El presidente colombiano, Gustavo Petro, enfrenta un momento crítico. La tormenta política desatada por los enfrentamientos en su gabinete ha provocado la renuncia de cinco ministros. Además, ha surgido un nuevo escándalo: Diego Marín, conocido como Papá Pitufo, el zar del contrabando, inyectó fondos en la campaña presidencial de 2022. Petro asegura que ordenó la devolución del dinero pero la crisis política cobra intensidad.
Fue en medio del caótico consejo de ministros del pasado 4 de febrero, transmitido en vivo por televisión, cuando Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección, una entidad encargada de la custodia de dirigentes, vinculó al recién nombrado jefe de Despacho, Armando Benedetti, con Papá Pitufo.
“El tema del señor Pitufo comenzó con él (Benedetti) y no sé dónde va a terminar. Pero en la primera reunión que supe que hubo, estuvo el señor. Y lo puedo sostener”, dijo Augusto Rodríguez quien militó en el grupo guerrillero M19 con Gustavo Petro. Dos días después Armando Benedetti lo denunció en la Fiscalía por injuria y calumnia agravada. La trama apenas comenzaba.
La revista Cambio adelantó que sí hubo un intento de infiltrar la campaña y entonces el propio Gustavo Petro dijo a través de su cuenta de X que “cuando me enteré por información de Augusto Rodríguez que alias el Pitufo había dado 500 millones con destino a la campaña, ordené de inmediato devolver el dinero y grabar la devolución porque, en general dinero en efectivo en gran cantidad es de mala procedencia”.
El presidente se refirió a 500 millones de pesos, unos 120.000 dólares, pero añadió que la oferta total del contrabandista consistió en aportar diez mil millones de pesos, unos 2,4 millones de dólares, para manejar cargos en el DIAN, el organismo que controla las aduanas, y la policía.
La cámara escondida para devolver el dinero
Diego Marín, Papá Pitufo, utilizó a Xavier Vendrell, un español cercano a Gustavo Petro que militó en las filas del independentismo catalán, para entregar los 500 millones de pesos.
“Conocí a Diego Marín por una persona de alta reputación en el movimiento político colombiano” admitió Vendrell en un comunicado y agregó que “el mencionado señor Marín, quiso hacer una donación a nombre de los comerciantes de Bogotá a la campaña, si bien la recibí, cuando se fue a legalizar el ingreso, fui notificado que no se podía verificar el origen de los fondos”.
Augusto Rodríguez le ordenó a Xavier Vendrell devolver el dinero y grabar la devolución. A través de un comunicado el director de la Unidad de Protección relató que “yo le había pedido, con claridad, a Vendrell, que el video debería ser producto de una cámara escondida para que Papa Pitufo no se enterara que se estaba construyendo esa evidencia”.
Pero Vendrell delegó la grabación del video a otro español, el informático Ramón Devesa, quien quiso chantajear a Augusto Rodríguez para entregarle la prueba.
“Cuando Vendrell se me presentó a informarme que ya había hecho la devolución de la plata, le exigí el video, pero me dijo que no lo tenía, puesto que Devesa se había quedado con la filmación. Busque a Ramón Devesa para pedirle la grabación, pero me dijo que si yo tenía la cifra de dinero que valía esa evidencia. Así que renuncie a esta exigencia”, dijo Augusto Rodríguez en su comunicado.
La revista Cambio, no obstante, ha indicado que obtuvo acceso al video. Es aquí donde el enigma se profundiza. Augusto Rodríguez afirma que la periodista de este medio le describió una grabación completamente diferente a la que había ordenado.
“Tanto Papá Pitufo como las otras dos personas estaban siendo conscientes de que eran filmadas”, señaló el director de la Unidad de Protección.
La foto de Benedetti y el temor por su vida
Augusto Rodríguez acompañó su comunicado con una fotografía que muestra a Armando Benedetti y Xavier Vendrell conversando en un pasillo de la Casa de Nariño, el palacio de gobierno. Lo relevante es que la imagen habría sido tomada minutos después del consejo de ministros del 4 de febrero, sugiriendo que Xavier Vendrell sigue siendo muy cercano al presidente.
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Armando Benedetti fue una pieza clave para la victoria electoral de Petro en 2022. Ahora se lo vincula con Papá Pitufo.
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Augusto Rodríguez culminó su comunicado con unas líneas inquietantes: “estoy expuesto a todo tipo de componendas, montajes y denuncias, como las que acostumbran estos grupos. Pero también me animo a hacer público que no estoy deprimido, no suelo atentar contra mi propia integridad y disfruto de buena salud”.
Pitufo en manos de Portugal
El propio Gustavo Petro ha destacado la magnitud de las operaciones de Papá Pitufo, quien posee doble nacionalidad, colombiana y española.
“El gran contrabando ha sido la bisagra entre grandes poderes políticos y estatales y el narcotráfico, durante décadas, arruinando la industria nacional. Es bueno que se revelen con nombre propio esas relaciones de la gran corrupción”, señaló Petro en septiembre de 2024 cuando le pidió al gobierno de España la extradición de Papá Pitufo.
El contrabandista fue detenido en Valencia, pero quedó en libertad condicional con la prohibición de salir de España mientras se resolvía su situación judicial. Papá Pitufo aprovechó esta oportunidad para escapar y cruzó la frontera hacia Portugal, donde fue arrestado nuevamente en diciembre de 2024.
El pasado 25 de enero, las autoridades portuguesas emitieron un concepto favorable para la extradición de Papá Pitufo a Colombia, pero su defensa presentó una solicitud de asilo, algo que podría retrasar el proceso en al menos dos meses.
Al conocerse la noticia, Gustavo Petro reaccionó en su cuenta en la red social X: "Le agradezco al poder ejecutivo del Portugal su ayuda en la extradición de Diego Marín a Colombia, extradición que viene evadiendo desde España”.
La extradición del zar del contrabando a Colombia abriría las puertas a un proceso judicial donde será crucial lo que declare respecto a su relación con Xavier Vendrell y la campaña electoral de 2022.
Las renuncias en el gabinete de Petro
El episodio de Papá Pitufo ocurre en medio de un gabinete fracturado. Gustavo Petro solicitó la renuncia protocolaria a todos sus ministros después del polémico consejo de ministros del 4 de febrero en el que hubo acusaciones, regaños del presidente, reproches y una dinámica propia de un reality show que socavó la confianza en el Gobierno.
Entre las causas del enfrentamiento interno destaca la designación de Armando Benedetti como jefe de despacho presidencial, un cargo reservado para la mano derecha del presidente. Para buena parte del gabinete Benedetti no debió ser designado por estar acusado de violencia de género e imputado por supuesto tráfico de influencias.
Aunque Gustavo Petro solicitó una renuncia protocolaria, los ministros de Cultura, Interior, Ambiente, Trabajo y Defensa, así como el director del Departamento Administrativo de la Presidencia y el director del Departamento Nacional de Planeación, presentaron su renuncia de manera irrevocable.
La crisis ministerial sacude al Gobierno en momentos en que Gustavo Petro y todas las fuerzas políticas se preparan para las elecciones legislativas y presidenciales de 2026.