Esta semana tendrá su estreno en Europa, en el marco del 27° Festival de Málaga que se está celebrando entre el 1 y el 10 de marzo. Lo hará en el rubro Largometrajes sección oficial fuera de concurso.
Las protagonistas de 'Como el mar' (de izquierda a derecha): Sofíia Gala Castiglione, Zoe Hochbaum y Carmen Maura.
- ¿Cómo estás atravesando estas semanas de premios y reconocimientos?
- Contento, uno le pone tanto trabajo y hay tanta gente involucrada que pone lo mejor de uno para que después una película llegue al público. Tanto lo que pasó en Miami, con el Premio Panorama, y ahora en Punta del Este con el Premio del Público, es hermoso porque es un reconocimiento al trabajo de mucha gente.
- Y ahora se viene el Festival de Málaga, imagino que están expectantes...
- Con Málaga sí, muy expectante, mucho más relajados porque no estamos en competencia porque es selección oficial fuera de competencia. Expectantes también porque es la primera función en Europa.
- Por supuesto que la figura de Carmen Maura es una linda carta de presentación en el festival de Málaga...
- Carmen atrae de por sí a cualquiera que le gusta el cine acá, allá, donde sea. Pero es cierto que jugamos un poquito más de local en España, así que está bueno. Está bueno compartir eso con la gente y ver cómo reciben la peli y qué les pasa, y lo que tienen también los festivales es esta oportunidad. La de ir después de la película, que el espectador no siempre sabe todo el trabajo que hay detrás de cada escena, de todas las decisiones que se fueron tomando tanto en el guión de Zoe y Gustavo, y después cuando yo me involucro como director. El arte que cada escena tiene, tantas decisiones y tanto amor puestos. Ver cómo eso funciona con el público y después también poder hablar con ellos y contarles cómo fueron saliendo determinadas cosas, es muy lindo. Ahora en Punta del Este tuvimos un Q&A de 40 minutos, con la sala llena y nos preguntaban cosas de la película, de algunas escenas o nos hacían solamente comentarios de que les había gustado determinada decisión que tomamos. Así que es como el momento de disfrute y cuando la película ya deja de ser tuya de alguna manera y pasa a ser de todos los que la van viendo y las construcciones que cada uno va haciendo de la película es muy subjetivo. Es muy lindo que cada uno pueda experimentarla, vivirla y disfrutarla desde donde le llegue.
Imagen del rodaje en Uruguay.
- ¿Cuál fue uno de los desafíos como director frente a esta historia?
- Un primer desafío para mí fue porque era una película muy femenina. Desde el guión, las actrices y sus personalidades y por dónde la encarábamos. Entonces también, desde mi dirección y desde la cámara y desde lo que quería yo de las actuaciones, el desafío era poder reflejar ese mundo femenino y esos vínculos lo más verdaderos posible. Que la gente pueda percibirlo y recibirlo de la manera más verdadera e identificarse más allá de no tener un conflicto como el que hay en la película. Que puedan identificarse con su relación con sus madres, con sus hijas, con sus hermanas, con sus amigas. Porque en definitiva la relación de ellas es una relación que va cambiando, como cambian las relaciones humanas, por eso también el nombre de la película.
- ¿De dónde surge el título?
- Cuando pensábamos cómo llamarla, pensaba que para mí los vínculos son como el mar, y más los familiares, que son vínculos revoltosos y el mar tiene algo de eso también de lo materno, cómo funcionan las mareas con la luna, lo mismo las nueve lunas de los embarazos. Hay algo de esto que me atraía y que estaba en el guión. También el desafío de ver cómo la cámara en un determinado momento se abre de lo que ellas están viviendo y en determinados momentos de la película en donde el director de fotografía y yo fuimos tomando decisiones que tenían que ver con cómo mostrar esto que van viviendo ahora desde la cámara.
El detrás de cámaras de 'Como el mar'
- ¿Cómo definirías este film?
- Es una road movie clásica que tiene determinada fórmula: conflicto, obstáculos, se sigue a la siguiente posta y así. Había algo del momento de Carmen Maura y del momento de la tía que también era como juntar fuerzas desde lo femenino para seguir adelante, y eso de tribu y de encuentro y de seguir. Hay algo instintivo que tiene el personaje de Carmen de unirlas más allá de los conflictos que ellas tienen en ese momento y de cómo está la relación de ellas en ese momento específico. De unirlas y prepararlas de alguna manera para todo lo que viene que en definitiva es la vida.
- ¿Cómo fue el proceso de trabajo con el guión de Zoe y Gustavo?
Yo entro más al final y más cerca de la concreción de la película, ellos vienen hace muchos años trabajando. Primero fue una obra de teatro que yo había leído porque la conozco a Zoe hace mucho. Le había dado mi opinión de lo que contaba la obra y cuando surge la idea de hacer la película y me llaman a mí, ahí empiezo a trabajar con Gustavo porque ya ella tenía que preparar el personaje. Cuando sos guionista y también sos la actriz hay un momento en donde te tenes que correr porque si no es muy difícil. Después los guiones cobran vida en los ensayos de alguna manera y a medida que yo iba eligiendo las locaciones y yendo Uruguay y conociendo ese mundo que tampoco es propio porque yo soy argentino. Ver cómo hacemos crecer cada vez más la película y la historia que estamos contando desde lo cinematográfico. Siempre fue una película concebida para los cines y hay determinadas decisiones artísticas que fuimos tomando con el director de fotografía y con la directora de arte que tenían que ver con cómo lo vamos a ver en la pantalla grande y lo mismo cuando pensaba en las actuaciones y en dejar un lugar a la construcción en el espectador que también pueda construir su propia película con lo que está viendo.
El director Gil Lavedra junto a las actrices Hochbaum y Gala Castiglione.
- ¿Por qué eligieron Cabo Polonio?
- Rocha en general tiene esa idea de mundo congelado, un poquito más Cabo Polonio. Zoe va a saber contestar mucho mejor porque nace de ella y ella siempre en el guión y en la obra de teatro tuvo claro que era Cabo Polonio. Aunque creo que lo que importa en la película no es el lugar, no es a dónde llegan, sino cómo ese vínculo se transforma y cómo muchos personajes en esa llegada evolucionan de alguna manera. Lo que importa es el vínculo de ellas. La película habla de la transformación de los vínculos, de la evolución, de no quedarnos con lo establecido, sino ver con lo que podemos perdonarnos o aceptarnos y seguir adelante como podemos.
- También el tema de la identidad, que es algo que vos venías trabajando en tus otras películas…
- Todas mis películas tocan un poco el tema porque también aparece en “Las grietas de Jara”, que el personaje de Pablo Simón atraviesa la crisis de los 40 y es la crisis de identidad que está viviendo en ese momento determinado. La diferencia es que cambian las estructuras, eso era un thriller y esto es una road movie, pero en definitiva todo habla un poco de la identidad y a mí me gusta mucho laburar y trabajar con esas identidades de los personajes. Lo que más me gusta es el trabajo con los actores para ver cómo cada personaje puede sacar lo mejor. Me parece importante que el cine transmita mucha verdad, aunque sea una película de ciencia ficción, que la gente se sienta personificada.
- ¿Cómo fue trabajar con Carmen Maura?
- Lo más divertido de trabajar con actores de ese tamaño y de esa talla es que en general es un mundo nuevo. En cada película es empezar de cero y tienen mucho respeto con la mirada del director, con los ensayos. Lo que pasó con Carmen cuando se involucra en el proyecto, cuando lee el guión, es que le interesa el personaje y le interesaba mucho trabajar con Zoe Hochbaum, una chica de 22 años en ese momento que había escrito el guión y después trabajar con Sofía Gala. Yo justo estaba de vacaciones en España así que pudimos tener todo un día de ensayo solos y me encontré con una actriz enorme, una actriz que se corre de todo lo que uno se imagina que puede llegar a hacer Carmen Maura. Era simplemente una actriz y un director leyendo escenas, encontrando el tono del personaje con miedos, con inseguridades, con preguntas, como funciona en una película. Hicimos un par de lecturas por Zoom o por WhatsApp con cámara, con ellas dos, con las demás actrices. Después cuando comenzamos a trabajar en Uruguay, ella llegó casi sobre el inicio del rodaje y nos centramos en trabajar mucho el vínculo entre las tres. En el rodaje ella era una más. Comíamos todos juntos, estaba las dos horas de rodaje en el set disponible. Lo más lindo fue el final cuando ella terminó de grabar después de una escena muy emotiva, se emocionó mucho porque hace muchos años que no veía a un grupo de técnicos y cabezas de equipo y actores tirando para un mismo lado, sin ser equipos enormes, porque me imagino que en España eran equipos de 200 personas. Acá era un equipo mucho más reducido en donde ves que todos trabajan y todos le ponen mucho amor y mucho respeto a lo que estábamos haciendo y ella quedaba muy contenta de volver de alguna manera al inicio de lo que era el cine, con poca gente y todos tirando para el mismo lado, intentando contar la mejor historia y todos intentando poner arte.
- Qué importante sentir esa recepción frente a tus obras, transmitir un mensaje lindo que deja una reflexión en el espectador…
- La cultura es el refugio, es nuestra identidad, es lo que nos une como pueblos de alguna manera. Todas las discusiones que estamos teniendo hoy en Argentina sobre el arte y la cultura, sobre el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), son tan estúpidas que no merecen que perdamos tiempo en eso, porque hagan lo que hagan lo vamos a superar y vamos a hacer las cosas 10 veces mejor, como sucedió siempre en todas las crisis de Argentina, después el cine las refleja, las eleva.
- ¿Crees que es necesario revisar o reformar el Incaa?
- Todo organismo es perfectible, eso lo sabemos y se puede mejorar. El tema es no volver atrás con lo conseguido. El Incaa funciona, todos los años hay decenas de películas que están en festivales entre las mejores películas del año. Entonces, no podemos olvidarnos de eso a la hora de repensar determinadas instituciones porque por supuesto que hay que repensarlas y hay que analizarlas para seguir mejorando. Pero por algo también tenemos este cine que tenemos, hay cortos nuestros, largometrajes que están en Berlín, en Venecia, en San Sebastián, en Cannes. Argentina es el país con más películas nominadas en el Oscar, no es casual eso. Hubo un Estado presente que se ocupó de que la cultura sea un tema. Intentan llevar la discusión 100 años atrás, cuando deberíamos estar viendo cómo lo mejoramos, no aniquilarlo o desfinanciarlo o que no exista más el cine porque siempre va a seguir existiendo el cine, le pese a quien le pese.
- ¿Qué sigue en tu carrera después de ‘Como el mar’?
- Estoy trabajando en un un documental sobre los vuelos de la muerte que se llama ‘Traslados’. Súper contento, ya en etapa de postproducción, color, sonido, música. Y estoy avanzando con un proyecto nuevo, una película en el sur con un género de terror psicológico que vengo trabajando desde la pandemia, se llama ‘El bosque sumergido’. Estoy retomándolo y hablando con productores para ver si lo podemos llevar adelante.