El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, se pronunció sobre la reciente concesión del Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, saludando que le hayan otorgado la distinción, y calificó sin pelos en la lengua al régimen que conduce Nicolás Madura como "una dictadura".
Aunque admitió no conocer en profundidad su trayectoria, Puente respaldó la decisión del jurado, señalando que, si consideraron que la política venezolana merecía el galardón, le parece "bien".
"Me alegro de que le den el premio Nobel a una persona que defiende la democracia", afirmó el ministro, quien fue tajante a la hora de dejar claro que no simpatiza con el actual Gobierno de Nicolás Maduro: "No soy defensor de la dictadura venezolana, no tengo nada que ver con el señor Maduro", definió en una entrevista en 'Más de Uno' de Onda Cero.
En este sentido, Puente no dudó en calificar al Ejecutivo de Caracas como un "régimen evidentemente autocrático". "Y ya está. No hay mucho más que decir", zanjó.
Pedro Sánchez evitó pronunciarse sobre el Nobel de la Paz a Machado
Las expresiones de Puente contrastan con las del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien evitó pronunciarse directamente sobre el premio otorgado a Machado, alegando que no se manifiesta sobre las decisiones del Comité Nobel.
Sin embargo, fue el mismo Sánchez quién sí lo hizo en años anteriores cuando en 2019 felicitó públicamente al primer ministro etíope Abiy Ahmed por su papel en la resolución del conflicto con Eritrea, y en 2020 celebró el reconocimiento al Programa Mundial de Alimentos por su labor humanitaria durante la pandemia.
Las declaraciones de Puente llegan además en un contexto delicado en las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela, en las que al gobierno socialista le cuesta definirse sobre la viabilidad del régimen político sudamericano.
La última vez que un miembro del Gobierno español —la ministra de Defensa, Margarita Robles— calificó al régimen de Maduro como una dictadura, Caracas reaccionó con firmeza, convocando al embajador español, Ramón Santos, y llamando a consultas a su representante diplomática en Madrid, Gladys Gutiérrez.
En ese momento, el Gobierno venezolano tildó las declaraciones de Robles de “insolentes, injerencistas y groseras”.
FUENTE: EL OBSERVADOR
