Camilo dos Santos

Alertan por conflictos entre adolescentes en centros del INAU

El organismo trabaja con Unicef en un estudio sobre los locales de 24 horas

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10 de mayo de 2020 a las 05:00

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En el primer mes que lleva como presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala marcó algunas prioridades que vienen de la mano de dos grandes preocupaciones. Por un lado, la falta de capacidad del organismo para cumplir con órdenes de la Justicia. Por el otro, la mala convivencia entre los adolescentes de varios centros de 24 horas, especialmente en los que se denominan “de ingreso” al sistema, causada entre otros motivos porque allí también son derivados jóvenes que egresaron del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) con perfiles muy diferentes a otros que ya están viviendo en esos lugares.

En poco tiempo, Abdala pasó de estudiar los presupuestos solicitados por los diferentes organismos como diputado nacionalista a ser uno de quienes reclaman más recursos. El nuevo presidente de INAU indicó a El Observador que el organismo cuenta con un presupuesto de US$ 370 millones pero que deberán solicitar unos US$ 23 millones más al Ministerio de Economía y Finanzas para poder terminar de pagar los programas de los que son responsables unas 700 organizaciones sociales. 

El presupuesto no se ha incrementado con el paso del tiempo pese a que el aumento de la atención a niños, niñas y adolescentes es constante. Hubo una tasa de 4% de aumento en 2019, por poner un ejemplo, y el promedio de menores de 18 años asistidos es de 130 mil entre los diferentes programas del organismo.

Camilo dos Santos

“Hay un gran compromiso de parte de todos los que están vinculados al sistema. Hay gran conciencia en la perspectiva de los derechos humanos de las personas que tenemos a cargo, pero eso no quiere decir que todo aquí sea perfecto. Se hacen cosas muy bien pero hay carencias, no es mundo ideal y estamos muy lejos de eso. Hay una serie de cuellos de botella, de insuficiencias que tenemos que reconocerlas y aceptarlas”, sostuvo Abdala desde su despacho.

Dentro de esos cuellos de botella, Abdala mencionó con preocupación a los centros de ingreso o derivación, aquellos que niños, niñas y adolescentes pisan por primera vez cuando sus diversas situaciones les impiden seguir viviendo con sus familias biológicas. Los centros de ingreso debieran ser lugares de corta estadía, para que esos menores pasen a vivir rápidamente en lugares que cumplan con las necesidades que requieren y se adecuen a sus diferentes perfiles. Sin embargo, lejos está la teoría de la realidad. 

Abdala relató que los adolescentes pueden pasar semanas y hasta meses en esos lugares que no están ideados para una estadía tan extensa. El presidente del organismo se focalizó en particular en dos centros de adolescentes en Montevideo. “Allí ocurre que terminan conviviendo adolescentes con historias y edades diferentes y en esos dos lugares se generan ambientes complicados desde el punto de vista de la convivencia. También se derivan allí jóvenes egresados del Inisa”, sostuvo Abdala. El jerarca aseguró que, según las experiencias de esos jóvenes egresados del Inisa, “el Estado no está teniendo éxito en los procesos de reeducación de los menores que caen en conflicto con la ley”. 

“He registrado varias situaciones de adolescentes que cometen delitos de los más graves, son internados en el Inisa, recobran la libertad y terminan en un centro del INAU porque no tienen una familia que los contenga y eso trae consecuencias en esos centros. Allí terminan conviviendo con adolescentes que tienen su misma edad pero una historia bien distinta y eso nos ha generado distorsiones muy importantes que condicionan los procesos socioeducativos que tenemos que llevar adelante. Sin duda ahí hay una carencia que empieza por el sistema de internación de menores infractores y termina repercutiendo en los sistemas de protección”, agregó Abdala. 

Hace algunas semanas, un joven que había egresado del Inisa y fue enviado a un centro de derivación del INAU agredió a otro que ya vivía allí para intentar robarlo. Incidentes similares a ese suceden con cierta frecuencia, advirtieron desde el INAU.

Camilo dos Santos

Como puntapié para empezar a mejorar los centros de 24 horas, INAU y Unicef están realizando un estudio conjunto para conocer cuáles son las debilidades del sistema. 

“Las posibilidades de respuesta del organismo tienen límites que muchas veces se sobrepasan y notoriamente se dan situaciones donde incumplimos o no llegamos a cumplir cabalmente con el 100% de la demanda social que tenemos”, afirmó Abdala.

Otro de los problemas que le preocupan al nuevo presidente del INAU es que el organismo no cumple las intimaciones judiciales. El jerarca consideró que allí la cuota de responsabilidad es compartida. 

Por un lado, advirtió que muchos jueces toman como primera medida ante una situación de vulnerabilidad de un niño o adolescente que vaya a vivir a un centro de INAU. Según Abdala, eso no solamente colapsa al sistema y lleva a que se incumpla con la sentencia judicial, sino que deja por el camino opciones intermedias que apuntan a que el niño siga viviendo con una familia, que no tiene que ser la biológica. “Ese mismo niño puede tener alternativas familiares que no necesariamente son las biológicas y sin embargo no se agotan esas instancias, que siempre deben ser previas y preferibles a la institucionalización”, dijo.

Por el otro, reconoció que en el INAU deben ser “más eficientes y mejorar lo que concierne al sistema de tiempo completo y a la administración de los recursos”, así como mejorar el diálogo con el Poder Judicial, algo que se propone en el mediano plazo. 

Familias de acogida

Uno de los objetivos de Abdala en su gestión será impulsar el programa de acogimiento familiar, por el que actualmente 800 familias tienen niños o adolescentes institucionalizados en el INAU a su cargo. No se trata de una adopción, sino precisamente de un acogimiento.

Abdala señaló que apostar a la solidaridad de familias uruguayas es un camino que va más en línea con el respeto a los derechos humanos de esos niños y adolescentes. Sin embargo, para aumentar ese programa será preciso más presupuesto ya que solo se destina 2% de los US$ 370 millones que anualmente recibe el organismo en promedio. El organismo está ideando una campaña para que ese programa de acogida sea más conocido y pueda captar más adeptos. 

En línea con eso, proponen también aumentar el presupuesto que se le otorga a cada familia –que no tiene ningún fin de lucro sino de cubrir gastos básicos de los menores a su cargo- y que actualmente mente es de entre dos y tres bases de prestaciones y contribuciones (entre $ 9.000 y $ 13.500 aproximadamente).  Para el presidente de INAU, “las políticas tienen que tener como norte que niños, niñas y adolescentes vuelvan al ámbito familiares, que no necesariamente tienen que ser sus familias”. 

“En la adopcíón ha habido una ideologización”
Durante 2019, fueron adoptados 110 niños a través del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), único organismo competente para las adopciones. Si bien el presidente del INAU, Pablo Abdala, reconoció que la cantidad aumentó al punto de duplicarse en los últimos diez años, consideró que no es suficiente. “Los números indican que tendríamos que estar mejor de lo que estamos”, dijo y lo ejemplificó con cifras: hay 410 niños, niñas y adolescentes que están en condiciones de ser adoptados y solo 75 familias que integran el registro de adoptantes, es decir que están en condiciones de adoptar. Abdala defendió los artículos del proyecto de ley de urgente consideración que acortan a un máximo de 18 meses el tiempo que INAU tiene para evaluar las condiciones de las familias que tienen intenciones de adoptar y que unifica los procesos de separación biológica y adopción plena.
“En las adopciones ha habido una cierta ideologización. Hubo quienes postularon que el INAU debía tener el monopolio, como si el Estado nunca se equivocara y fuera infalible. Ahora se plantea mantener el mismo esquema pero establecer dos o tres ajustes para hacerlo más eficiente”, dijo Abdala. 

 

 

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