Aquellos años en que los grandes traían a un Pep Guardiola de técnico

Cuando Nacional y Peñarol eran los grandes de América, se dieron verdaderos lujos para tener a los mejores futbolistas sudamericanos de entonces e incluso a técnicos de renombre mundial.

También durante años concurrieron a los torneos de verano de Europa, sobre todo, en España e Italia, y allí aprovechaban a ir a otros países si les salía algún encuentro más. Tan es así, que cuando se sorteaba el fixture del Campeonato Uruguayo, el mes de agosto siempre quedaba libre para que uno u otro –o los dos–pudieran viajar.

En los años de la década de 1960, Nacional consiguió contratar al chileno Fernando Riera como técnico luego de que dirigiera a su selección en el Mundial de Chile 1962 –y la clasificara tercera, hasta hoy, la mejor posición de su historia–, y a Benfica campeón de Europa con Eusebio, un futbolista excepcional, goleador del Mundial de Inglaterra 1966. Al trasandino lo trajo en ese 1966.

Peñarol había hecho algo similar. En 1962 había contratado a Bela Guttmann, el húngaro que sacó bicampeón de Europa a Benfica. La segunda de esas copas de lo que hoy sería la Liga de Campeones, la ganó ese mismo año y de allí, al no ponerse de acuerdo en el sueldo que pretendía ganar, llegó a los aurinegros.

Imagínese hoy cualquiera de los grandes del fútbol  uruguayo tratando de contratar a Jürgen Klopp o a Pep Guardiola que la ganó hace algunos años. Algo totalmente impensado.

Este es un tema meramente económico. El mundo globalizado le ha pegado cada vez más fuerte a los clubes de Sudamérica, y en especial, a los uruguayos, mientras que los europeos, en muchos casos con aportes asiáticos, se hicieron cada vez más ricos.

A fines de esa década y principios de la siguiente, se jugaba en verano en el Centenario la Copa Montevideo, que se había disputado en 1953 y 1954 y se había discontinuado. Fue a iniciativa de los grandes y de CAFO. Eran tiempos económicos en los que se podían dar ciertos lujos.

“En 1953 yo vi jugar en la Copa Montevideo en el Centenario a Didí –bicampeón del mundo como futbolista con Brasil en 1958 y 1962–, vi jugar a (Ernst) Happel con Rapid de Viena (austríaco campeón como técnico de la Copa de Campeones de Europa –hoy Liga de Campeones– con Feyenoord de Holanda y Hamburgo de Alemania, y además, entrenador de Holanda en el Mundial de Argentina 78). Venían jugadores y equipos muy importantes”, explicó a Referí, Hernán Navascués, exdelegado de Nacional ante la AUF y actual secretario técnico.

Entre 1969, 1970 y 1971, los grandes enfrentaron en el Monumento al Fútbol Mundial a clubes de la talla de Torpedo de Moscú, Independiente, Vélez, Sporting Praga, Estrella Roja de Yugoslavia, San Lorenzo, River argentino, Corinthians, Inter Bratislava y Cruzeiro.

Figuras de clase mundial de tremendo renombre en esos momentos en fútbol, jugaban aquellos torneos nocturnos en Montevideo.

En las primeras ediciones, campeones mundiales como Julio Pérez o Juan Alberto Schiaffino, solo por nombrar dos, la disputaron. En la edición de 1970, vino Dragan Dzajic, quien es considerado el mejor futbolista de la historia de la ex Yugoslavia. Pero en Corinthians también jugó un joven Roberto Rivelino quien pocos meses después sería campeón mundial con Brasil en México. Con Cruzeiro en 1971, vino Tostão junto a Piazza y Brito: tres campeones del mundo pocos meses antes, estuvieron en el Centenario. Pero ese mismo año se dejo de jugar.

“Uno de los elementos que fue fundamental para el cambio en el fútbol uruguayo, fue la televisión. Antes Uruguay tenía una moneda fuerte en comparación con Brasil y Argentina y el público se concentraba fundamentalmente en los estadios. Por eso se hacía la Copa Montevideo. Porque venía la temporada de verano, la gente llenaba el estadio y había una moneda fuerte. Pero después, con la televisión, el espectador cambió, por lo que Uruguay pasó de ser un profesionalismo fuerte a ser débil. Entonces, la televisión trajo un cambio fundamental. El otro elemento que va cambiando son las distintas copas y torneos internacionales, porque cada vez hay más copas internacionales, entonces ya no hay tiempo para organizar otros tipos de torneo como aquellos torneos de verano”, indicó Navascués.

Claro que esto se da de bruces contra lo que ocurre en el mundo fútbol con la televisión. Normalmente es fundamental su aporte para cualquier club en Argentina, Brasil y Europa.

Navascués lo explica: “En el mundo se paga más porque tienen muchos más millones de habitantes”.

Las giras por Europa

A comienzos de los años de 1960, Peñarol y Nacional también comenzaron a hacer giras casi anuales a Europa. Eran invitados a los torneos más prestigiosos del verano boreal y debido a ello, el Campeonato Uruguayo tenía un receso de un mes ya planificado.

Pero la gira más increíble que se recuerde por esos años fue la que hicieron los aurinegros en 1972. Duró tres meses. ¡Tres meses! El 25 de mayo el equipo se presentó en Ecuador y durante días, disputó cinco encuentros. De allí viajó a Europa y comenzó con el Trofeo Ibérico en Badajoz, jugó luego en Yugoslavia, enfrentó en Polonia a la selección que meses después perdería la final de los Juegos Olímpicos de Múnich ante el local, retornó a Yugoslavia, Grecia y  España. En el medio hubo un partido por el Uruguayo que perdieron los suplentes aurinegros con Cerro 1-0. Allí comenzaba a verse algo que después se haría normal: se le daba más importancia a la gira que a la actividad oficial.

El trofeo más importante al que iban tanto tricolores como aurinegros era el Teresa Herrera organizado por Deportivo La Coruña. Nacional fue el primer uruguayo en ganarla en 1958 cuando se jugó a partido único ante Flamengo al vencerlo 2-1 con goles de Héctor Núñez y Escalada.

En 1969 le ganó la semifinal nada menos que a Bayern Múnich que tenía en su equipo a cuatro futuros campeones mundiales en Alemania 1974: el arquero Maier, el capitán Beckenbauer, el goleador Gerd Müller y el zaguero Schwarzembeck. Pero no pudo con Deportivo en la final y cayó 1-0.

Peñarol, en tanto, fue el primer bicampeón en la historia de este trofeo. En 1974 le ganó la semi 1-0 a Barcelona de los holandeses Neeskens y Cruyff con un gol de Fernando Morena y la final al equipo sensación de entonces: Borussia Mönchengladbach, que llegaba con campeones mundiales de ese mismo año: el arquero Kleff (suplente de Maier), Rainer Bonhoff, Berti Vogts y Jupp Heynckes, y el mejor delantero del momento, el danés Allan Simonsen.

Un año después también la ganó al vencer a Atlético de Madrid y Cruzeiro.

Pero además, en esa misma gira de 1975, Peñarol enfrentó a Saint Etienne en Francia, a Oviedo en un amistoso, ganó el Trofeo Costa del Sol organizado por Málaga, disputó luego un amistoso con Lañas, el Trofeo Isla de Tenerife, otro amistoso ante Las Palmas, el Trofeo Ciudad de Tarrasa y se despidió ante Real Madrid.

La Teresa Herrera contó además con el primer clásico uruguayo disputado en Europa. Fue en 2005 y lo ganó Nacional 3-1.

Ese Trofeo Costa del Sol ya había sido ganado por Nacional en 1972 tras vencer 1-0 a Málaga con un gol del Cascarilla Morales.

Si se le daría trascendencia en otras épocas a estas giras europeas, que, por ejemplo, en 1972, Nacional defendía su título de Copa Libertadores y se fue de gira por Turquía, Yugoslavia e Irán (en Asia) y al final le salió un encuentro en Inglaterra, pero no en Londres, sino a más de 200 km hacia el norte, contra Hull City con el que perdió 4-2.

Como campeón, Nacional ingresaba directamente en semifinales y en su grupo tenía a Peñarol y Universitario de Perú.

Ese partido con Hull City se jugó el 11 de abril y los tricolores debutaban en la Copa el 14 en Lima, por lo que tuvieron que volver a Londres esos 200 km después de haber jugado con todos los titulares y viajaron hacia Perú. Llegaron el mismo día del partido con un cansancio tremendo y en el segundo tiempo, Universitario los goleó 3-0.

“Nacional perdió esa copa de 1972 por esa gira. Estaba con sueldos atrasados. Hizo eso de Inglaterra y fue una barbaridad. El Pulpa (Etchamendi) se calentó, pero los jugadores dijeron ‘vamos a jugar’. Llegaron el mismo día del partido con Universitario y los futbolistas se cayeron en el segundo tiempo. Y después Nacional no llegó a la final por diferencia de goles. Esa gira liquidó a Nacional”, explicó Navascués.

Esa relevancia que tenían las giras europeas hizo que en 1993 Peñarol, mientras estaba disputando el Trofeo Ciudad de Sevilla, el mismo día que perdió 2-1 en semifinales con todos los titulares, colocó a los suplentes –más Nelson Gutiérrez, quien había regresado al club días antes y por eso no viajó– para enfrentar en el Centenario a Huracán de Argentina por Copa Conmebol. O sea, primero la gira, después un torneo oficial internacional. Solo 3 mil personas fueron al estadio y ese día debutó un muchachito llamado Antonio Pacheco que ingresó faltando 5 minutos por Andreé González. El aurinegro, con suplentes, igual ganó 1-0 con un gol de penal de Gustavo Ferreyra, el técnico de la sub 20 y de la celeste en los Juegos Panamericanos.

La copa que pone en juego todos los años Barcelona, el Trofeo Joan Gamper, solo tuvo a Peñarol entre los invitados de Uruguay. Fue en 1988, cuando el aurinegro llegaba tras ser campeón de la Libertadores y aún se jugaba un cuadrangular y no como ahora a partido único. El mirasol fue tercero al empatar 3-3 con PSV Eindhoven –que venía de ser campeón de la Copa de Campeones de Europa y perdería la final de la Intercontinental con Nacional a fin de ese año–  y ganarle por penales.

Otro trofeo de mucha historia es el Ramón de Carranza organizado por Cádiz y al que los grandes fueron muchas veces, pero nunca pudieron conseguirlo. Desde 1989 no los invitaron más.

Real Madrid organiza siempre el Trofeo Santiago Bernabéu a partido único. De los dos grandes uruguayos, el único invitado fue Peñarol y en dos ocasiones: en 1998 perdió 4-0 con el dueño de casa y en 2010 cayó 2-0 el partido que se recuerda sobre todo porque Marcelo “Pato” Sosa despeinó a Cristiano Ronaldo.

Por su parte en Italia, los grandes jugaron mucho menos que en España, pero han ido en varias ocasiones. Peñarol, por ejemplo, disputó tres ediciones de la Supercopa de Campeones Intercontinentales. Lo hizo en 1981 en el San Siro contra Inter de Milán, Santos, Feyenoord y Milan. También en 1983 ante Milan, Inter de Milán, Juventus y Flamengo, mientras que en 1985 fue campeón tras empatar 0-0 con Inter y vencer 3-1 a Independiente de Avellaneda que era el vigente campeón del mundo de entonces.

Otra época, otros nombres

Ese protagonismo que lograron granjearse los grandes de este país, se fue perdiendo paulatinamente con el paso del tiempo. En aquellos años de 1960 venían figuras argentinas a jugar a Uruguay como Luis Artime a Nacional y Ermindo Onega a Peñarol, solo por citar algunos cracks con mayúsculas. Ahora, los futbolistas uruguayos de mejor nivel viajan a Europa, y Argentina aparece como un tercer o cuarto destino, pero es al revés que antes. Se van de aquí para allá.

“En la década de los años de 1960, estuvieron en Uruguay los tres mejores jugadores del fútbol argentino: Artime, Sanfilippo y Ermindo Onega que vino a Peñarol. Era como que hoy estuvieran Messi, el Kun Agüero e Higuaín en el fútbol uruguayo. Hoy usted puede traer uno de tercera categoría o que estén de vuelta con 35 años. Nacional tiene dos buenos jugadores argentinos como Bergessio y Barrientos, quien se tiene que poner a punto, pero aquellos que venían eran de un nivel superlativo”, recuerda Navascués.

El paradigma mundial ha cambiado desde hace unos años. Ahora, por ejemplo, los equipos grandes uruguayos van a Miami a realizar la pretemporada.

A eso se suma que los megaclubes europeos viajan a distintos lugares del mundo como China o Estados Unidos para hacer también sus pretemporadas.

Esto también implica que desde hace años los grandes uruguayos no sean invitados a jugar esos torneos internacionales que ya no tienen la trascendencia de años atrás, pero que se siguen disputando. Claro que tampoco Peñarol o Nacional vienen de ganar una Libertadores o tienen a futbolistas de enorme renombre como para ser invitados, como ocurría en décadas pasadas.

“No van más a las copas de verano europeo. El fútbol europeo nos sacó ventajas, vamos a entendernos. Los tiempos van cambiando. La televisión cambia y va a haber algún fenómeno que puede cambiar los mercados económicos.  Ojo lo que pueda pasar con el mercado de Asia. Si pone dinero para llevar jugadores, no sé qué podría pasar, y lo mismo con Estados Unidos que cada vez lleva más figuras”, dijo el secretario técnico tricolor.

En aquellos años, los europeos, en especial, españoles e italianos, esperaban a Peñarol y a Nacional con los brazos abiertos y les pagaban muy bien. Hoy eso ya no sucede y aquellos muy buenos ingresos ya no se dan.

ALGUNOS TROFEOS QUE DISPUTARON LOS GRANDES EN ESPAÑA

TROFEO TERESA HERRERA (organizado por Deportivo La Coruña)

TROFEO JOAN GAMPER (organizado por Barcelona)

TROFEO COSTA DEL SOL (organizado por Málaga)

TROFEO RAMÓN DE CARRANZA (organizado por Cádiz)

TROFEO SANTIAGO BERNABÉU (organizado por Real Madrid)

TROFEO DE LA CERÁMICA (organizado por Villarreal)

TROFEO LOS CÁRMENES (organizado por Granada)

TROFEO NARANJA (organizado por Valencia)

TROFEO CIUDAD DE MARBELLA

TROFEO CIUDAD DE LA LÍNEA

TROFEO CIUDAD DE SEVILLA

TROFEO COSTA DE VALENCIA

TROFEO CIUDAD DE ALICANTE

EN ITALIA

COPA PARMA

SUPERCOPA DE CAMPEONES INTERCONTINENTALES