Ubicada en el puesto 37° del ranking global de flota de aviones cazas por país y con un total de 45 unidades, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) se consolida este 2025 como la tercera potencia de América en la categoría, detrás de Estados Unidos y Canadá.
Según el índice elaborado por Global Firepower, la nación sudamericana se alza con un puntaje de 0,8361 (una puntuación de 0 se considera perfecta), por encima de Brasil, Argentina, Venezuela y Colombia.
"El caza sigue siendo el principal defensor de cualquier potencia mundial, con el de quinta generación a la cabeza del grupo y los modelos de 4.ª y 4.5.ª generación aún en servicio que configuran los interceptores más modernos. Están equipados con potentes sistemas de radar avanzados, acoplados a sistemas de misiles aire-aire", detalló Global Firepower.
En agosto de 2024 fueron sus aviones de caza F-5 Tigre III los que movilizó en la frontera con Argentina tras la denuncia de violación a su espacio aéreo, a la altura entre el Monte Aymond y el Estrecho de Magallanes, lo que activó rápidamente los protocolos de defensa.
“Ayer, cerca de las 20:00 horas, en la zona oriental del Estrecho de Magallanes, existió una alerta de tráfico aéreo no identificado, ante lo cual nuestra Fuerza Aérea de Chile activó los protocolos despegando los aviones F-5 en resguardo de nuestra soberanía. Posterior a eso, se perdió el contacto con este tráfico aéreo, y en este momento se está llevando adelante una investigación que es lo que corresponde”, indicó la entonces ministra de Defensa Nacional de Chile, Maya Fernández, quien también resaltó la pronta respuesta "para proteger la seguridad y soberanía nacional".
Cómo son los aviones caza F-5 de Chile
Los Freedom Fighter concebidos en tiempos de la Guerra Fría para que los aliados de Estados Unidos tuvieran aviones baratos y de alta performance, según repasó el experto en estrategias militares y profesor del Master of Engineering Management de la Universidad de los Andes, Alfonso Kaiser, en diálogo con La Tercera, detentan también de la capacidad de tirar bombas.
“O sea, era multirol, pero especializado en combate aire-aire. Eso es lo básico. Chile compró alrededor de 18 aviones nuevos en 1976: 15 monoplaza y tres biplaza. Estos últimos sirven para entrenamiento, a veces tienen un poco menos de electrónica y en ciertos modelos un alcance levemente menor. Pero en general son bastante parecidos los dos”, agregó el especialista.
En la década del 90, las compañías Elbit Systems y la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) modernizaron las unidades en instancias que incluyó la dotación del radar Elta ELM-2032 y una sonda de reabastecimiento en vuelo. Además, se cambió el armamento con la posibilidad de transportar armamentos de combates aire-aire de alcance de hasta 15 kilómetros aproximadamente.
"Los F-5 son especialmente útiles para ir a zonas complejas, como es la austral en Chile. Se valora mucho que tenga dos motores, porque si falla uno, el avión puede volver con el otro. Esto no lo tenían ni los Mirage ni los F-16″, concluyó Kaiser.