Espectáculos y Cultura > ENTREVISTA A NOELIA CAMPO
"Encontré mi lugar en el ambiente teatral”
Virtuosos, Shanghai, El rey se muere, Toc Toc, Lucrecia, o el deseo bajo el fondo del mar, y Perdidos en Yonkers. Los últimos dos años fueron de gran intensidad para Noelia Campo en el ámbito teatral. Se la vio lucir con gran versatilidad papeles disímiles al punto de que más de un teatrero viejo debió guardarse en el bolsillo aquella desconfianza inicial de la cara bonita de la TV que empezó a “robar” terreno sobre las tablas. Quizás, por ello, aunque no lo dijo, el martes fue la única que se emocionó hasta las lágrimas al recibir la estatuilla a Mejor Actriz.
En el auditorio, nadie parecía sorprendido por su premiación y probablemente para alguien que tuvo que pelear contra los prejuicios, ese era un premio tan grande como la propia estatuilla.
Campo no había desaprovechado el memorable personaje de Bella ideado por Neil Simon en Perdidos en Yonkers (obra ganadora del Pulitzer en 1991), para desplegar sus recursos actorales y ahora le llegaba la hora del reconocimiento.
Fuiste la más emocionada de la ceremonia de premiación. Inclusive hasta las lágrimas...
Lo que pasa es que soy re llorona. Me emocionó mucho estar ahí. Un Florencio es un gran reconocimiento para los actores. Si amás tu profesión es muy importante que te reconozcan. Además fue un aplauso re lindo. Y sobre todo porque no es fácil hacer teatro. Lo hacés porque te apasiona. Económicamente todo el mundo sabe que no reditúa. Es una actividad que está a contrarreloj. Te perdés casamientos, cumpleaños, requiere de muchos sacrificios...
Desde tu punto de vista, ¿que tuvo de especial Perdidos en Yonkers como para que también se quedara con la estatuilla de Mejor Elenco?
La unión del equipo, había muy buena onda, desde el director hasta el iluminador. Incluso Ana Rosa, una actriz de un gran talento y trayectoria, comentaba que pocas veces había visto un elenco en el que hubiera tanta fraternidad y eso se trasparentó en el escenario. Para darte una idea antes de ir a sala, hacíamos como una suerte de ritual mágico encima del escenario. Bailábamos una canción que propuso Gabriel Villanueva, el más chiquito del elenco, que tiene 13 años.
¿Cuál era esa canción?
Una que inventó él. Decía algo así como: `Si el elenco sale a bailar es porque lo hace fenomenal´.
¿Qué indicación te dio Roberto Jones a la hora de asumir el papel de Bella?
Me decía que tratara de no componer el personaje, que tratara de hacerlo desde mi interior, que desde ahí me iba a dar cuenta de que matices le tendría que dar a la voz, o de qué postura corporal podía darle.
La primera versión de Perdidos en Yonkers de 1992, fue de gran relevancia. ¿Tuviste oportunidad de ver algún archivo o fotos de la puesta?
No, y tampoco hubiera querido para no condicionarme.
¿En que estabas en esa época?
Tenía 15 años, estaba en el liceo. En ese entonces iba bastante al teatro, pero todavía no había empezado a estudiar.
¿Cuál es la primera obra de adultos de la que tenés recuerdo?
El herrero y la muerte, de Jorge Curi, me encantó. Tendría unos nueve años.
¿Esa puede haber sido la obra que te impulsó a estudiar teatro?
No, creo que no hubo una obra. Desde chica quise ser actriz. Era la típica niña que le fascinaban los juegos dramáticos. Mi madre tenía una colección de las obras de Federico García Lorca y a veces agarraba alguna, Bodas de Sangre, por ejemplo, y nos distribuíamos los papeles con amigas. La hacíamos como un juego.
¿Y cuando empezaste a estudiar teatro?
Fue a los 18, entre 1996 y 1999 la Escuela Teatral “Alambique” que ahora no existe más. Fue una excelente escuela para mi. Y a partir de entonces me empezaron a llamar. Primero fue Verónica Perrota y Pablo Albertoni, para hacer una obra de teatro infantil, luego Alberto (Coco) Rivero me dijo que podía cuadrar para el papel de Margarita en Mi lucha, farsa, (una parodia del dramaturgo George Tabori sobre Hitler), en donde actuaba Nacho Cardozo. A su vez, este último me llamó al año siguiente para hacer El Jorobado, y desde entonces , no paré.
¿Cuando tuviste tu primer estreno profesional ya estabas en la televisión ¿Te “cobraron” el hecho de ser conocida?
La gente al principio, como no se informa no sabe que además de ser comunicadora, también tenía formación en teatro. Inclusive cuando Coco Rivero le dijo a Nacho Cardozo que me iba a llamar para hacer Mi lucha, farsa le dijo: ¿Te parece? ¿La de la tele? Pero al año siguiente , él mismo me llamó. Por suerte, ahora ya hace un tiempo que encontré mi lugar en el ambiente teatral. Son entendibles esas primeras reacciones, porque el teatro requiere de mucha formación.
¿Tenés un autor de cabecera? ¿Sos de leer teatro?
No, prefiero leer novelas. Generalmente, solo leo las obras cuando me dan un papel o cuando la compañía a la que pertenezco está en búsqueda de un texto para representar.
¿Te da tiempo para ver teatro?
Poco. Este año estuve complicada porque, por momentos, tuve funciones de miércoles a domingo pero en cuanto pude me hice un tiempo. Vi Bienvenido a casa, Terrorismo, Variaciones Meyerhold, La casa de Bernarda Alba... Una buena selección.
¿Que tenés previsto para el año que viene?
Como repongo Lucrecia en febrero, Perdidos en marzo y Toc Toc en abril, no quise comprometerme con otros proyectos para la primera parte del año.
La escasa difusión y la falta de pantalla fue una queja recurrente ayer en los Florencio, ¿Para vos es un problema reversible?
Yo creo que sí, lo que pasa es que estamos en un momento en donde la cultura está descuidada en los medios de comunicación. Se le da más bola a difundir la violencia que la cultura. Somos un país chico, y necesitamos regular. Quizás los canales, apoyados en una ley, podrían terminar dedicando más tiempo a la cultura, las empresas que ponen publicidad tendrían solo ese lugar para poner publicidad. Creo que en eso tendría que intervenir un poco el Estado.
Te peleas a menudo con el director del informativo para tener más tiempo para difundir cultura…
No, me enoja cuando me sacan alguna nota pero no soy muy peleadora.
