El PSOE hace mea culpa por tardar cuatro meses en contactar a las víctimas del exasesor en Moncloa Francisco Salazar
El caso desembocó en una crisis al mostrar una gestión ineficiente del PSOE ante las denuncias que presentaron en julio ante la comisión contra el acoso mujeres jóvenes que trabajaban bajo la supervisión de Salazar. Lastra pidió elevar el asunto a la Fiscalía.
4 de diciembre 2025 - 15:45hs
La ministra de Ciencia e Innovación y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant.
La gestión que el PSOE ha hecho de las denuncias de acoso sexual y hostigamiento contra Francisco Salazar, exasesor de Pedro Sánchez en Moncloa, ha detonado un episodio de inusual tensión interna.
En Ferraz reconocen ya, sin matices, que dejar pasar cuatro meses sin contactar a las denunciantes supone un “error” grave que el partido debe corregir de inmediato.
Un fallo que incomoda al PSOE
Las denuncias —presentadas de forma anónima en julio por mujeres jóvenes que trabajaban bajo la supervisión de Salazar— llegaron a la comisión interna contra el acoso, pero no obtuvieron respuesta hasta esta semana.
Según fuentes socialistas, la ausencia de comunicación no tuvo como finalidad restar credibilidad a los testimonios ni encubrir lo ocurrido, pero admiten que la gestión ha sido deficiente y ha desembocado en una crisis que erosiona la imagen del partido.
A ello se suma la confusión provocada por la desaparición temporal del expediente en la plataforma informática del PSOE. Aunque desde la dirección aseguran que no fue borrado y que continúan la investigación pese a que Salazar dejó el partido la semana pasada, el episodio ha incrementado las dudas sobre la solidez de los protocolos internos.
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Tensiones en Ferraz y voces críticas
La secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, ha pedido perdón públicamente, ha admitido un “fallo” en el canal de denuncias y ha asegurado que el error ya está siendo corregido.
Pero las disculpas no han calmado a todos. La reunión telemática de urgencia que Bernabé convocó el miércoles con responsables de Igualdad de las federaciones socialistas fue tensa: varias dirigentes cuestionaron la respuesta de Ferraz y el manejo político de la situación.
El malestar sigue creciendo. Adriana Lastra, ex número dos del PSOE y actual delegada del Gobierno en Asturias, pidió este jueves elevar el caso a la Fiscalía, una postura que la dirección federal no comparte por ahora y que evidencia la diversidad de criterios en el partido respecto al alcance institucional que debe tener el asunto.
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Morant defiende la “contundencia” y marca posición
En paralelo, la ministra de Ciencia e Innovación y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, ha tomado distancia del ruido interno mientras se solidariza “completamente” con las denunciantes.
Desde Xixona (Alicante), Morant afirmó sentir “repugnancia” ante las actitudes atribuidas a Salazar y defendió que el PSOE ha actuado “con contundencia”, recordando que en los últimos meses se han implementado nuevos protocolos.
La ministra reconoce, no obstante, que pudo haber fallos en esos procedimientos y que el partido trabaja para “enmendarlos”, reafirmando la voluntad socialista de aplicar una política de “tolerancia cero” ante cualquier conducta contraria a los valores feministas que dice defender.
Una crisis aún abierta
Aunque Salazar fue apartado en julio, coincidiendo con los primeros testimonios, el retraso en atender a las denunciantes ha reabierto un debate interno sobre transparencia, coherencia y credibilidad. Y en un partido que se reivindica como referente en políticas de igualdad, la presión para ofrecer explicaciones claras y un cierre riguroso del caso sigue aumentando.
En Ferraz lo asumen: la única salida pasa por la contrición pública, la reparación a las víctimas y una gestión impecable de aquí en adelante.