Renfe y sus socios pactan con Arabia Saudí ampliar el negocio del AVE a La Meca
El consorcio español alcanza un acuerdo para ampliar en cinco años, hasta 2038, la fase de operación. El cliente ejerce la opción de 20 trenes más, valorados en unos 800 millones.
5 de diciembre 2025 - 10:16hs
Renfe y sus socios pactan con Arabia ampliar el negocio del AVE a La Meca
El éxito de operación del tren de alta velocidad entre Medina y La Meca (Arabia Saudí), con récord de demanda e índices de puntualidad de más del 95%, ha facilitado que el consorcio español encargado de la explotación y mantenimiento del corredor ferroviario haya alcanzado un acuerdo provisional con Saudi Arabia Railways (SAR) para prolongar el contrato.
Fuentes próximas a la alianza de empresas público-privada encabezada por Renfe confirman que después del verano se acordó el borrador del cuarto acuerdo, que incluye la ampliación por hasta cinco años más del plazo de explotación del servicio, con lo que la operación y mantenimiento del corredor se extiende hasta 2038.
Aunque hay acuerdo entre las partes, queda pendiente la rúbrica definitiva de las nuevas condiciones.
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Desde su lanzamiento en fase precomercial, en octubre de 2018, el servicio de alta velocidad se ha expandido tanto en escala como en eficiencia operativa, alcanzando los 29,2 millones de pasajeros (con un crecimiento interanual del 20%) y manteniendo una tasa promedio de puntualidad superior al 96%.
El consorcio firmó en 2012 un contrato que comprendía una fase de Opex de siete años, más cinco opcionales. Oficialmente, la operación arrancó en 2021, después del parón provocado por el Covid, por lo que Renfe dispone actualmente hasta 2033 para rentabilizar su participación mayoritaria en el proyecto, probablemente su corredor de alta velocidad más rentable dentro y fuera de España.
El nuevo acuerdo permitirá extender el servicio hasta 2038 con una fuerte expectativa de crecimiento de la demanda -el servicio, bautizado Haramain HSR, transporta unos siete millones de pasajeros al año-, una previsión que deja corta la actual flota de trenes. Por esta razón, SAR ha incluido entre las nuevas condiciones contractuales el ejercicio de la opción de compra de 20 trenes más, que se unirán a la actual flota de 35 unidades del modelo 350 fabricado por Talgo y Bombardier (una adaptación de la Serie 112 española, más conocida como Pato, fabricada en 2008).
Se trata de un pedido con un alto coste económico, cifrado en unos 800 millones de euros, que va a suponer todo un reto para el consorcio español formado por las públicas Renfe, Adif e Ineco, junto con los grupos privados Talgo, Copasa, Cox (Abengoa), Siemens (Dimetronic), Vinci (Cobra), Indra e Imathia.
Ya no forma parte de la alianza OHLA, cuyo alcance en el contrato de 7.100 millones de euros firmado en 2012 ya se ha ejecutado.
SAR exige un tren idéntico al Pato con actualizaciones. Inicialmente, Arabia Saudí se planteó lanzar una licitación internacional para el material rodante, pero finalmente optó por la solución española que, entre otras ventajas, abarata sensiblemente el coste al estar sufragado en parte por el conjunto de la alianza empresarial, según fuentes del consorcio que no dan más detalles sobre el encargo.
Talgo fabricó 35 unidades en total cuando la compañía aún no daba señales de fatiga industrial. Hoy, el fabricante español se encuentra en serias dificultades financieras, hasta el punto de que ha sido rescatada por el Gobierno a través de Sepi y de un consorcio público-privado vasco liderado por el inversor José Antonio Jainaga (Sidenor).
Talgo reconoce dificultades para entregar su actual cartera de pedidos. Negocia con la alemana DB -la Renfe alemana- una reducción del encargo de 75 unidades de su modelo Intercity. Sobre la compañía planea otra penalización de Renfe por retrasos en la entrega de la denominada Serie 107. El año pasado, el operador estatal impuso una penalización a Talgo de 114 millones de euros por los retrasos en los 30 trenes del modelo Avril, una plataforma que desde su entrada en servicio ha sufrido varias incidencias que han forzado a Renfe a retirar la marca Avlo del corredor Madrid-Barcelona.
La ampliación del contrato también representa un empujón para las empresas del consorcio, entre las que destacan Copasa, Imathia, Vinci, Siemens y Abengoa, especializadas en la parte civil, industrial y tecnológica del trazado.
Para Renfe, el mercado internacional es una de las partes del negocio que debe experimentar un mayor crecimiento en los próximos años, con el objetivo de que represente el 10% de la facturación del grupo en 2028.
Además de Leo Express y de Arabia Saudí, Renfe se ha hecho fuerte en Francia y acaba de desembarcar en Italia tras convertirse en accionista de control del grupo Arenaways. La base operativa del grupo en Arabia Saudi abre la puerta a analizar otros proyectos ferroviarios en el país.