En un intento por diferenciarse de su rival Donald Trump, que asegura beneficiará a las grandes corporaciones, la vicepresidenta Kamala Harris apuesta a los pequeños empresarios con un plan para impulsar la creación de nuevos emprendimientos y que forma parte de sus propuestas económicas para las elecciones de noviembre, que comenzó a delinear el mes pasado.
Una de las principales propuestas, que dará a conocer en la tarde del miércoles en una cervecería en New Hampshire, será ampliar de 5.000 a 50.000 dólares las deducciones fiscales para empresas que recién empiezan, con el objetivo de cubrir el costo que afrontan al abrir un negocio, que se estima en promedio es de 40.000 dólares.
Según este plan, las nuevas empresas podrían esperar a tener beneficios por primera vez para solicitar la deducción, así ven reducidos sus impuestos. Por ejemplo, una pequeña empresa que haga 15.000 dólares de ganancias en su primer año, podría deducir ese monto y ahorrarse el resto para los próximos años, explicó un miembro de la campaña de Harris.
"Esta es una de mis prioridades más importantes, invertir y permitir el crecimiento de nuestras pequeñas empresas", dijo la candidata demócrata la semana pasada al visitar un pequeño comercio en Savannah, Georgia, según recogió la cadena CNN.
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La candidata demócrata en un restaurante durante su gira de campaña por Georgia
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Contraste con Trump
Uno de los objetivos del programa de Harris es lograr que durante su mandato se envíen 25 millones de nuevas solicitudes para la creación de pequeñas empresas, después del récord de 19 millones registrados durante la administración de Joe Biden, tres millones más que durante el mandato de Trump.
El ex presidente, un fuerte defensor de los recortes fiscales, prometió que si gana en noviembre irá más allá en las exenciones impositivas que implementó en su anterior mandato, algunas de las cuales vencen en 2025. "Para lograr alivio económico a los trabajadores y las familias, haremos nuevos recortes impositivos", dijo el mes pasado al presentar sus propuestas económicas.
En 2017, con Trump recién llegado a la Casa Blanca, la tasa de impuestos corporativos se redujo del 35% al 21%, lo que fue uno de los cambios más significativos y permanentes de la reforma.
Por eso, la campaña demócrata asegura que el ex mandatario quiere mantener las exenciones impositivas a los más ricos del país, mientras que la vicepresidenta promete deducciones dirigidas a la clase media y trabajadora. En ese sentido, una de las propuestas que presentó Kamala Harris a mediados de agosto fue la de ampliar el crédito tributario por hijo para estas familias y establecer uno nuevo de 6.000 dólares para familias con niños en el primer año de vida.
Los comicios de noviembre "son una elección entre dos visiones económicas muy diferentes: una que fortalece a la clase media y amplía las oportunidades y otra que ayuda a los multimillonarios y a las empresas a expensas de las familias trabajadoras", indicó la campaña, un mensaje que se espera repita la candidata demócrata la próxima semana cuando enfrente a Trump en el primer debate entre ambos por ABC.
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Reducir la burocracia
Otro de los puntos del plan de Kamala Harris para las pequeñas empresas es el de reducir la burocracia, que considera que en muchos casos impide que se creen o crezcan este tipo de negocios.
Para lograrlo, propone simplificar la declaración impositiva de estos comercios; reducir las barreras para obtener licencias profesionales, para facilitar que los empleados trabajen en otros estados y las empresas se expandan, e incentivar a las autoridades locales a que reduzcan la burocracia en sus normativas.
A la vez, promete la creación de un fondo para la expansión de pequeños comercios que permita a los bancos e instituciones financieras locales cubrir los costos de la ampliación de estas empresas, sobre todo aquellas que se ubiquen en regiones que en general han recibido menos inversión.
La clase media, en el centro de la propuesta económica
“Una clase media fuerte siempre ha sido fundamental para el éxito de Estados Unidos, y construir esa clase media será un objetivo definitorio de mi presidencia", dijo Kamala Harris en su discurso en la Convención Demócrata de Chicago en el que aceptó formalmente la nominación, después de que en julio reemplazara a Biden en la fórmula.
Ese objetivo marcó la primera presentación de su plan económico, en el que prometió hacer frente los altos costos de los alimentos con medidas contra las "empresas oportunistas" que establecen "precios abusivos", una lucha en la que algunos analistas vieron un posible plan de control de precios y que sirvió para que Trump la tildara nuevamente de "comunista". "Nicolás Maduro estaría orgulloso de la camarada Kamala", aseguró el republicano.
Además, Harris prometió reducir el costo de los alquileres y facilitar en general el acceso a la vivienda, una de las principales preocupaciones de los votantes. Para hacerlo, dijo que promoverá, entre otros, la construcción de tres millones de nuevas viviendas, ante la escasez del mercado, que hace a su vez que suban los precios.