El Ejecutivo español destaca los primeros gestos de León XIV como señales de una postura cercana a los postulados de Robert Francis Prevost. Señalan que su elección del nombre "León XIV", en referencia a León XIII, que contribuyó a las bases de la doctrina social de la Iglesia, y su trayectoria como misionero en Perú lo sitúan en una línea progresista. Esto es especialmente significativo para el Gobierno, que ha trabajado estrechamente con la Santa Sede en los últimos años.
¿Cómo se gestiona la representación española en el Vaticano?
Tras la decisión de Pedro Sánchez de no acudir al funeral de Francisco, el Gobierno está analizando quién liderará la delegación española en la misa de apertura del pontificado. En ocasiones anteriores, los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, estuvieron presentes, acompañados de miembros del Gobierno como Mariano Rajoy y sus ministros. La presencia de Sánchez es incierta debido a sus compromisos previos en Irak y Albania.
¿Qué importancia tiene la relación con la Iglesia para el Gobierno?
La relación del Gobierno con la Santa Sede se ha centrado en cuestiones clave como la reforma fiscal y el tratamiento de víctimas de abusos. En particular, el Ejecutivo ha avanzado en el acuerdo sobre el régimen fiscal de la Iglesia, equiparándolo con el de otras entidades sin ánimo de lucro. Además, han trabajado en la resignificación del Valle de los Caídos, ahora conocido como Cuelgamuros. La interlocución con la Iglesia en estos temas es vista como fundamental para continuar con la agenda de reformas.
¿Qué temas podrían marcar la relación con León XIV?
Uno de los principales temas que el Gobierno español espera abordar con el nuevo papa es el tema de las indemnizaciones a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Este es un punto pendiente que se espera que sea tratado en futuras conversaciones, siguiendo las recomendaciones del Defensor del Pueblo y con el fin de encontrar una solución justa.
Cómo sigue
El próximo desafío para el Gobierno será decidir quién representará oficialmente a España en el Vaticano el 18 de mayo. Aunque la delegación será encabezada por los Reyes, las decisiones finales sobre los miembros que acompañarán la comitiva dependerán de los compromisos internacionales de Sánchez. La presencia de altos cargos del Gobierno, como los ministros, también podría ser una cuestión de discusión.
Por otro lado, se espera que la relación con el papa León XIV sea fructífera, especialmente en el ámbito de los acuerdos pendientes. La Iglesia ha mostrado voluntad de continuar con las reformas iniciadas por el papa Francisco, y el Gobierno está optimista respecto a la posibilidad de avanzar en temas clave como las indemnizaciones a las víctimas de abusos. A medida que los gestos del nuevo pontífice continúan, el Ejecutivo tiene la oportunidad de consolidar una relación estrecha y efectiva con la Santa Sede, centrada en la resolución de cuestiones fundamentales para ambas partes.
En los próximos meses, se podría ver un aumento de los esfuerzos por concretar acuerdos sobre temas como la memoria histórica y las reformas fiscales, áreas donde el Gobierno español busca continuar con los avances que ya se han logrado en el pontificado de Francisco.
