El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que consideraría "sin duda" llevar a cabo nuevos bombardeos aéreos contra Irán si los datos de inteligencia confirman que el país está en condiciones de enriquecer uranio a los niveles necesarios para fabricar armas nucleares.
Esta afirmación surgió durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, cuando se le preguntó si evaluaría nuevas incursiones aéreas si los recientes ataques no lograban frenar las ambiciones nucleares de Irán. Trump respondió afirmativamente, diciendo: "Sin duda. Absolutamente".
Sin embargo, se mostró optimista por la posibilidad de un acuerdo entre ambas partes: "Creemos que incluso la semana próxima, vamos a lograr un cese al fuego", dijo Trump.
El mandatario también aprovechó la ocasión para arremeter contra el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, tras sus comentarios sobre los daños causados por los bombardeos estadounidenses en las instalaciones nucleares de Irán. Trump afirmó que había salvado a Jamenei de un ataque mortal, asegurando que sabía "exactamente dónde se refugiaba" y que no permitiría que ni Israel ni las Fuerzas Armadas de Estados Unidos le quitaran la vida. El presidente estadounidense acusó al líder iraní de ingratitud, criticando su respuesta a los bombardeos y resaltando que, en lugar de mostrar gratitud, Irán había lanzado una declaración de "ira, odio y repugnancia."
Trump también reveló que había estado trabajando en la posible eliminación de sanciones contra Irán, una de las principales demandas de Teherán, pero que abandonó esa iniciativa después de los comentarios de Jamenei. El presidente estadounidense exhortó a Irán a volver a la mesa de negociaciones sobre su programa nuclear, aunque el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abás Araqchi, negó que se estuvieran planeando nuevas conversaciones con Estados Unidos.
Por otro lado, Trump comentó que, a pesar de las tensiones y el reciente enfrentamiento verbal, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Israel son las más poderosas del mundo y que Irán había "recibido una paliza". La situación se desarrolla en un contexto de frágil alto el fuego entre Israel e Irán, mientras las relaciones entre ambos países siguen siendo tensas.
El enfrentamiento verbal y las amenazas de Trump ocurren en un momento crítico, mientras se mantienen discusiones sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán y la política estadounidense en la región.
