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El "benefactor" de Playa Verde terminó acorralado en su búnker
El sindicalista argentino daba trabajo y colaboraba con una escuela
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05 de enero de 2018 a las 05:00
Cuando las luces de la casa principal están prendidas, El Gran Chaparral puede verse tanto desde la ruta interbalnearia como desde Piriápolis. En esa extensa chacra de casi 20 hectáreas, ubicada en la cima de un cerro sobre la ruta 10, en el límite entre Playa Hermosa y Playa Verde (Maldonado), cayó detenido este jueves el sindicalista argentino y dueño de varios medios de comunicación, Marcelo Balcedo, de 53 años, acusado de lavado de activos y asociación ilícita.
Sobre él pesaba una orden de captura internacional, en clave "roja", activada en la última Navidad. Tras la detención, la Policía incautó armas de fuego y municiones, US$ 500 mil en efectivo y cuatro autos de alta gama.
Millonario y misterioso
El intenso ruido del helicóptero de la Policía sobrevolando el lugar a las 6 de la mañana despertó a los vecinos de Playa Hermosa y los transportó al año 2009, cuando el balneario sufrió un severo incendio que requirió auxilio desde los aires.
Fue en ese mismo año que Balcedo, que hasta entonces residía en una casona frente al agua en Playa Verde, le compró los terrenos a un francés que había construido la casa a comienzos de este siglo, y desde entonces comenzó a ampliar la propiedad, pasando de tener solo tres hectáreas a pisar la ruta.
Muchos de los terrenos que fue adquiriendo pertenecían originalmente al Banco Caja Obrera y habían quedado como fondos de recuperación luego de su cierre.
Además de ampliar la propiedad, Balcedo pavimentó el camino de tierra que conducía desde la ruta hasta la puerta del predio y tiró abajo los viejos galpones de un frigorífico de la zona.
Construyó una lujosa piscina, canchas de tenis, y pobló el lugar de animales. "Le gustaban mucho los bichos", contó Sandra, una de las vecinas. Por los pastos de El Gran Chaparral caminan vacas, ovejas, cabras, liebres, llamas, carpinchos y venados.
"Yo una vez vi un pavo real", agregó Sandra, que ahora se pregunta quién se hará cargo de Popi, la perra de la familia.
Vecinos a la playa
La peripecia de Balcedo y el espectáculo policial montado en un balneario habitualmente tranquilo, transformó lo que hubiera sido un día de playa común y corriente en una jornada digna de una película.
Mientras, a pocos metros, los policías se retiraban de la estancia montados en los autos de alta gama que requisaron en la vivienda (una Ferrari, un Porsche, un Mercedes, y un Camaro, además de camionetas y cuatriciclos), muchos vecinos estaban atentos a sus celulares para comentar las últimas novedades del caso.
"¡Se están llevando los autos! Bruto desfile", alertaba Isabel al grupo de Whatsapp "Vecinos a la playa", donde un grupo de familias se suelen informar acerca de la temperatura del agua y el mejor horario para bajar a la arena.
Visiones encontradas
Los movimientos del misterioso empresario no solo despertaban sospechas respecto al proceder de su fortuna, sino que también generaban visiones encontradas en cuanto a su contribución al resto del balneario.
"Acá algunos creían que toda esa inversión era para bien; otros creían que le hacía mal al pueblo", dijo a El Observador un vecino de una de las casas linderas al vallado levantado por Balcedo. La que más se movía por el barrio era la mujer del sindicalista, Paola Fiege (33 años), quien llegó a la casa cuando la policía ya había iniciado el operativo, y también fue detenida. "Ella siempre salía en alguno de los autos, bajaba el vidrio y saludaba. Estaba todo bien", contó una vecina.
Junto a ella, otra señora acotó que a Balcedo "nunca" le vio la cara y contó que, desde que se instaló en la enorme chacra, siempre contó con seguridad privada, presente las 24 horas del día en dos puntos distintos del terreno.
Lo que todos destacaron es que el empresario daba trabajo estable y bien remunerado a casi 20 personas. "Tenía jardineros, trabajadoras domésticas y caseros, y les pagaba muy bien y en fecha", expresó uno de los residentes de la cuadra .
Además, señaló que contribuía a mantener la escuela rural 45, pegada a la entrada de la chacra.
"Eso el francés (dueño anterior) también lo hacía y no terminó detenido por lavado de guita", le respondió otro vecino.
Más temprano, tres empleadas de la residencia mostraron su pesar por la detención de su jefe y pidieron a los periodistas que se alejaran y las dejaran en paz.
"Si ustedes supieran lo bueno que es él y toda la beneficiencia que ha hecho", dijo una de las señoras, pero no quiso dar declaraciones.
En el almacén, por su parte, la principal queja era la repercusión mediática del asunto, pero no por la "mala fama" que pudiera generar.
"Dicen que esto sucedió en Playa Verde, en la televisión dicen que fue en Punta del Este; ¡esto es Playa Hermosa!", se quejaba el almacenero mientras ponía dos morrones en una bolsa y los entregaba a una joven pareja.
Marcelo Balcedo
SINDICALISTA
53 años
Es secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soame) y titular de medios de comunicación en Argentina (diario Hoy). Según informó La Nación, estuvo acusado de extorsionar a políticos y sindicalistas, y de ser testaferro de la banda de narcotraficantes Los Monos, de Rosario. Entre 2009 y 2011 estuvo prófugo de la Justicia y volvió a su país cuando la causa prescribió. Fue entonces que se convirtió en titular de Soame, heredando el puesto de su padre, Antonio Balcedo. Desde el gremio se lo acusó de quedarse con 50 millones de pesos argentinos.
