Amigos de Whatsapp que se conocieron las caras

La movilización del Montevideo rural se extendió por tres cuadras de autos y camiones

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31 de enero de 2018 a las 23:07

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El sol pintaba todo de color anaranjado y los camiones y autos con banderas en las ventanas o en los capots iban estacionándose a los costados de la ruta 5 en la intersección con la ruta 102 donde un cartel, en el que se leía "Montevideo junto al campo", recibía a todos quienes pasaran por allí.

Con mate y termo bajo el brazo y algunas con sillas de playa, las personas se iban juntando y saludando, con abrazos y palmetazos en la espalda. Muchos se conocían, pero era la primera vez que se veían cara a cara. "Yo soy De Vicenzi", le dijo tímidamente uno de los que allí se concentraba a Álvaro Chijane, uno de los organizadores de la vigilia en esa zona. Él se acordó de su apellido y se abrazaron. "Soy el que hablé de un pechito de cerdo, y lo traje" agregó y se rieron mientras le explicaban a quienes estaban a su alrededor que se conocían del grupo de Whatsapp de los autoconvocados.

"Los invitamos a juntarnos así cantamos el himno" se escuchó desde un altoparlante, y un grupo de no más de cien personas, levantando sus banderas uruguayas cantaron el Himno Nacional cuando el reloj marcó puntualmente las 20 horas.

Se prendió el fogón y estaba pronta una parrilla "para tirar a las brasas un asadito y unos chorizos que trajimos", contó Braulio Fumon, uno de los organizadores. De a poco, fue llegando más gente a la intersección con la Perimetral. No todos eran productores, también había comerciantes, transportistas, empresarios y personas con y sin vínculos con el campo que se sumaban a apoyar la causa.

"Esto es estar en el lugar que nos encuentre y nos encontró acá", contó Ruben Carmona, un productor agrícola de Carmelo, quien aseguró que no están bajo ninguna bandera, sino que el objetivo es "acompañar la medida que nació bajo la proclama de un Uruguay para todos" y que se quedarían allí al costado de la ruta "hasta que las velas ardan". Según este pequeño productor, "para la gente de Montevideo es fácil criticar porque no saben el altísimo costo que tiene producir en el campo".

Alejandra Wynants, viticultora de la ciudad de La Paz, afirmó que la situación en su sector es cada vez peor. "La propiedad en donde estoy es de mi suegro. Hace unos años la trabajábamos a medias con él y teníamos dos empleados. Hoy la trabajamos nosotros, solo con un empleado y poniendo nuestro cuerpo más horas. Es el tercer año que nos comemos el IPC porque la bodega ya habló de pagar lo mismo que el año pasado y el otro. Nuestros ingresos cada vez son menos", contó y agregó que en esta vigilia serían pocos los viticultores presentes porque en ese mismo momento estaban reunidos para solucionar otros temas relacionados a la venta de sus producciones y la próxima vendimia.

Iris Medina, estaba en la vigilia atendiendo un puesto de banderas y gorros de Uruguay. "Vine para apoyar a un Uruguay completo, porque conozco las dos partes: la ciudad y el campo", afirmó. Durante 17 años vivió en un tambo, y conoce lo que es el trabajo duro. "Conozco bien lo que es una madrugada fría, lo que es una helada inmensa, lo que son las manos sangradas de podar, lo que es estar al rayo del sol cosechando, lo que es perder todo por una piedra, por eso hoy estoy en esta vigilia", sentenció.

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