El foco en América Latina y la migración: los ejes de la nueva estrategia de Trump y su Doctrina Monroe 2.0
El gobierno de Donald Trump delineó en un documento cuál es su mirada sobre el mundo y confirma que busca ampliar la influencia de EEUU en Latinoamérica, una reorientación de su política después de años de centrar el foco en China o Rusia. Las críticas a Europa y la menor atención a Medio Oriente.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump dio numerosas señales para marcar que su foco estaba puesto en América Latina, un cambio con respecto a sus antecesores. El presidente publicó este viernes un documento con su nueva estrategia de seguridad nacional que confirma esta mirada, una versión trumpista de la Doctrina Monroe, que busca ampliar la influencia de Estados Unidos en la región. Es también un alegato contra las "migraciones masivas" y una advertencia sobre la "desaparición de la civilización" en Europa.
Concebido para desarrollar la visión America First (Estados Unidos Primero) de Trump, la nueva estrategia estadounidense marca una reorientación de su política de los últimos años centrada en China o Rusia, aunque sigue identificando a Pekín como su principal competidor.
"En todo lo que hacemos, ponemos a Estados Unidos primero (...) Este documento es una hoja de ruta para garantizar que Estados Unidos siga siendo la nación más grande y exitosa de la historia de la humanidad, y el hogar de la libertad en la Tierra", señaló Trump en la introducción al texto de 33 páginas.
El documento afirma que, después de "años de abandono", Estados Unidos aplicará un "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe, de la década de 1820, cuando Washington consolidó su hegemonía frente a los europeos en América Latina, a la que consideraba el "patio trasero" de Estados Unidos.
Washington reajustará su "presencia militar global para hacer frente a amenazas urgentes en nuestro hemisferio, y alejarnos de escenarios cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años", indica el texto, según recogió la agencia AFP.
El portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford. AP
El portaaviones USS Gerald Ford, que EEUU desplegó en el Caribe
AP
"Los términos de nuestras alianzas y las condiciones en las que proporcionamos cualquier tipo de ayuda deben depender de la reducción de la influencia adversaria externa, desde el control de instalaciones militares, puertos e infraestructuras clave hasta la adquisición de activos estratégicos en sentido amplio", indica el documento.
El objetivo, según la nueva estrategia, es proteger a EEUU y su acceso a "geografías clave" en la región. Propone aprovechar las alianzas con los países latinoamericanos para controlar la migración, frenar el flujo de drogas y fortalecer la estabilidad. Y a la vez establecer alianzas nuevas para cumplir con estas metas. "Premiaremos y alentaremos a los gobiernos, partidos políticos y movimientos de la región que estén alineados con nuestros principios y nuestra estrategia", apunta el texto, en el que se advierte, de todos modos, que tampoco es la idea ignorar a gobiernos con perspectivas diferentes.
A la vez, declara que Estados Unidos buscará más asociaciones con el sector privado para promover "oportunidades estratégicas de adquisición e inversión para las empresas estadounidenses en la región", consignó Politico.
El foco en la migración y las críticas a Europa
Washington quiere además, bajo la presidencia de Trump, poner fin a las migraciones masivas en el mundo y hacer del control de las fronteras "el elemento principal de la seguridad" estadounidense, de acuerdo con el documento.
"La era de las migraciones masivas debe llegar a su fin. La seguridad de las fronteras es el elemento principal de la seguridad nacional", señala la nueva estrategia. "Debemos proteger a nuestro país contra las invasiones, no solo contra las migraciones descontroladas, sino también contra las amenazas transfronterizas como el terrorismo, las drogas, el espionaje y la trata de personas", agrega.
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A su vez, el gobierno de Trump lanza duras críticas a sus aliados europeos, a los que acusa de llevar a cabo actividades que "socavan la libertad política y la soberanía", en una aparente referencia a las medidas adoptadas contra la extrema derecha en el continente, y tener políticas migratorias que están "creando conflictos". Entre otros, señala como problemas "la censura de la libertad de expresión y la represión de la oposición política, el descenso drástico de la natalidad y la pérdida de la identidad nacional y la confianza en sí mismos".
El documento apunta la disminución de la participación de Europa en la economía global, que es en gran parte resultado del ascenso de China y otras potencias emergentes, y señala: "Este declive económico está eclipsado por la perspectiva real y marcada de la desaparición de la civilización".
"Si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos", asegura.
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El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski
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Además, los acusa de socavar la paz en Ucrania. "La administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos que tienen expectativas poco realistas sobre la guerra, apoyados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición", apunta.
Qué dice sobre China y Medio Oriente
Sobre China, la estrategia reitera los llamados a una región Asia-Pacífico "libre y abierta", pero se centra más en la competencia económica que supone el gigante asiático.
La administración promete "reequilibrar la relación económica de Estados Unidos con China, dando prioridad a la reciprocidad y la equidad para restaurar la independencia económica estadounidense". Pero también afirma que "el comercio con China debe ser equilibrado y centrarse en factores no sensibles" e incluso pide "mantener una relación económica mutuamente ventajosa con Pekín".
Trump Xi Jinping
Donald Trump y Xi Jinping, en su último encuentro de Busan, Corea del Sur, el 30 de octubre de 2025.
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Tras mucha especulación sobre si Trump cedería en el tema de Taiwán, isla de régimen democrático que Pekín reclama como propia, la estrategia deja claro que Estados Unidos apoya el statu quo, pero insta a los aliados Japón y Corea del Sur a contribuir más para garantizar la defensa de Taiwán.
La estrategia presta relativamente poca atención a Medio Oriente, que durante mucho tiempo ha acaparado la atención de Washington.
Señalando el aumento de la producción de energía en Estados Unidos, el documento afirma que "la razón histórica de Estados Unidos para centrarse en Medio Oriente disminuirá".
Medio Oriente ya no es "la fuente potencial de catástrofes inminentes que solía ser", sino que "más bien está emergiendo como un lugar de asociación, amistad e inversión", afirma el documento, que afirma, sin embargo, que la seguridad de Israel sigue siendo una prioridad para Washington.