¿Qué hay detrás de las nuevas alianzas entre sectores para el Senado?

Daniel Martínez actuó diferente. Durante la primera semana de julio consultó a los principales dirigentes del Frente Amplio en un raid mediático que no gustó a buena parte del oficialismo y terminó con la elección de Graciela Villar, una decisión sorprendente que generó heridas en el astorismo y el sector que respalda a Carolina Cosse, aunque la fórmula se aprobó por aclamación.

Ernesto Talvi eligió el silencio y junto a un grupo íntimo de colaboradores, pero con la anuencia de Julio María Sanguinetti y José Amorín Batlle, designó a Robert Silva, un profesor y abogado cuya candidatura está a estudio de la Corte Electoral porque ocupaba un cargo en el Codicen.

Mientras los focos apuntaban hacia los candidatos, en silencio los dirigentes comenzaban a analizar fríamente los números de las votaciones obtenidas tanto a nivel nacional como departamental, para empezar a proyectar escenarios hacia octubre y evaluar cuáles son sus posibilidades reales de competir por una banca en el Senado o en Diputados.

Las encuestas de opinión pública coinciden en que por primera vez desde el retorno de la democracia hay cinco partidos con chances de ocupar bancas en la Cámara Alta, a los que se suman otros tres que pueden llegar a la Cámara Baja, un escenario de fragmentación política inédito, que obliga a los dirigentes a calcular muy bien sus posibilidades para no quedar fuera del Parlamento.

Un caso que bien puede graficar esta situación es el de José Amorín Batlle. El senador que fue precandidato por el Partido Colorado y recibió 24.054 votos (el 13,26% del total), será candidato a diputado por Montevideo por la Lista 15. Su sector, Uruguay Batllista, se encuentra en negociaciones con Julio María Sanguinetti para conformar un sublema común al Senado, pero Amorín sabe que dada su votación, el acuerdo que tiene con Germán Coutinho -por el que irá segundo en la lista a la cámara alta- y la cuota política femenina que están obligados a respetar, sus chances de llegar al Senado son bajas.

En 2014, los colorados obtuvieron el 12,89% de los votos lo que les permitió alcanzar 4 bancas. Si bien para octubre el objetivo es superar esa cifra y pelear por un lugar en el balotaje, la competencia colorada por el Senado tendrá al sector del candidato Talvi como protagonista, Ciudadanos, que irá con una única lista. Además, Pedro Bordaberry analiza lanzar la suya.

La conformación de un sublema entre distintos sectores permite acumular votos para obtener una banca que solos no alcanzarían. El director de Factum y especialista en sistemas electorales, Óscar Bottinelli, los define como “cooperativas de votos para maximizar las posibilidades electorales”.

Los análisis de los resultados provocan diversas conversaciones entre los dirigentes, que van tejiendo nuevas alianzas, algunas a priori impensadas, como la alcanzada esta semana por el Partido Comunista con la Lista Amplia en el Frente Amplio. Esta semana los sectores anunciaron la conformación de un sublema común que llevará a Óscar Andrade a la cabeza y tendrá a Carolina Cosse en segundo lugar. En la conferencia de prensa, los dirigentes señalaron que el objetivo era “desfragmentar al oficialismo”. “Todos se reúnen con todos”, repiten en el Frente Amplio por estas horas de incertidumbre.

En el Partido Nacional la situación es similar. En el sector Todos discuten si competir con dos sublemas o si las cuatro listas que apoyaron a Luis Lacalle Pou en la interna van por caminos independienets.

En Alianza Nacional, la baja votación de Jorge Larrañaga sumada a la potente billetera de Juan Sartori, provoca incertidumbre. El caudillo blanco resolvió encabezar la lista 2004 pero evalúa si el segundo lugar será para el actual diputado Jorge Gandini (su lista 250 superó en la interna a la 2004 en Montevideo) o para el intendente de Colonia, Carlos Moreira. A su vez, Adriana Peña, que recibió una baja votación en Lavalleja, recibió un ofrecimiento para sumarse al sector de Sartori y aún no definió que hará.

Pero además, los partidos definen cómo competirán en diputados donde no se aceptan los sublemas comunes. En los departamentos grandes (como Montevideo o Canelones), los partidos se inclinan por presentar varias listas que compitan entre sí, mientras que en las regiones más pequeñas buscan acuerdos en la integración de las listas. Una de las opciones que discuten es alcanzar un acuerdo político y dividir la actuación en la legislatura como ocurrió en 2014 en el FA, por ejemplo, en Treinta y Tres, donde Sergio Mier (Liga Federal) y Hermes Toledo (Partido Socialista) ocuparon cada uno la banca la mitad del período.

Otro tipo de acuerdo fue el que alcanzaron el MPP y el PS en cuatro departamentos donde el titular a la diputación era de uno de los sectores y el suplente del otro. En Rocha, el titular era Aníbal Pereyra (MPP), y el suplente Darcy de los Santos (PS). A los pocos meses, Pereyra renunció para asumir en la intendencia y de los Santos quedó en la titularidad de la banca por el resto del período, pero con un suplente del MPP.