Cuanto más uno le pone contenido a algo, más beneficia al presidente Biden. Es un hombre que se sabe la materia. Tuvo casi medio siglo de senador. En un mal día suyo, Biden está más preparado para contestar cualquier pregunta que Trump en su mejor día. Conoce la estructura del poder norteamericano. Eso le da ventaja. Pero aquí estás en una pelea donde los boxeadores lo que no quieren es caer knock out. La campaña va a seguir. El impacto del debate, aunque a uno le vaya muy bien, no necesariamente va a determinar la elección. Lo que no les puede pasar es que les vaya muy mal.
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Nadie duda de la experiencia de Biden, pero sí hay reparos sobre su fragilidad física y cierta falta de agudeza mental. ¿Eso va a estar bajo la lupa en el debate?
No sé, yo lo vi hablar muy bien al Congreso norteamericano. Lo vi con una gran capacidad no solamente para dar un discurso, sino para retar a la oposición. Honestamente no pienso que haya dudas de eso. Más cuando uno mira la realidad: el desempleo más bajo y el crecimiento más rápido de cualquier país industrializado; una economía que es la envidia del mundo. Hemos traído de nuevo las manufacturas. Inversiones masivas en infraestructura que llevaba muchos años abandonada. Y lo que vimos cuando Trump tenía el poder es la incapacidad. Con las dos cámaras del Congreso en un momento no podía pasar un presupuesto sin los demócratas. Anunció proyectos de infraestructura cuatro veces seguidas sin lograr nada.
Inflación, crisis migratoria y deportaciones masivas
Trump va a contraatacar con dos puntos centrales: la inflación de casi 20 puntos en 3 años y la crisis migratoria. ¿Qué opina?
Vamos por partes. La inflación es menor a la de cualquier país industrial. Sobre la migración, parte de la razón por la que tenemos una migración tan rota es que los republicanos no la quieren arreglar. Los demócratas hemos presentado un proyecto hace tiempo. Y ahora presentamos el proyecto de ellos, no el nuestro. Buscamos republicanos entre los más recalcitrantes del partido, aceptamos una serie de condiciones que, para mí, como demócrata, hubieran sido intragables. Pero así y todo no se hizo. Vamos a ser claros. Pese a la supuesta amenaza que ellos señalan en la inmigración, si hay algo que los norteamericanos hacen mejor que ningún país en el mundo es precisamente la inmigración. Aunque sea desordenada, mal dirigida y con malos requisitos de ley. Los republicanos tratan de meter dentro de nosotros mismos xenofobia y racismo. Ya quisieran todos los países del mundo tener el sistema migratorio norteamericano.
¿Por qué los demás países quisieran tener el sistema migratorio de EEUU?
Un sistema que hace americanos a los inmigrantes. Lo hace en Nueva York o en California. Y después de un tiempo son necesarios para la economía norteamericana. Pagan gran parte del déficit norteamericano porque no toman servicios. Ellos entregan su ambición y su tenacidad a través de integrarse dentro de la nación norteamericana. Los republicanos promueven el miedo porque ayuda a las fuerzas más retrógradas en la sociedad. Pero estamos viendo una sociedad que está avanzando y creciendo. Al fin de cuentas uno quiere estar en una sociedad que tiene inmigración. Cuando no la tienes, la gente no quiere ir a tu sociedad.
En base a esa caracterización, ¿la promesa de Trump de realizar deportaciones masivas es realista o es una bandera de campaña?
Si Trump tuviera la capacidad mental para implementarlas, lo haría. Pero el primero perjudicado sería él. Si aplicara las deportaciones masivas, los campos de golf no tendrían trabajadores que los mantengan y deberían cerrar. La industria de la construcción pararía en este país. Sus declaraciones usan la xenofobia para crear oportunidades dentro de un partido en declive, cuyo futuro está cuestionado y no tiene ideología.
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¿A qué se refiere?
Es un partido sin plataforma, porque se ha hecho un culto a la personalidad. La plataforma y la ideología de los republicanos es lo que se le ocurre a Trump todas las mañanas. En Europa se acostumbra continuar con los monarcas, pero han aprendido a ponerles bozal. Ahora una parte de la sociedad norteamericana quiere un monarca sin bozal. Pero en 2020, con todas las ventajas de estar en la Casa Blanca, Trump no pudo ganar. Ahora tenemos la Casa Blanca con una economía vibrante y un electorado que está sintiendo los beneficios de las inversiones. No solamente vamos a ganar, lo haremos de una manera sólida que va a entregarnos casi seguro la Cámara de Representantes.
¿Cómo interpreta el endurecimiento repentino que tuvo Biden en sus políticas migratorias?
Si uno quiere hablar y seguir hablando de la llaga, pues eventualmente la llaga la sientes. Biden está reconociendo que ellos han creado un temor en la sociedad norteamericana, aunque no quieren resolver el problema. Es como el mafioso que habla del crimen, pero no del que él hace, sino los otros. Pero el presidente también ha dado “parole humanitario” a venezolanos, nicaragüenses, cubanos y haitianos, precisamente porque podemos absorberlo. El presidente tuvo que reaccionar al clamor público, aunque sea absurdo. Por ejemplo, la ciudad más hispana de los Estados Unidos es Hialeah. Y el alcalde dijo que hay demasiados hispanos en Hialeah. El éxito republicano fue meter un tema en la discusión que no es un tema serio.
Voto hispano, aborto y América Latina
En 2020 el voto latino ayudó mayoritariamente al triunfo de Biden. ¿Qué puede pasar esta vez?
La campaña de Trump ha gastado mucho más dinero y ellos tienen una estrategia de dirigir la retórica de las personas desamparadas. Pero no temo eso. Las políticas de Biden han favorecido a la comunidad hispana. El desempleo más bajo de la historia del país lo tienen ahora los hispanos y los afroamericanos. Y eso lo sienten en sus comunidades. Habrá algunos que escojan otra marca y piensen que esa es la del ganador. Les deseo que les vaya bien. Pero cuando Trump está hablando del contenido de la sangre de la nación y fija que la disrupción de esa sangre somos precisamente los hispanos, todo el mundo sabe que está hablando de los hijos nuestros y de uno mismo. Si uno es tan ciego que no lo ve...
¿Qué papel va a jugar el aborto en el debate y en la campaña en general?
Uno muy positivo. Particularmente aquí en la Florida reseñamos un nivel de aceptación entre los republicanos de más del 56%. Entre el electorado general, está en el 69%. Y más aún en un grupo difícil para Trump, donde más perdió la última vez, que son mujeres blancas.
¿Florida sigue siendo un swing state o ya quedó bajo dominio republicano?
La historia te enseña algo, pero no predice el futuro. Los demócratas se han olvidado de Florida porque tenían en otros lugares una ventaja más fácil. Pero también pienso que el dinero que ha recaudado el presidente Biden es suficiente para poner a Florida en juego. Puede ser que sea un poquito más tarde de lo que yo quisiera, pero me parece que van a estar atentos porque tienen aquí una candidata al Senado que es una hispana que puede también mover muchos votos: Debbie Mucarsel-Powell.
En la política exterior hacia América Latina, ¿Biden y Trump representan proyectos muy distintos?
Completamente distintos. En los cuatro años de Trump vimos una política basada en los sentimientos personales del presidente. La de Biden es una relación mucho más dirigida y enfocada a resolver problemas en la región, en lugar de ser dirigida por la retórica. Hay áreas donde el presidente pudo haber hecho más pero también entiendo las limitaciones, precisamente por el electorado que se encuentra en esos lugares. Pero nuestra relación con la región es mejor de lo que ha estado mucho tiempo.
¿Qué piensa del presidente argentino Javier Milei y la relación con Donald Trump?
Bueno, Mussolini tenía afinidad uno con Franco, se llevaban bien.
¿Le parecen comparables?
Me parece que tienen una misma vertiente. Y yo nunca he contratado a un carpintero porque sea de izquierda o de derecha, sino porque sabe hacer su trabajo de carpintería. Cuando uno mira el mundo y las condiciones de Argentina, España, México o Italia, se requiere entender esas sociedades para implementar políticas. Ajustar a la realidad de cada lugar. Este concepto de que hay una solución amplia y general si todo el mundo se mete a derechista, que todos los problemas económicos del mundo cesan de existir, me parece que es un concepto absurdo. La retórica aventurista y llena de conflictos que están usando tanto Trump como Meloni, Vox o Milei me parece poco productiva.
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¿No hay un fracaso de la política más tradicional en estos últimos 20 años para habilitar el ascenso de las nuevas derechas?
No, a mí me parece que la política está diseñada, en parte, precisamente para fracasar. Vamos a ver si el experimento en Argentina funciona. Yo le deseo bien siempre a los argentinos porque los quiero mucho. Igual que pienso que jugar con el fascismo en Europa ya sabemos dónde termina. Churchill tenía una buena frase que decía: “El antisemitismo siempre es un buen comienzo pero inevitablemente termina mal”. Y es precisamente lo que nos encontramos acá: una ideología que tiene la claridad en el vacío de no ejercer poder. Ahora están ejerciendo poder: veremos los resultados. En Estados Unidos yo sé que no seleccionamos un presidente de izquierda, sino de centro izquierda o de centro y hasta ahora ha tenido un mandato sumamente exitoso. Y las elecciones que hemos visto en el país desde su ascenso, en las legislativas, han favorecido a los demócratas. Precisamente, porque su mensaje está calando con el pueblo americano.
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