterales que allí tienen sede, la relación comercial bilateral o la importancia política e histórica que tienen.

En Estados Unidos es donde se da la mayor concentración de embajadores uruguayos. Son cinco en total: uno en la embajada en Washington, dos en la representación ante Naciones Unidas en Nueva York y dos en el consulado general de Los Ángeles.

Giro comercial

De las 55 embajadas, hay 19 en las Américas, 16 en Europa, 15 en Asia, cuatro en África y una en Oceanía (Australia). Muchas de esas embajadas tienen concurrencia a otros estados (ver mapa).

La última representación que se abrió este año fue en Yakarta (Indonesia), donde funciona Asean y el último consulado general en instalarse fue en Guangzhou (China). Esto no es casualidad. En lo que va de este siglo se abrieron embajadas en Emiratos Árabes Unidos (Abu Dabi) y Qatar (Doha) –dos países con los que se están trabajando acuerdos de protección de inversiones– y Vietnam (Hanoi). Además se reabrió la embajada en Arabia Saudita (Riad) y Corea del Sur (Seúl) y se amplió la misión en Beijing.

La tendencia es a reforzar Asia y en este caso la lógica comercial viene primero (con la excepción de la apertura en Palestina, que fue un tema exclusivamente político).

"Asia es un mundo que estamos descubriendo. Tenemos el interés de estar más presente", dijo Amorín.

También siguió una lógica comercial la apertura de la embajada en Helsinki (Finlandia), la última que se instaló en territorio europeo. Fue después de la inversión de Botnia en Uruguay que el gobierno decidió abrir una embajada allí, aunque las exportaciones directas de Uruguay a Finlandia sean marginales (apenas US$ 3 millones de de promedio anual entres 2014 y 2017 según un relevamiento hecho por El Observador con datos de Uruguay XXI). En este caso primó que Finlandia pasara a ser el segundo origen de inversión extranjera directa en el país tras Argentina.

Sin embargo, la lógica comercial no siempre se impone en la distribución de misiones alrededor del globo. El relevamiento realizado por El Observador de los principales veinte destinos de exportación en los últimos cuatro años reveló que hay tres países que están en esa lista y en los que Uruguay no tiene embajada. Ellos son Turquía (13), Iraq (16) y Argelia (20), el único país africano que se mete entre los 20 primeros.

Lea también: África redescubierta

En el caso de Turquía hay un consulado general en Estambul que siempre estuvo a cargo de un funcionario honorario. Ahora, por primera vez, un funcionario diplomático de carrera pasará a ser el responsable del consulado dado el fuerte vínculo comercial.

"Turquía se atiende desde Rumania, que parece un poco raro. Se ha respetado determinada sensibilidad política. Pero parece lógico tener un consulado más fuerte con un enfoque comercial", opinó Amorín.

En tanto, los US$ 90,6 millones que Uruguay exportó a Iraq en promedio entre 2014 y 2017 superan ampliamente a los US$ 15 millones que se vendieron a Irán, donde hay una embajada en Teherán.

En Argelia hubo una embajada que se retiró tras la guerra civil en ese país y jamás se volvió a abrir. De hecho, África es el continente donde Uruguay tiene una representación débil. A las tradicionales embajadas de Egipto (El Cairo) y Sudáfrica (Pretoria) hoy se le suman Angola (Luanda) y Etiopía (Adis Abeba), países a los que se les exportó US$ 4,3 millones y US$ 91 mil en promedio respectivamente en los últimos cuatro años. Esas cifras son sensiblemente inferiores a los que se vendió a Marruecos (US$ 15,2 millones), Nigeria (US$ 17,6 millones) y Sierra Leona (US$ 19,8 millones) en promedio en los últimos cuatro años, todos países africanos en los que no hay embajadas.

Amorín dijo que durante esta administración se pensó abrir una embajada en Nigeria, Camerún o Ghana pero que finalmente se desechó esa opción.

El barrio

Antes de la caída del muro de Berlín, Uruguay tenía prácticamente toda América Latina cubierta y una fuerte presencia en Europa Occidental y Oriental.

Por "problemas presupuestales" hubo reducciones en diferentes etapas lo cual llevó a que hubiera cortes en América Central y en Europa Oriental, explicó Amorin. "La única embajada que existió en el Caribe en los últimos 40 años –Trinidad y Tobago– también cerró", dijo.

América es el continente en el que Uruguay tiene una mayor presencia. Existen razones históricas, políticas, culturales y económicas que explican el hecho. De los 20 principales socios, nueve son del continente. Honduras y Belice son los dos países de América Central en el que Uruguay hoy no tiene una embajada.

Por razones políticas y de interés se fue desmembrando el área de influencia de la ex Unión Soviética. La primera en cerrar fue Yugoslavia y la última República Checa, en donde la retirada se ejecutó luego de que Praga se fuera de Montevideo. En esa parte del viejo continente solo quedan dos embajadas: Polonia, que es el "hermano mayor del barrio" y Rumania en donde se mantiene por "reciprocidad".

"No tenemos en Montevideo tantas embajadas residentes como para cerrarla", dijo Amorín.

El promedio anual de exportaciones en los últimos cuatro años a Rumania fue de US$ 4,2 millones, una cifra sensiblemente inferior en comparación a lo que Uruguay vendió a República Checa (US$ 22,3 millones) –por nombrar un país de ese barrio– o a Hong Kong (US$ 53,4 millones), un lugar en donde Uruguay no tiene una embajada.

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