El presidente de los EE.UU., Donald Trump, inició una guerra comercial a escala mundial al imponer fuertes aranceles a los productos de una larga lista de países. Pero el mayor golpe fue contra China, cuyos productos grabó con el 145%
Los dos gigantes siguen en pie de guerra y en medio de disputas que tienen lugar en las más altas esferas, apareció un soldado inesperado: la red social china TikTok se inundó de videos que recorrieron el mundo, en los que los fabricantes chinos de los productos de marcas de lujo como, por ejemplo, Christian Dior, Hermes o Louis Vuitton entre muchas otras, cuentan la realidad sobre su fabricación y sobre todo, sobre su precio real.
Una "Birkin" a 1.800 dólares
Uno de los ejemplos más contundentes fue el de los exclusivísimos modelos "Birkin" de la marca Hermés. Los fanáticos (y acaudalados) que sueñan con uno de esos bolsos, deben esperar al menos cuatro años para obtener uno y pagar alrededor de 38.000 euros. Sin embargo, el suntuoso accesorio cuesta apenas 1.800 dólares al salir de la fábrica. Así fue develado por uno de los videos de un fabricante chino.
El dato, que bien podría enmarcarse en una campaña de transparencia, ha causado revuelo en las redes sociales y haciendo que la guerra comercial llegara en un vuelo directo a los ojos de los consumidores o, aún más, de aquellos que sueñan con poder acceder alguna vez a uno de esos productos.
Las marcas de lujo "en shock"
Desde hace un tiempo, las marcas de lujo, siguiendo las tendencias actuales, mudaron su estrategia publicitaria a las redes sociales. Y los grandes influencers, han dirigido su trabajo hacia TikTok. Así, sus clientes, también presentes en la plataforma, pudieron ver con sus propios ojos lo que antes era un secreto bien guardado en la industria del lujo.
Esta red social se convierte, entonces, el escenario ideal para dejar al descubierto la verdad detrás del lujo.
Desde hace muchos años, el precio de un producto de lujo no depende tanto de su calidad, sino de lo que está dispuesto a pagar quien lo adquiere. Lo que venden estas marcas son ideas, estatus, un logo, la exclusividad y un sello de pertenencia a un sector social.
Por otro lado, quienes compran en el mercado de las imitaciones, celebran. Cuenta la leyenda, que las prendas y productos que son imitaciones de las marcas exclusivas, son fabricadas en los mismos sitios, por la misma gente aunque con distintos materiales, y se venden a un número infinitamente menor. Las réplicas chinas entonces no son una triste imitación.
¿Está en riesgo la exclusividad de las marcas de lujo? Difícilmente.
Lo cierto es que el poder de los fabricantes chinos no solo radica en la calidad y volumen de producción, sino también, en todos los secretos que tienen para contar.