La esperada firma del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, prevista para diciembre después de 25 años de negociaciones, promete proporcionar "estabilidad" en un contexto de "desarreglo" de los aranceles internacionales. Así lo aseguró el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en declaraciones realizadas este viernes en Estambul.
Crucial para la economía y la política internacional
Según Planas, la firma de este acuerdo sería "una señal muy importante desde el punto de vista económico, pero también político, en un contexto de un desarreglo que está poniendo en tela de juicio la base de los últimos 30 años del comercio internacional en el mundo". El ministro resaltó que el acuerdo llega en un momento crítico, cuando las políticas de aranceles internacionales están cambiando rápidamente.
"Una feliz coincidencia del calendario"
Ante la pregunta sobre si la aceleración de la firma fue una respuesta a la nueva política de Estados Unidos de aumentar los aranceles a varios países, Planas comentó que se trata de "una feliz coincidencia del calendario". Añadió que, en medio de tanta inestabilidad, el acuerdo representa un "elemento de certidumbre" que considera "tremendamente positivo".
Preocupaciones del sector primario europeo
Planas destacó que España tiene "muchos intereses" en la eliminación de aranceles para vender productos como el aceite de oliva y el vino en los países de Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Sin embargo, reconoció cierta "preocupación" en la opinión pública europea, especialmente en el sector primario, por la posibilidad de facilitar la importación de productos sudamericanos. A pesar de esto, subrayó que los productos sensibles para la UE representan menos del 1% o 2% del consumo total en el continente.
Salvaguardias y fondo de compensación
El ministro español también mencionó las salvaguardias ya incluidas en el acuerdo, que podrán activarse si algún Estado miembro estima que se está generando un daño comercial. Además, se ha previsto un fondo de compensación futuro, con un importe aproximado de mil millones de euros, que se incluirá en los presupuestos de la UE para después de 2027, en caso de que algún sector de la UE resulte afectado por el acuerdo.
Un acuerdo de 25 años en espera de firma
"Han sido más de 25 años de negociaciones. Bien está lo que bien acaba y esperemos que efectivamente estemos en condiciones de suscribirlo para el final de este año y que entre en vigor lo antes posible", concluyó Planas.
Resistencia de algunos países europeos
A pesar del avance en las negociaciones, algunos países europeos, con Francia a la cabeza, siguen resistiéndose a la firma del acuerdo, temiendo efectos negativos para sus sectores agrícolas.