El gobierno presentó este viernes una serie de cambios en la metodología utilizada para fijar los precios de los combustibles que se comercializan al público. El objetivo: ofrecer “mayor transparencia”, “certidumbres” y “estabilidad” en las tarifas, según las autoridades.
¿Cada cuánto se revisarán los precios de los combustibles?
Desde ahora los precios de venta al público se actualizarán cada 60 días. Esa es la periodicidad máxima que permite la ley de Urgente Consideración en su artículo 235.
Esto implica que las próximas actualizaciones en lo que resta de 2025 serán al final de los bimestres julio-agosto; setiembre-octubre y noviembre-diciembre.
En el gobierno anterior y desde junio de 2021 las tarifas se revisaban cada 30 días, un esquema criticado desde la fuerza política del Frente Amplio hoy en el gobierno.
PPI, "factor de estabilización" y subsidio del supergás
Para realizar los ajustes se tomará como referencia el promedio del Precio Paridad de Importación (PPI) que publique la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) al cabo de dos meses para los distintos combustibles.
Y también se considerará un elemento nuevo llamado “factor de estabilización”, que se fijó en $ 1,5 por litro de nafta y gasoil. Ese sobreprecio regirá por lo que resta de 2025, y en esa fecha será revisado.
El factor “e” de $ 1,5 estará destinado a solventar el costo del subsidio al precio del supergás envasado.
Ese energético se comercializa a $ 88,46 por kilo, un valor que está muy por debajo del PPI. Por ello es que la garrafa de 13 kilos tiene un costo al público de $ 1.150 (sin envío). Si la tarifa se acompasara con la metodología basada en PPI, el precio del supergás sería de algo más de $ 100 por kg, y la garrafa de 13 kg tendría un precio de $ 1.306.
Según la ministra de Industria y Energía, Fernanda Cardona, el factor de estabilización “no es para hacer caja”, sino para que la canasta de los energéticos “se equilibre entre sí”.
Este elemento sustituye al factor X, un sobrepecio que en el gobierno pasado se había fijado en $ 2,97 por litro de nafta y gasoil, y que se aplicó por algunos meses desde agosto de 2021. Mayormente era para cubrir el subsidio del supergás, y también contemplaba la incorporación de 10% de bioetanol nacional en la nafta (5% por encima de lo reconocido por Ursea).
El precio de comercialización del supergás envasado en Uruguay ha estado históricamente por debajo de los costos de producción e importación. En los últimos 10 años ese subsidio implicó que Ancap resignara ingresos por más de US$ 500 millones.
Hasta mediados de 2022 el subsidio estaba diseñado sobre el producto y llegaba de manera generalizada a todos los consumidores, sin importar su condición socio-económica o para qué se lo utilizaba.
Luego hubo cambios y se implementó un subsidio focalizado en la población de menores recursos que tiene descuento de 50%. Al mismo tiempo, se mantuvo un subsidio para el resto de los usuarios que se redujo en los últimos años como explica en detalle esta nota de El Observador.
¿Cómo aplicará la banda de flotación de precios de combustibles?
La principal novedad dentro de la nueva metodología pasa por la introducción de topes en las variaciones de los precios. Esto con el objetivo de mitigar el efecto de la volatilidad de los precios internacionales en los precios locales.
La regla que empezará a aplicarse desde julio establece que si la diferencia entre el precio vigente y el precio referencia (PPI+ factor de estabilización) es menor a 7%, el precio se ajustará a la referencia.
En tanto, si la referencia se encuentra fuera de ese rango, es decir si la suba o baja tuviera que ser de más de 7%, el precio de venta quedará sin cambios.
Ejemplo: el nuevo precio de la nafta Súper 95 es de $ 78,47 por litro. Cuando se aplique la regla al final del bimestre julio-agosto ese combustible podría variar como máximo $ 5,5 por litro, tanto hacia arriba como hacia abajo.
Si se considera el precio del gasoil 50 S que pasa a costar $ 47,03 por litro, en setiembre esa tarifa se podría encarecer o abaratar como máximo $ 3,3 por litro.
“¿Cuál es el objetivo de que cuando el precio tiene que subir más de 7% la política pública interviene? Precisamente, para que un efecto extraordinario del mercado internacional no afecte la toma de decisiones o el consumo. ¿Cuál es la razón por la que si el precio cae más de 7% no lo trasladamos enteramente? Esencialmente porque la evidencia histórica dice que esas variaciones son poco frecuentes y si ocurren están asociadas a eventos transitorios”, afirmó el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone.
Esta regla predefinida de topes tendrá cláusulas de escape a las que el Poder Ejecutivo podría recurrir, por ejemplo, en caso de eventos extraordinarios que consoliden aumentos en los precios internacionales. Ese punto se conocerá con detalle en el decreto que se publique próximamente.
También podría llegar a revisarse la amplitud de la banda de flotación o cambiar la metodología, pero si eso pasara deberá fundamentarse, según Oddone.
Las tarifas de los combustibles en junio
El gobierno también confirmó el nuevo precio de los combustibles que estará vigente desde el próximo domingo 1º de junio.
El litro de nafta Súper 95 bajará mínimamente $ 0,07 y pasará a costar $ 78,47 como precio máximo de venta al público. El gasoil 50S también descenderá y va a costar $ 47,03 por litro, con una caída de $ 2,39.
En tanto, la garrafa de 13 kilos de supergás sigue costando al público $ 1.150 (sin envío).
