A diferencia de otras naciones, las elecciones para elegir al presidente de los Estados Unidos no se rigen por el voto popular; sin embargo, tampoco copian los gobiernos parlamentarios que son tan comunes en otras latitudes.
Siendo un país tan grande, con muchos intereses particulares que podrían poner en riesgo la unión, los padres fundadores se dieron cuenta de que debían buscar un sistema en donde todos los sectores pudiesen verse bien representados. Es por ello que nacen los colegios electorales, en donde se le asigna - proporcionalmente a su población - una cantidad específica de delegados a cada estado.
Independientemente de quien tenga el apoyo de la mayoría de los votantes, los candidatos de ambas fuerzas políticas se ven forzados a recorrer esas regiones en donde el votante indeciso puede inclinar la balanza en favor de uno de ellos para conseguir los 270 colegios electorales requeridos. Por este motivo, cualquier encuesta nacional es irrelevante para los resultados que pueden darse en la noche de las elecciones.
El expresidente Donald Trump y la actual vicepresidente Kamala Harris se enfrentarán en los comicios pautados para el próximo 5 de noviembre y, aunque todos los estudios de opinión hablan de una carrera bastante reñida, que será decidida por los estados tradicionalmente conocidos como "péndulo", la realidad podría ser muy beneficiosa para el Partido Republicano.
Las encuestas y la sub representación del votante de Trump
Las encuestadoras, por múltiples motivos, parece que siempre han sub-representando al votante de Trump en sus estudios. En el año 2016, cuando el entonces candidato se enfrentó a Hillary Clinton, todos los sondeos apuntaban a una clara victoria de la candidata demócrata. Algo similar ocurrió en el 2020, cuando el entonces presidente en ejercicio buscaba la reelección contra su contendor demócrata, Joe Biden, quien terminó ganando ese proceso; sin embargo, dicha victoria se dio con un margen mucho menor al que se había comentado en todas las predicciones.
Actualmente, Trump se encuentra - según esas mismas encuestadoras - mejor posicionado que en el 2020 y que en el 2016, con ganancias importantes entre los votantes hispanos y de raza negra. Distinto a esos procesos, las encuestadoras hablan de un empate técnico entre ambas candidaturas y no de una obvia victoria demócrata.
Real Clear Politics - una plataforma que realiza un promedio de las encuestas más importantes y con mayor credibilidad - le dio una victoria a Clinton por sobre Trump superior a los tres puntos porcentuales y la realidad, aunque dentro del margen de error, favoreció al republicano. Asimismo, en el 2020 esa misma plataforma posicionaba a Biden ganando con siete puntos de ventaja, pero el día de las elecciones la diferencia no alcanzó, ni siquiera, lo cinco puntos porcentuales. Actualmente se habla de un empate técnico entre Harris y Trump.
El único año cuando el voto republicano obtuvo una sobre-representación en estos sondeos fue en las elecciones de medio término del 2022, donde se esperaba una "ola roja" que, evidentemente, brilló por su ausencia. No obstante, el expresidente, a pesar de sí estar activo políticamente, no se encontraba en ninguna boleta.
Aunque es irresponsable asegurar que Donald Trump o Kamala Harris tienen su cargo asegurado en la Casa Blanca, se debe destacar que si las encuestas se comportan de una manera similar a los dos procesos presidenciales anteriores, el candidato republicano ganaría cómodamente, y no se trataría de una carrera presidencial cerrada.