Alejo Umpiérrez: "Si esto se nos dispara nos va a hundir la temporada turística"

Le toca asumir en un momento particular por el aumento de casos de coronavirus y la inminencia del verano. ¿Cómo lo lleva el nuevo rol?

Asumir en una escalada de covid genera una complicación que no teníamos en un escenario previo. Rocha es un departamento que tiene una alta dependencia del turismo y esto va a impactar duramente. Ya se preveía de por sí una temporada a la baja, donde de todos modos había algunas previsiones optimistas quizá de un 70% de ocupación, teniendo en cuenta la importancia del turismo interno. Ahora estamos en peligro de volatilizar. Ya nos han comunicado de caídas de reservas, sin perjuicio de que el turista uruguayo además siempre decide sobre la hora. 

¿Cuánto se juega en estas dos semanas hasta el 18 de diciembre?

Estos 15 días son cruciales. Es la bisagra del virus y también es la bisagra de la temporada turística. Si esto se nos dispara nos va a hundir la temporada turística. Por eso hemos apostado a replicar las medidas del gobierno dentro de Rocha, pero también las vamos a profundizar. Prohibimos los raid, las reuniones bailables, las fiestas de cierre de cursos en todos lados, cerramos las dependencias culturales, y vamos a empezar a trabajar a puertas cerradas y con agenda en todas las juntas locales.

Cuando dice que se vendría abajo la temporada, ¿quiere decir que está en riesgo el verano con actividad?

Hay un riesgo. Rocha tiene un perfil turístico particular, que no es un perfil de turismo de muchedumbre masivo salvo en algunas playas en particular. Es un lugar de espacios abiertos y mucha naturaleza, sin edificios a gran escala, que permite el distanciamiento físico. Recibimos del Ministerio de Salud Pública (MSP) un protocolo para campings que nos va a permitir habilitarlos con aforo Además, para los hoteleros, que son los más afectados, anunciamos que para 2021 va a haber una rebaja de la contribución inmobiliaria a 50% para tratar de apoyar a los que tengan cinco o más personas contratadas en forma efectiva durante el año.  

Decía que Rocha no tiene grandes edificios, pero en varios balnearios suelen concentrar aglomeraciones y movida juvenil. ¿Cómo lo están pensando?

Primero va a haber una parte de profilaxis: de educación y de llamado a la conciencia colectiva. Pedí que se cite a las organizaciones sociales de nuestro departamento, como Cruz Roja, Rotarios, sindicatos y gremios para pedirles un apoyo. No creo que esto lo tengamos que hacer solamente desde el lado de la autoridad, que genera siempre la sensación de un cariz represivo. Llegado el caso, si es imprescindible deberá existir, pero no es lo prioritario. Es el último recurso. Queremos recurrir a la persuasión y por eso creemos que es bueno que todas las organizaciones sociales puedan involucrarse en esta tarea. En las playas es un absurdo la imagen de un policía o un marinero corriendo con un palo a turistas. Obviamente va a haber una impronta muy dura en el marco de las fiestas privadas. Estamos esperando la protocolización de las fiestas privadas por parte del MSP y a ese protocolo le vamos a agregar controles inspectivos. Vamos a designar nuevos inspectores de forma zafral, vamos a hacer un convenio con la policía de Rocha para trabajar en conjunto, y vamos a sumar multas fuertes a los propietarios de las fincas donde se organicen fiestas, o a los organizadores si no coinciden con el propietario del inmueble. También aquellos que llevan sus equipos de audio. Estamos analizando incluso la posibilidad de decomiso de los equipos de audio. 

A los jóvenes que están alquilando casas con grupos de amigos, ¿cuál es el mensaje? 

En Rocha hay una costumbre tradicional, que una casa la alquilan de a diez. Es un tema que obviamente nos complica la faceta de prevención. Lo que tenemos que pedir es el cumplimiento de las pautas. El 18 de diciembre va a haber un nuevo análisis de situación y veremos cómo seguimos de ahí para adelante. Va a ser además el inicio real de la temporada. Ahí vamos a tener una perspectiva más clara de dónde nos encontramos parados y cuáles son las medidas que tendremos que tomar. Todavía es hacer ciencia ficción, porque 18 días a un ritmo de escalonamiento progresivo de un modelo matemático de multiplicación permanente, puede ser el naufragio total o, si logramos controlar y bajar a números inferiores a 100 por día, podemos estar hablando de otro marco si no más flexible, al menos amigable.

Más allá del covid, ¿con qué planes encara los próximos cinco años?

La idea es concentrarnos mucho en las áreas de desarrollo, de generación de trabajo y atracción de inversiones para Rocha. Creo que es el gran desafío, más allá del ABC de la intendencia. El gran desafío es esto: ver si logramos aterrizar el hotel 5 estrellas, estamos planificando un gran shock de obras, con un fideicomiso que vamos a canalizar a través de la Corporación Nacional para el Desarrollo, va a ser del orden de US$ 20 millones, de los cuales la mitad se van a volcar en obras de infraestructura para la costa. Entendemos que es imprescindible. Rocha pide a gritos infraestructura en la costa. 

En campaña se generó polémica a raíz de declaraciones del candidato de Cabildo Abierto, Martín Rodríguez (hoy director de Desarrollo Económico), cuando aseguró que quería cambiar el “turismo hippie” por uno de mayor calidad. ¿Cómo lo concibe usted?

La idea es diversificar. Rocha es de amplio espectro y tiene espacio para todo. No hay que pensar en exclusivismos. En una sociedad integrada todos tienen derecho al turismo. Rocha tiene espacios para colonias de vacaciones gremiales, para los pasivos, para los docentes, para los LGBT, para los hippies, que también son parte si se quiere de una postal rochense, y tiene que tener lugar también para un turismo de alta calidad que signifique divisas para el departamento y fuentes de trabajo, y no tener permanentemente el drama de la migración hacia Maldonado. Los que se van muchas veces no vuelven. 

"Este es un gobierno que si bien implica un cambio ideológico respecto a los signos políticos que gobernaron antes, demuestra que desde un ángulo liberal también se puede gobernar con sensibilidad social. Que no es patrimonio exclusivo de la izquierda hacer política con piel".

¿Cuánto influyó e influye ahora el contexto nacional, con un gobierno del mismo partido?

Es importante señalar que hay una alianza estratégica, pero no es automática. Los gobernantes pesan mucho. En el pasado Rocha tuvo 15 años de gestión nacional y departamental del mismo signo, pero entiendo que no se explotaron debidamente. No es garantía de nada tener un gobierno nacional a favor, tampoco en contra. La política es 1% inspiración y 99% transpiración. Tiene que golpear muchas puertas y comer oreja. 

¿Esa es una lección que debería aprender el partido en Montevideo y Canelones?

Es un atrevimiento para con mis compañeros. Lo que corresponde es tener una mirada de largo plazo. Es imposible montar proyectos políticos en 180 días. Por más que tengamos excelentes candidatos. Creo que el proceso que comienza el partido ahora, con Laura Raffo tomando una decisión de empezar a trabajar ya, y que se abra más el abanico para barrer en Montevideo, es un buen camino para empezar a trabajar en perspectiva. 

¿Cómo ve al Partido Nacional en estos nueve meses que lleva de retorno al gobierno?

Coincido con la gente: vox populi, vox dei. El 60% de aprobación creo que marca el acierto de una gestión que no es solamente por la pandemia. Es un gobierno que si bien implica un cambio ideológico respecto a los signos políticos que gobernaron antes, demuestra que desde un ángulo liberal también se puede gobernar con sensibilidad social. Que no es patrimonio exclusivo de la izquierda hacer política con piel.

Este gobierno tiene la particularidad de la coalición multipartidaria. Usted en Rocha también se impuso gracias a votos de otros partidos e instaló un gabinete que contempla un poco esa realidad. ¿Cómo es la coalición llevada a lo departamental?

La coalición es una realidad política que llegó para quedarse. Tendrá formulaciones jurídicas y electorales diferentes a medida que vaya pasando el tiempo. Y creo que es un proceso que sustituye aquellos viejos gobiernos de Entonación o Concordancia Nacional, que facilitaba a algún partido a descolgarse un par de años antes, para pasar al otro bando y tratar de transformarse en alternativa. Creo que eso ya no existe como opción. Estamos unidos no por el espanto, como dijera Borges, sino por una misma convicción política, que es un espacio republicano, liberal en algunos aspectos, conservador en otros, como la coalición de izquierda va desde la democracia cristiana o socialdemocracia hasta el marxismo leninismo o el trotskismo. Nos sentimos afincados bajo la noción de República, mientras que los otros tienen una versión que se ha acentuado hacia los populismos que han gobernado en la región. Eso va a dar una estabilidad a la coalición, cuyos liderazgos no son perpetuos. 

En ese eclecticismo de la coalición, ¿Cabildo Abierto es la pata menos liberal?

Sí, sin duda. Y no creo que sea en detrimento. Escribí una columna hace poco sobre los peligros del populismo rural. Obviamente son visiones políticas dentro de un abanico. Pero no es mala cosa que cuando entres al supermercado vayas a la góndola y encuentres Coca-Cola, Pepsi y Nix.

Esa diferencias que hay entre esta coalición y las alianzas anteriores de partidos tradicionales, ¿cree que debería llevar a una estabilidad de cinco años?

En política todo es posible. Depende de cómo vaya la gestión, pero si todo transcurre con relativa normalidad, no creo que haya razones suficientes para apartarse de la coalición porque es un patrimonio común. Me atrevería a decir que sería mal visto un apartamiento, porque la gente ya tiene demasiado caudal de información como para no valorar movidas meramente de corte electoral. Son muy legítimas las aspiraciones electorales, pero tenemos que entenderlas siempre en el marco de la affectio societatis.