La actriz Toni Acosta, protagonista de la zaga `Padre no hay más que uno´, ha vuelto a hablar abiertamente sobre uno de los episodios más difíciles de su vida personal: su separación de Jacobo Martos, hijo del cantante Raphael y la periodista Natalia Figueroa. “Me quitaron una cadena perpetua”, afirmó sin rodeos durante una entrevista reciente, una frase que no ha pasado desapercibida y que refleja el alivio que sintió al finalizar ese vínculo.
Acosta y Martos estuvieron casados durante más de una década y tienen dos hijos en común. La actriz ha reconocido en varias ocasiones que la separación fue dolorosa, pero necesaria. En la presentación de su nueva novela El caracol dorado, Toni explicó que el proceso la llevó a reconstruirse desde cero: “El divorcio me destrozó”, “El divorcio me destrozó”,
confesó, aunque también aseguró que logró salir fortalecida.
“El divorcio me destrozó, pero también me salvó”
En su novela, Acosta aborda temas como el dolor, el crecimiento personal y la búsqueda de una nueva identidad tras una ruptura. Si bien no es una obra autobiográfica, la actriz reconoce que volcó en el texto muchas de sus emociones de aquel momento. “Salí de la relación muy tocada, y lo que vino después fue encontrarme conmigo misma”, “Salí de la relación muy tocada, y lo que vino después fue encontrarme conmigo misma”,
comentó.
Una etapa de reconstrucción personal
Pese a lo difícil del proceso, Acosta afirma que hoy se siente en paz. “No creo que el divorcio sea un fracaso. A veces es la única forma de volver a respirar”, reflexionó. La intérprete, que actualmente mantiene una relación con el también actor Carlos Bardem, asegura que no guarda rencores y que su vínculo con Jacobo Martos gira ahora en torno al bienestar de sus hijos.
De nuera de Raphael a autora de novela
Su historia personal ha estado siempre en el foco mediático, en parte por su relación con la familia Martos-Figueroa. A pesar de ello, Toni Acosta ha logrado mantener un perfil sereno y enfocado en su carrera. Con El caracol dorado, da un paso más como autora, mostrando una faceta íntima y literaria que muchos desconocían. Una novela que, aunque no narra su vida, sin duda nace de las cicatrices que dejaron los años más duros.