Contexto
¿Por qué Estados Unidos tomó esta medida contra Harvard?
El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. decidió revocar el programa que permite a estudiantes y visitantes extranjeros estudiar en Harvard, alegando vínculos de la universidad con el Partido Comunista chino, lo que consideran un riesgo para la seguridad nacional. Esta decisión afecta tanto a nuevos solicitantes como a estudiantes actuales.
¿Cómo respondió China a esta prohibición?
China rechazó categóricamente las acusaciones, calificándolas de infundadas e ilegales. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, aseguró que estas acciones dañan la imagen y la credibilidad internacional de EE. UU., y destacó que la cooperación educativa entre ambos países es beneficiosa para ambas partes.
¿Cuántos estudiantes internacionales estudian en Harvard y cómo impacta la medida?
Harvard recibe a más de 10.000 estudiantes internacionales de 150 países, con una cifra superior a los 2.000 estudiantes chinos. La prohibición pone en riesgo el estatus legal en EE. UU. de los alumnos afectados, quienes deberán transferirse a otras instituciones para mantener su estatus migratorio.
¿Qué dicen los estudiantes chinos afectados?
En redes sociales chinas, muchos estudiantes expresaron su desconcierto y tristeza. Algunos destacaron la calidad académica y el ambiente de Harvard, lamentando que se utilice a los estudiantes como rehenes en disputas políticas entre países.
Cómo sigue
La tensión entre EE. UU. y China en el ámbito educativo muestra un nuevo capítulo de su compleja relación bilateral. La respuesta oficial china indica que Pekín no solo se opondrá a esta medida, sino que defenderá activamente a sus estudiantes y académicos afectados, presionando para que Washington revoque la prohibición. En tanto, los estudiantes extranjeros en Harvard enfrentan un futuro incierto y deberán tomar decisiones rápidas para preservar su estatus legal y continuar sus estudios. La evolución de este conflicto dependerá en gran medida de las negociaciones y la voluntad política de ambas potencias para evitar que la educación superior se convierta en un campo de batalla geopolítico.