Todavía falta un tiempo para que las agendas de la campaña electoral tengan forma, pero las recorridas por Montevideo y el interior del país ya son frecuentes en los dos principales precandidatos nacionalistas.
Si bien por ahora los motivos no son solamente electorales, tanto
Jorge Larrañaga (Juntos) como Luis
Lacalle Pou (Todos) han recorrido diferentes puntos del país con notorias diferencias en sus estrategias.
Desde que lanzó la campaña Vivir Sin Miedo para recolectar firmas a favor de un plebiscito de reforma constitucional sobre temas vinculados a la seguridad pública, a Larrañaga se le terminaron los fines de semana libres. En general, intenta aprovecharlos para viajar hacia el interior del país, aunque también ha elegido algunos de ellos para visitar barrios montevideanos, en los que recorre ferias, comercios y conversa con vecinos.
En sus recorridas, Larrañaga busca conocer diferentes situaciones de inseguridad y conversa sobre el plebiscito que intentará que se realice en octubre del año que viene, con las elecciones nacionales. "La gente quiere ver a los políticos fuera del escritorio, en la calle", dijo el senador a El Observador en una de esas recorridas.
Sin embargo, a pesar de que la política es la que lo hace salir a la calle, el líder de Juntos no menciona al Partido Nacional en sus conversaciones con ciudadanos y no es casualidad que no lo haga. Su intención es que las firmas se separen de su sector y así captar a la mayor cantidad de personas posible, sin importar a quién votan, a diferencia de lo que sucede con una recorrida electoral.
Precisamente, con esa misma lógica están pensados los puntos de visita de cada semana. La campaña llevó a que quienes delinearon las visitas del líder aliancista lo separaran lo más posible de locales vinculados a los partidario o sectorial. Si bien Larrañaga recorre algunos,
y en un comité hasta lo invitaron con una buseca un sábado al mediodía, sus discursos sobre Vivir sin Miedo son en clubes de barrios o locales que nada tienen que ver con los blancos. Según dijeron allegados al senador a
El Observador, el objetivo es que la campaña no se embandere con un sector o partido político.
Larrañaga se ha ido moviendo por todo el país bajo la bandera de Vivir Sin Miedo, consciente de que a Montevideo y Canelones les tiene que dedicar un poco más de tiempo. De todos modos, eso no quita que necesite de personas de todo el país para poder llegar a las firmas necesarias y por eso organiza actividades nacionales. Una de ellas se llevó adelante hace un par de meses y la otra está prevista para los primeros días de setiembre en una movida "para pisar el acelerador" según lo definen en su sector.
La propuesta sobre seguridad de Larrañaga incluye cuatro reformas a ser incluidas en la Constitución: cumplimiento efectivo de las penas para que en casos de delitos graves los delincuentes no puedan obtener beneficios que les permitan salir antes de tiempo de prisión; la reclusión permanente revisable a los 30 años en delitos gravísimos como homicidios múltiples o violación y homicidio a menores; permitir que la legislación regule los
allanamientos nocturnos en lugares donde se sospecha "fundadamente" que se están cometiendo delitos; y la creación de una Guardia Nacional con efectivos militares para que colabore en determinadas tareas con la Policía. Para realizar el plebiscito junto con las próximas elecciones nacionales se necesita juntar unas 300 mil firmas
Campaña
Los motivos por los que Lacalle Pou suele irse al interior lejos están de una campaña a favor de un plebiscito de reforma constitucional. Por el contrario, sus giras tienen mucho más la forma y el sonido de la campaña electoral
Hacer giras maratónicas por todo el país también tiene una explicación. En el sector de Lacalle Pou consideran que la consolidación de la agrupación es a nivel nacional y no quieren arriesgarse a perder peso en ningún punto, según dijeron a El Observador fuentes nacionalistas.
Desde el grupo Todos sostienen que esa consolidación del sector Lacalle Pou en todo Uruguay debe expresarse no solo con la militancia sino más que nada con la dirigencia, a partir de la suma de algunos políticos de otras filas.
El último ejemplo es de Bertil Bentos, quien abandonó el sector de Larrañaga y oficializó su pasaje a Aire Fresco, la lista de Lacalle Pou que tiene al senador sanducero Álvaro Delgado como uno de sus principales referentes.
Bentos integra junto a Daniel Arcieri y David Dotti la tríada de candidatos a la intendencia en las elecciones municipales pasadas que eran de Alianza Nacional y decidieron unirse a Lacalle Pou, en un departamento del que Larrañaga fue intendente sino en el que se siente fuerte. De hecho, Lacalle iba a tener un candidato por su sector –el comunicador Juan Carlos López- pero la Convención Nacional resolvió que se presentaran solo los candidatos que por ese entonces eran aliancistas.
Si bien en su momento el abandono de Bentos del sector le generó tristeza, Larrañaga no siente que su figura se debilite en el norte ni en ningún punto del país, según manifestó a El Observador uno de sus allegados.