Si bien los inversores en startups estadounidenses no toman sus decisiones de financiar o no a una compañía en base a quien termina ocupando la Oficina Oval, la incertidumbre de este año electoral parece afectar las cifras de inversión. Al menos, así lo demuestra una encuesta realizada por Crunchbase sobre la financiación de startups en Estados Unidos durante los últimos seis ciclos de elecciones presidenciales. "Los datos mostraron que la inversión total en todas las etapas aumentó de moderada a marcadamente en los cuatro años posteriores a las elecciones", dice.
Al igual que la mayoría de los estadounidenses, aquellos en el ámbito de las empresas y las startups verán los resultados de las elecciones presidenciales con un ojo atento a quién gana y lo que podría significar para los grandes temas de la industria, como las fusiones y adquisiciones, los impuestos e incluso el mundo cripto. "Si bien el próximo presidente estadounidense no decidirá únicamente esas cuestiones, quien sea elegido probablemente tendrá una gran influencia en las regulaciones y cambios impositivos que podrían tener importancia en industrias que van desde la inteligencia artificial hasta la biofarmacéutica y desde las grandes empresas tecnológicas hasta una startup pre-seed", alerta Crunchbase.
Independientemente del resultado, cree que es probable que las elecciones presidenciales sean sólo una parte mucho más grande que afectará a las empresas y a las startups. Sostiene que dado que es probable que los márgenes de la Cámara de Representantes y el Senado sigan siendo muy estrechos, probablemente seguirá siendo difícil impulsar grandes iniciativas.
El primer año de Biden, el mejor para las startups
¿Qué pasó en las últimas elecciones y cómo reaccionó el mercado? El mayor salto en términos de financiamiento se produjo en 2021, el primer año de la administración de Joe Biden, cuando la inversión global se duplicó con creces año tras año hasta alcanzar un máximo histórico de 345.000 millones de dólares. El frenesí inversor de ese año coincidió con un mercado de OPI (Oferta Pública Inicial de Acciones) al rojo vivo, un aumento vertiginoso de las valuaciones de las empresas tecnológicas y un cierto retorno de la sociedad a la normalidad a medida que disminuyeron las perturbaciones de la era de la pandemia.
El siguiente gran salto, según la empresa especializada, se produjo en 2017, el primer año de la administración de Donald Trump, cuando la financiación aumentó un 26% año tras año hasta alcanzar un total de 98.000 millones de dólares. Ese también fue el año de algunas grandes rondas de última etapa para empresas emergentes destacadas, incluidas WeWork, Uber y Lyft.
"Un tercero no muy lejano fue 2013, el primer año del segundo mandato del presidente Barack Obama, cuando la inversión aumentó un 20% hasta alcanzar los 48.000 millones de dólares. Ese fue el año en que las startups valoradas en miles de millones de dólares se hicieron cada vez más populares. Esto culminó con la introducción del término unicornio para describir el grupo, que incluía nombres conocidos como Pinterest, Yelp y Palantir", detalló Crunchbase.
Si bien el próximo presidente estadounidense no decidirá únicamente esas cuestiones, quien sea elegido probablemente tendrá una gran influencia en las regulaciones y cambios impositivos que podrían tener importancia en industrias que van desde la inteligencia artificial hasta la biofarmacéutica y desde las grandes empresas tecnológicas hasta una startup pre-seed Si bien el próximo presidente estadounidense no decidirá únicamente esas cuestiones, quien sea elegido probablemente tendrá una gran influencia en las regulaciones y cambios impositivos que podrían tener importancia en industrias que van desde la inteligencia artificial hasta la biofarmacéutica y desde las grandes empresas tecnológicas hasta una startup pre-seed
La crisis de las puntocom, el pico en la caída
En la encuesta se habla de que hubo dos años postelectorales en los que la financiación disminuyó: 2001 y 2009. Esto coincidió con dos shocks importantes para el sistema financiero: el estallido de la burbuja de las puntocom y la Gran Recesión.
La mayor caída se produjo en 2001, cuando la inversión se desplomó junto con una liquidación del mercado para las empresas de tecnología e Internet. Las acciones cayeron aún más tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Si bien también fue el primer año del primer mandato del presidente George W. Bush, parece que la dinámica del mercado, más que un cambio en la administración presidencial, impulsó las caídas.
Lo mismo sucedió en 2009, cuando Obama comenzó su primer mandato tras una crisis inmobiliaria y shocks en el sistema financiero que provocaron una caída vertiginosa de los mercados. Ese año, la inversión en startups inicial cayó un 13% año tras año y ascendió a alrededor de 26.000 millones de dólares.
Y de cara al año 2025, Crunchbase sostiene que no hace falta ser muy optimista para imaginar que la financiación aumentará. En particular, si el mercado de OPI de tecnología, aún inactivo, se reactiva, se puede esperar ver más rondas previas de gran tamaño. "Aunque es posible que no volvamos a alcanzar los máximos de 2021 por un tiempo, todavía hay mucho espacio para el crecimiento por delante", enfatizan Y de cara al año 2025, Crunchbase sostiene que no hace falta ser muy optimista para imaginar que la financiación aumentará. En particular, si el mercado de OPI de tecnología, aún inactivo, se reactiva, se puede esperar ver más rondas previas de gran tamaño. "Aunque es posible que no volvamos a alcanzar los máximos de 2021 por un tiempo, todavía hay mucho espacio para el crecimiento por delante", enfatizan
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Un 2025 que asoma positivo, gane quien gane
"Históricamente, los años positivos superan en número a los años negativos para la financiación de capital de riesgo. Esto tiene sentido, ya que la inversión de riesgo total en Estados Unidos ha aumentado con el tiempo. Si bien hay algunas caídas durante los momentos económicos difíciles, la mayoría de los años vemos un aumento en la financiación", indica el reporte de Crunchbase.
En este contexto, dice, no sorprende que veamos cifras totales de financiación más altas en los años postelectorales. "A veces podríamos ver un impulso adicional después de una elección, ya que estos períodos pueden indicar un cambio de ambiente cultural, así como la introducción de prioridades políticas que favorecen una mayor inversión en sectores o tipos de activos particulares", explican.
Y de cara al año 2025, Crunchbase sostiene que no hace falta ser muy optimista para imaginar que la financiación aumentará. En particular, si el mercado de OPI de tecnología, aún inactivo, se reactiva, se puede esperar ver más rondas previas de gran tamaño. "Aunque es posible que no volvamos a alcanzar los máximos de 2021 por un tiempo, todavía hay mucho espacio para el crecimiento por delante", enfatizan.