Los infartos nocturnos son menos dañinos que los diurnos: un estudio español explica las razones
La investigación publicada en el Journal of Experimental Medicine apunta al comportamiento de los neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos que disponen de un reloj interno que regula su agresividad.
12 de diciembre 2025 - 19:39hs
Los investigadores detectaron el comportamiento de un tipo de glóbulo blanco durante los infartos.
Los infartos que se producen de noche son menos graves que los que ocurren durante el día, según un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España que determinó que un tipo de glóbulos blancos se comporta de maenera menos agresiva durante el descanso nocturno.
La investigación, liderada por Andrés Hidalgo y publicada este viernes en el Journal of Experimental Medicine, muestra que los neutrófilos tienen un reloj interno que regula su agresividad a lo largo del día y determina el alcance de los daños que causan al corazón después de un infarto.
En el mismo estudio, los investigadores desarrollaron una estrategia farmacológica en modelos experimentales para bloquear el reloj molecular en los neutrófilos y mantenerlos en un estado "nocturno" para reducir su potencial dañino durante un ataque al corazón.
El sistema inmunológico protege el cuerpo contra los microorganismos que causan infecciones y como los humanos son diurnos, la probabilidad de exposición a patógenos es mayor durante el día. Es por eso que el sistema inmunológico ajusta sus picos de actividad a este ritmo circadiano pero esa respuesta defensiva puede volverse dañina.
Tras décadas de investigación, se sabe que casi la mitad del daño cardíaco después de un ataque al corazón está causado por los neutrófilos pero este daño fluctúa a lo largo del día, lo que sugiere que hay mecanismos circadianos que limitan la actividad de los neutrófilos y protegen el cuerpo.
Para averiguarlo, el equipo examinó datos de miles de pacientes en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y confirmó que una menor actividad de los neutrófilos por la noche resulta en infartos menos graves durante este período.
Los científicos desarrollaron una estrategia farmacológica en modelos experimentales para bloquear el reloj molecular en los neutrófilos, reduciendo su potencial dañino durante el infarto.
"El compuesto imita un factor que el cuerpo produce principalmente durante la noche. De alguna manera, este factor 'engaña' a los neutrófilos para que piensen que es de noche, reduciendo su actividad tóxica", explicó Hidalgo. "El compuesto imita un factor que el cuerpo produce principalmente durante la noche. De alguna manera, este factor 'engaña' a los neutrófilos para que piensen que es de noche, reduciendo su actividad tóxica", explicó Hidalgo.
La primera autora del estudio, Alejandra Aroca-Crevillén explicó que la razón para que ocurra esto es que "por la noche, los neutrófilos migran a la zona dañada sin afectar el tejido sano. Durante el día, pierden esta direccionalidad y causan más daño al tejido circundante".
infartos
El reloj circadiano de los neutrófilos
Este estudio es uno de los primeros en aprovechar los ritmos circadianos del sistema inmunológico para modular la inflamación sin comprometer la defensa contra infecciones.
"Nos sorprendió encontrar que bloquear el reloj circadiano de los neutrófilos no solo protege el corazón, sino que también mejora las respuestas a ciertos microbios e incluso reduce los émbolos asociados con la anemia falciforme", añadió Aroca-Crevillén. "Nos sorprendió encontrar que bloquear el reloj circadiano de los neutrófilos no solo protege el corazón, sino que también mejora las respuestas a ciertos microbios e incluso reduce los émbolos asociados con la anemia falciforme", añadió Aroca-Crevillén.
Según los investigadores, los resultados abren la puerta a nuevas terapias basadas en la cronobiología (la rama de la biología que estudia cómo los organismos vivos estructuran sus procesos fisiológicos en el tiempo), con el potencial de proteger el corazón y otros órganos de los daños inflamatorios sin debilitar las defensas naturales del cuerpo.