El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja declaró improcedente el despido de un trabajador por haber mandado "a la muerda" a su jefe y condenó a la empresa a optar entre readmitir al trabajador en las mismas condiciones, abonándole los salarios dejados de percibir desde el 20 de septiembre, o indemnizarlo con 14.836 euros por la extinción del contrato.
La sentencia describió al trabajador como "tranquilo y poco conflictivo", atribuyendo su comportamiento a una pérdida momentánea de control. Aunque reconoció que la expresión "andate a la mierda" es "desafortunada, grosera y vulgar", el tribunal consideró que no tenía "la gravedad suficiente" para justificar un despido disciplinario, la sanción más severa en el ámbito laboral. Además, la magistrada explicó que la frase es un "giro lingüístico" utilizado para expresar enojo o rechazo, aunque de forma inadecuada e irrespetuosa.
LOS HECHOS
El 20 de septiembre de 2023, en una empresa del polígono La Portalada, un soldador perdió la paciencia cuando su jefe inspeccionó su trabajo y le espetó: "¿Qué haces mirándome las piezas? ¡Vete a la mierda!". Sus compañeros trataron de calmarlo, pero el trabajador, lejos de apaciguarse, confirmó su insulto y abandonó su puesto. Horas más tarde, acudió al Hospital San Pedro por una "crisis de ansiedad reactiva", alegando que "le querían despedir sin motivos".Este exabrupto, presenciado por sus compañeros, desencadenó su despido disciplinario y una batalla legal que terminó favoreciendo al trabajador.
Ese mismo día, la empresa le notificó su despido disciplinario por "graves hechos protagonizados", argumentando que su conducta había sido "muy violenta, agresiva y gritando". El trabajador llevó el caso a los tribunales. En primera instancia, el Juzgado de lo Social número 1 consideró el despido procedente. Sin embargo, al apelar, la Sala de lo Social falló a favor del empleado.
EL PRECEDENTE: "GILIPOLLAS"
Este fallo se alinea otros precedentes en España. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ratificó que llamar "gilipollas" a un superior no es motivo de despido disciplinario, siempre que se trate de un insulto "concreto y aislado" en un contexto determinado. citeturn0search0