Entre los más de 19 millones de km2 que conforman América Latina y sus diversos escenarios, existe un país que detenta de una particularidad erigida al momento de inicio y fin del día.
Es que si bien se ubica como una de las naciones más pequeñas de la región (sólo supera a El Salvador, Belice y Costa Rica) se estrategica ubicación le permite disponer de una fenómeno único: amanece en un océano y anochece en otro.
El país de América Latina donde amanece en un océano y anochece en otro
Panamá, con sus más de 204 años de hostira, es el país único país de América Latina donde se puede ver el amanecer en el océano Pacífico y el atardecer en el Atlántico debido a su "curvatura" en el mapa.
Esta nación rodeada de islas y especies, sobresale a nivel global también por su canal interoceánico, lo que representa un logro de ingeniería y que, con el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, signa hoy un foco de disputa impulsado por Estados Unidos.
Por el lado oeste de su territorio, Panamá muestra la isla de Taboga, conocida también como "isla de las flores". Es tropical y posee playas de arena suave. Además, alberga una de las iglesias más antiguas del litoral Pacífico del continente.
El primer lugar donde amanece es en el archipiélago de Guna Yala (San Blas), ubicado en la costa caribeña al noreste del país. Debido a su posición geográfica en el extremo oriental, las islas de Guna Yala reciben los primeros rayos del sol antes que el resto del territorio.
Del costado Atlántico, el primer lugar donde anochece en Panamá es en el extremo occidental, en la provincia de Chiriquí, cerca de la frontera con Costa Rica. Dentro de esta área, las zonas más occidentales como Puerto Armuelles, en el distrito de Barú, y las áreas cercanas a Isla Burica, en la península de Burica, son las primeras en experimentar el cierre del día.