El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha condenado el ataque con los buscapersonas que utilizaban terroristas de Hezbollah y estallaron el martes en Líbano y Siria, causando al menos doce muertos y más de 2.800 heridos, asegurando que elevan la tensión y provocaron "graves" daños colaterales.
"No puedo sino condenar estos ataques que ponen en peligro la seguridad y la estabilidad del Líbano y aumentan el riesgo de escalada en la región", ha asegurado el jefe de la diplomacia europea en un comunicado tras una llamada al ministro de Exteriores libanés, Abdalá Bou Habib, sobre el ataque atribuido a Israel.
Consecuencias graves para Orient Próximo
Pese a que ha indicado que los ataques "parecen haber sido selectivos" contra terroristas de Hezbolá, eso no quita que "tuvieron graves daños colaterales indiscriminados entre la población civil, incluidos niños entre las víctimas".
Así, Borrell ha subrayado que la situación es "extremadamente preocupante" y ha reiterado la llamada a las partes para rebajar la tensión y evita "una guerra total" que, ha advertido, tendría "consecuencias graves" para toda la región de Oriente Próximo.
En rueda de prensa desde Bruselas, el portavoz de Exteriores, Peter Stano, ha lamentado que la "naturaleza" del ataque en suelo libanés es "indiscriminado", mientras que sobre la manipulación de los dispositivos, que habría tenido lugar en Hungría, ha pedido "no llegar a conclusiones precipitadas".
"Sabemos qué paso pero las razones y cómo se organizó el ataque es algo que tienen que investigarse", ha asegurado Stano, para recordar también que la UE tiene sanciones contra las operaciones con los terroristas de Hezbolá.
Según medios estadounidenses, la Inteligencia israelí habría logrado ocultar material explosivo dentro de un nuevo lote de unos 3.000 'buscas' importados a Líbano.
A estos aparatos se les introdujo material explosivo de entre 30 y 60 gramos junto a la batería de cada 'busca' y un sistema que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés, tras lo que Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e incluso Irán.
El Gobierno de Líbano ha elevado este miércoles a doce los muertos, entre ellos dos niños y dos trabajadores sanitarios, a causa de la explosión de miles de 'buscas' supuestamente usados por miembros del grupo terrorista Hezbolláh, un suceso que ha sido achacado a Israel, en medio de las tensiones y enfrentamientos con el grupo desde hace más de once meses.
El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, ha apuntado que la cifra de heridos se sitúa entre 2.750 y 2.800, entre ellos 300 en estado grave.
Así, ha detallado que 1.850 de ellos resultaron heridos en la capital, Beirut, mientras que otros 750 eran residentes en localidades del sur y 150 en el valle de la Bekaa (este).