Comenzó la guerra. Si hay un "enemigo" que Donald Trump no puede despedir y sin dudas quisiera hacerlo, es el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell. El banquero, que fue elegido por el republicano durante su primer mandato y refrendado por Joe Biden, volverá a estar en el ojo de la tormenta durante el mandato republicano. Y el presidente ya lanzó la primera piedra. En una videoconferencia, Trump dijo que "exigirá" que las tasas de interés bajen inmediatamente.
"Con la caída de los precios del petróleo, exigiré que las tasas de interés bajen inmediatamente, y de la misma manera deberían bajar en todo el mundo", sostuvo Trump el jueves en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en el que participó a través de una videoconferencia.
Los comentarios del republicano se producen cinco días antes de la primera reunión de política monetaria de la Fed que se celebrará durante su administración, el 28 y 29 de enero. La expectativa es que no se acuerde ningún cambio en las tasas en la reunión.
Varios funcionarios de la Reserva Federal, incluido Powell, ya han expresado la necesidad de tener cautela a la hora de reducir aún más las tasas a partir de ahora debido a la rigidez de la inflación. Varias autoridades habían hecho un esfuerzo por tener en cuenta las posibles políticas de Trump en los nuevos pronósticos emitidos el mes pasado, que reflejaban expectativas de una mayor inflación y un crecimiento ligeramente más fuerte este año que el reflejado en proyecciones anteriores.
"La buena noticia es que, a pesar de todos sus caprichos, Trump es, en última instancia, un pragmático, no un ideólogo. Las consecuencias a largo plazo de socavar la independencia de la Reserva Federal no beneficiarían a nadie, ni siquiera a sí mismo", concluyó el economista. estadounidense "La buena noticia es que, a pesar de todos sus caprichos, Trump es, en última instancia, un pragmático, no un ideólogo. Las consecuencias a largo plazo de socavar la independencia de la Reserva Federal no beneficiarían a nadie, ni siquiera a sí mismo", concluyó el economista. estadounidense
Jerome Powell en la mira
La Reserva Federal ya recortó las tasas de interés en 100 puntos básicos desde septiembre. Y Trump la había criticado duramente por aumentarlas durante los dos primeros años de su primer mandato. Tanto fue así, que llamó a Powell un "enemigo del pueblo estadounidense" junto al presidente chino, Xi Jinping.
El mandato del banquero central termina en 2026. Hubo especulaciones con respecto a si Trump lo podía echar antes o no. Si bien en un primer momento habló de que intervendría más en las decisiones en las políticas de la Fed, con el correr de la campaña el republicano bajó el tono. "Creo que tengo derecho a decir que creo que deberías subir o bajar un poco (las tasas). No creo que se me deba permitir ordenarlo, pero creo que tengo derecho a hacer comentarios sobre si o no las tasas de interés deberían subir o bajar", dijo el ahora presidente durante una entrevista con Bloomberg News en el Chicago Economic Club a mediados de octubre pasado. Explícitamente consultado acerca de si planea echarlo, dijo "no veo que suceda".
En una conferencia de prensa el año pasado, los periodistas le preguntaron a Powell si renunciaría tras el triunfo de Trump en las urnas. Powell, serio y con pocas ganas de responder esa clase de preguntas, dijo que "no" y que no puede ser echado porque es "contra la ley".
Pero independientemente de si despide a Powell, el intento de Trump de ganar mayor influencia sobre la toma de decisiones de la Reserva Federal corre el riesgo de desestabilizar las expectativas de inflación. "Si bien este proceso probablemente se desarrollará de manera más gradual de lo que algunos críticos que sufren del 'síndrome de trastorno de Trump' podrían esperar, las consecuencias podrían ser nefastas", advirtió Pero independientemente de si despide a Powell, el intento de Trump de ganar mayor influencia sobre la toma de decisiones de la Reserva Federal corre el riesgo de desestabilizar las expectativas de inflación. "Si bien este proceso probablemente se desarrollará de manera más gradual de lo que algunos críticos que sufren del 'síndrome de trastorno de Trump' podrían esperar, las consecuencias podrían ser nefastas", advirtió
La Fed y una independencia cuestionada
En el frenesí de actividad que rodea la primera semana del presidente en el cargo, Trump no ha dicho nada sobre la política monetaria. Si bien no tiene autoridad legal sobre la Reserva Federal, nombra miembros de la Junta de Gobernadores. La independencia de la Fed se considera esencial para la estabilidad de los mercados, aunque el banco central ha sido criticado en los últimos años por catalogar el aumento de la inflación en 2021 como “transitorio”, lo que llevó a una serie de aumentos agresivos posteriores.
Kenneth Rogoff, ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estuvo en la Junta de gobernadores de la Fed, sostuvo que "a pesar de las garantías de Donald Trump de que no buscará destituir al presidente de la Reserva Federal, hay pocas dudas sobre que el presidente aspira a ganar mayor influencia sobre la toma de decisiones de la Fed". "Tal interferencia podría hacer subir las tasas de interés a largo plazo, dañando la economía estadounidense", afirma en una columna publicada en Project Syndicate.
Rogoff dice que, aunque Trump ha dicho que no buscará destituir al presidente de la Reserva Federal, hay pocas dudas de que a Trump le encantaría decirle a Powell: “Estás despedido”.
Pero independientemente de si despide a Powell o no, el intento de Trump de ganar mayor influencia sobre la toma de decisiones de la Reserva Federal corre el riesgo de desestabilizar las expectativas de inflación y hacer subir las tasas de interés a largo plazo, explica el reconocido economista. "Si bien este proceso probablemente se desarrollará de manera más gradual de lo que algunos críticos que sufren del 'síndrome de trastorno de Trump' podrían esperar, las consecuencias podrían ser nefastas", advirtió.
"Con la caída de los precios del petróleo, exigiré que las tasas de interés bajen inmediatamente, y de la misma manera deberían bajar en todo el mundo", sostuvo Trump en el Foro Económico Mundial el jueves en Davos, Suiza, mediante una videoconferencia "Con la caída de los precios del petróleo, exigiré que las tasas de interés bajen inmediatamente, y de la misma manera deberían bajar en todo el mundo", sostuvo Trump en el Foro Económico Mundial el jueves en Davos, Suiza, mediante una videoconferencia
Gana o pierde Donald Trump
"A largo plazo, cualquier intento de Trump de socavar la independencia de la Reserva Federal podría obstaculizar gravemente su capacidad para responder a las crisis económicas y financieras. Si las expectativas de inflación no están firmemente ancladas, las autoridades tendrán dificultades para estimular la economía sin desencadenar un crecimiento desbocado de los precios. Una victoria presidencial de este tipo sobre la Reserva Federal también reduciría la confianza en otras instituciones clave", agregó el ex economista jefe del Fondo.
Si destituir a Powell no es una opción, Trump podría nombrar un Comité de Mercado Abierto “en la sombra” para socavar su autoridad y presionar a la Reserva Federal.
Para Rogoff, la independencia de los bancos centrales es posiblemente la innovación de política macroeconómica más importante desde la revolución de la oferta de los años 70. "Históricamente, los bancos centrales dirigidos por tecnócratas centrados en mantener la estabilidad de precios han superado consistentemente a aquellos plagados de interferencia política", sostiene.
"La buena noticia es que, a pesar de todos sus caprichos, Trump es, en última instancia, un pragmático, no un ideólogo. Las consecuencias a largo plazo de socavar la independencia de la Reserva Federal no beneficiarían a nadie, ni siquiera a sí mismo", concluyó el economista estadounidense.